En Laudato si, sobre el cuidado de la casa común, el Papa no solo alerta ante el cambio climático actual y sus “consecuencias desastrosas” sino que, además, invita a realizar acciones urgentes ante la degradación social que ha sufrido la Tierra.
Francisco, quien se refiere al planeta en la encíclica como “nuestra casa”, destaca que en la sociedad se encuentra ante una crisis ecológica que es una manifestación de la crisis ética, cultural y espiritual de la modernidad.
A lo largo de casi 200 páginas publicadas en español, el Papa critica a los “poderes económicos” y urge a crear un sistema normativo que incluya “límites infranqueables” y asegure la protección de los ecosistemas.
Del mismo modo invita a los ciudadanos a adoptar un estilo de vida “más sobrio, y menos acelerado y consumista”, así como a un cambio del sistema mundial actual, "insostenible desde diversos puntos de vista".
En las últimas décadas la conciencia ambiental se ha incorporado a las religiones, aunque no todos los sectores están a favor.
