Por otra parte, los videojuegos son empleados por los muchachos como una disyuntiva al aislamiento. El chiquillo alivia sus bravuras con la máquina hasta el extremo de llegar a incomunicarse y le hace extraviar la noción del tiempo, aumentando actitudes violentas.
Clínicas de desintoxicación para adictos a los videojuegos
Al otro lado del marketing
Al otro lado del marketing
Una indagación entre dos mil adolescentes de la comunidad virtual Habbo Hotel destaca a los videojuegos en las preferencias para la carta a los Reyes Magos. Solo un 4% de los muchachos piden libros. Para los padres, el tiempo de ocio empleado con los videojuegos no debería superar una hora diaria. Estos datos corresponden a una investigación efectuada entre cuatro mil padres de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia. Los padres no se involucran, pues seis de cada diez niños juegan solos.