El pasado día 16 escribí en La Voz Libre una columna que titulé «La comunicación judicial y sus dos grandes expertos: Berbell y Vidales». Mientras escribía esa columna, tenía presente de qué me iba a ocupar en la de Ibercampus. El día 16 expliqué lo que Carlos Berbell Bueno y Yolanda Rodríguez Vidales (doctora en Ciencias de la Información) han venido realizando dentro del Consejo. Hoy, lo que han desarrollado hacia fuera.
Ante todo, creatividad e innovación
Para triunfar en cualquier campo de actividad, es imprescindible crear. Si alguien no tiene creatividad, no triunfa. Puede ganar mucho dinero, como les ocurre a no pocos de quienes dirigen departamentos de comunicación en empresas e instituciones. Pero no son triunfadores que alcanzan grandes objetivos. Se acomodan y se convierten en burócratas. Por el contrario, Berbell y Vidales demuestran una creatividad desbordante. Ahora que han salido del Consejo General del Poder Judicial, yo deseo a sus sucesores que estén a su altura y que no se burocraticen. Que por encima de este Consejo enteramente politizado, ellos atiendan a las necesidades de los contribuyentes, que quieren unas actuaciones de los jueces mucho mejores de las que vemos a diario. O dicho de otra manera: Que el Consejo no sufra una involución.
Como estoy seguro de que Berbell y Vidales serán objetivos claros de los «cazatalentos», voy a exponer cómo podrían actuar ellos en el próximo puesto de trabajo para el que los contraten. Sólo hay que cambiar la palabra «Justicia» por otra del campo de actividad en el que vayan a trabajar.
El espacio Historias de la Justicia.
¿Qué se les ocurrió a Berbell y a Vidales para llegar a los contribuyentes, que somos quienes pagamos lo mucho que cuesta el sistema judicial? Ir a los medios de comunicación y divulgar lo que hasta entonces resultaba desconocido. Así nació «Historias de la Justicia» para Radio 5 Todo Noticias, la cadena de información continua de Radio Nacional de España. «Historias de la Justicia» eran microespacios de una duración de 3 a 5 minutos que abordaban aspectos interesantes, curiosos y relevantes de todo lo relacionado con la Justicia. Desde el origen de la toga, la campanilla o los tipos de tribunales pasando por frases como “do ut des”, “en tela de juicio”, “con la venia” o qué son los “daños punitivos”, las costas judiciales o la euro-orden. «Historias de la Justicia» estuvo en antena durante más de dos años. Después, se metamorfoseó después en colaboraciones semanales dentro de los programas «Puntos de vista», de Radio Exterior de España –presentado por Alberto Martínez Arias (hoy director de Informativos de RNE)- y «En días como hoy», en Radio Nacional de España –presentado por Juan Ramón Lucas-, ambos en la franja de mañana. Más tarde, «Historias de la Justicia» encontró un nuevo lugar: la página del Consejo General del Poder Judicial en Facebook, en la que se combinan con las informaciones que se publican en la página oficial del Consejo –www.poderjudicial.es-, los vídeos que se publican en Canal Judicial –el canal de televisión del CGPJ y el que se tiene en youtube-. De todos los productos, «Historias de la Justicia» es de los que goza del mayor favor del público.
Poder Judicial
Cubierto el flanco de la radio, desde la Oficina de Comunicación del Consejo, Berbell y Vidales estaban dispuestos a aprovechar las oportunidades de la televisión. Pusieron en marcha, en el canal de televisión “Tribunal TV”, el programa «Poder Judicial». Con un formato de 30 minutos semanales, plantearon el programa como una plataforma para divulgar el mundo de la justicia y para introducir a jueces y magistrados al público. Cada programa tenía dos invitados y se abría con un asunto candente de actualidad, introducido con un vídeo y una encuesta en la calle. Produjeron un total de 36 espacios de «Poder Judicial».
Cómo organizaron el acceso de la televisión a juicios relevantes
De todos los tribunales españoles, sólo la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo cuentan con equipos profesionales que facilitan la señal institucional a los medios de comunicación. En el resto de España, este acceso se canaliza a través de la denominada “señal pool”; una sola televisión –por norma suele ser la autonómica- cubre el juicio y da servicio al resto de las televisiones. Todas ellas pagan los costes a medias. La organización corre a cargo de los responsables de comunicación del poder judicial en cada Comunidad Autónoma.
Berbell y Vidales organizaron el funcionamiento –literalmente produjeron y realizaron el evento- de las grabaciones de los juicios más relevantes que se han celebrado en el Tribunal Supremo desde hace 2007. Todos los celebrados por la Sala del 61, y de forma muy especial aquellos contra el Partido Comunista de las Tierras Vascas y Acción Nacionalista Vasca, cuya ilegalización impidió que tomaran parte en las elecciones autonómicas, lo cual facilitó que el PSE-PSOE y el PP se pusieran de acuerdo para elegir a Patxi López como lehendakari, el primero no nacionalista de la historia.
Y también los dos juicios que se celebraron en el Alto Tribunal contra el juez Baltasar Garzón –el de las escuchas ilegales a los abogados y a sus clientes de la “Gürtel”, por el que fue condenado, y el de la “memoria histórica”, por el que fue absuelto-.
Yo he presenciado como llevaron a cabo el juicio de la «Operación Puerto» y de cómo se prepararon a fondo leyendo la literatura científica sobre los planos en los juicios. Pusieron muy alto el listón. Desde luego, los que vengan detrás, tienen que arrear, y mucho.
Cómo informar con garantías sobre la Justicia
Los periodistas asignados a «tribunales» suelen tener, en muchas ocasiones, grandes lagunas de conocimiento sobre el campo que les han encomendado cubrir. Para satisfacer esas necesidades de formación, Berbell y Vidales pusieron en marcha este programa. En esencia, es un taller introductorio a la Administración de Justicia. Pensaron específicamente en los periodistas, sí, pero sobre todo, en los contribuyentes, que son quienes pagan, como he escrito antes. Un taller dura entre 6 y 8 jornadas y las imparten –sea en el CGPJ o en los 17 Tribunales Superiores de Justicia- magistrados en activo con experiencia docente. Son gratuitos y se organizan y coordinan desde las oficinas de comunicación del poder judicial en toda España en las sedes judiciales, aunque también se han llevado a cabo en medios nacionales como TVE, Antena 3 Televisión y la Cadena Ser, por citar algunos. Al acabar el taller, los periodistas que han tomado parte en el mismo, reciben un diploma como muestra del interés que se han tomado por aumentar su formación.
Si los padres se desentienden de la Justicia, es posible interesar a los hijos
Supongamos que muchos contribuyentes no encuentran atractivo interesarse por el sistema judicial. Incluso, les aburren especialmente las series de televisión sobre abogados y juicios. ¿Qué hacer en esos casos? Berbell y Vidales pensaron en el programa «Educando en Justicia», dirigido específicamente a alumnos de la ESO, FP y Bachiller. Consiste en visitas a institutos y colegios y, tras una breve introducción con medios audiovisuales, se pone en escena la simulación de un juicio de menores –basado en un caso real- en el que un grupo de alumnos escogidos hacen los papeles de los intervinientes: abogado, fiscal, víctima, acusado, testigos y especialistas. El papel del juez lo hace un magistrado que luego se somete a las preguntas de los estudiantes asistentes. «Educando en Justicia» se ha convertido en un clásico y ha sido exportado a países como Colombia y Paraguay. El objetivo primordial es introducir a los alumnos en la Justicia y en sus conceptos básicos.
Escribir con garantías sobre asuntos judiciales es difícil, pero no imposible
De acuerdo con Metroscopia, la empresa que solía hacer los Barómetros de la Justicia para el CGPJ, sólo uno de cada cuatro personas alguna vez en su vida tendrán una o varios contactos con la Administración de Justicia. Sólo una de cada cuatro. O lo que es lo mismo, tres de cada cuatro ciudadanos jamás pisará un organismo judicial en su vida. La información que les permite formarse una opinión les llega a través de los medios de comunicación y de las películas y series de televisión. Los hacedores de estos últimos productos son los guionistas. Con el fin de “corregir” su visión –muy influida por lo que viene de Estados Unidos-, Berbell y Vidales pusieron en marcha, en colaboración con la Asociación ALMA (Autores Literarios de Medios Audiovisuales) el programa “Escribir en Justicia”. A diferencia del “Informar en Justicia”, a estos guionistas les llevaron a tribunales de todo tipo, donde les impartían el taller, y les facilitaron la visita a calabozos y otros lugares de su interés.
En fin, podría escribir una tercera columna sobre Berbell y Vidales, pero no quiero convertir mis escritos en lo que los clásicos denominaban «discursos epidícticos» o panegíricos. Lo que he intentado ha sido mostrar a universitarios y profesionales que empiezan cómo pueden crear su propio puesto de trabajo, en cualquier campo de actividad, o presentarse con seguridad a cualquier entrevista y mostrar cómo tienen ideas para, partiendo de un estado de cosas insatisfactorio, convertirlo en una realidad atrayente. Lo que han hecho Berbell y Vidales en el campo de la Justicia, vamos.
