El coordinador de Asistencia Humanitaria de la ONU para los territorios ocupados, Robert Piper, manifestó su preocupación en especial por el deterioro de Mohammed Al-Qiq, un detenido palestino que se encuentra en huelga de hambre desde hace 69 días para protestar por la arbitrariedad de su detención administrativa y por el maltrato que ha recibido.
“El estado de salud de Al-Qiq es muy delicado y sus doctores han informado que puede sufrir daños irreversibles”, advirtió Piper.
El coordinador reiteró que todas las personas sujetas a detención administrativa, ya sean palestinas o israelíes, deben ser imputadas de algún delito o bien liberadas de inmediato.
Asimismo, instó a investigar de manera expedita las denuncias de maltrato en las prisiones y centros de detención israelíes.
Según los datos del gobierno de Israel, a fines de noviembre pasado había 527 palestinos detenidos en sus prisiones, entre ellos una mujer y cinco menores de edad.