Según publica el Science Daily, un nuevo estudio científico demuestra que pese a la mejora en la calidad de vida humana con los avances en medicina, el hombre no está del todo exento de las fuerzas de la evolución.
Se trata de una investigación nacida en el seno de la Universidad de Yale, capitaneada por el biólogo Stephen Stearns. Sus conclusiones es que la evolución huaman no se ha detenido: al contrario, probablemente nos desarrollaremos casi con los mismos ratios que otros seres vivos.
Así, tras centrar sus investigaciones en más de 2.000 mujeres, llegó a la conclusión de que las más bajitas y «rellenitas» tenían más descendencia que las féminas altas y delgadas. Y lo mismo ocurría con aquellas de menor presión sanguínea y con índices de colesterol más bajos. Rasgos que, según comprobaron, éstas mujeres han transmitido a sus hijas.