El fruto de esa iniciativa es una guía que introduce una metodología innovadora elaborada sobre la base de las recomendaciones del Task Force on Climate-related Financial Disclosure (TCFD), y que tiene como objetivo aumentar la comprensión de los bancos sobre cómo el cambio climático puede afectar a su negocio y que, de esta manera, puedan mejorar sus análisis de riesgos y también de oportunidades.
Esta mejor comprensión es fundamental para favorecer que la industria financiera sea más transparente sobre su exposición a los riesgos y oportunidades derivados del cambio climático, informe sobre su estrategia para contribuir a la consecución de una economía sostenible, en línea con las recomendaciones del TCFD, y busque involucrar a sus clientes en este objetivo.
La metodología que proporciona la guía está diseñada para:
- Aprovechar los conocimientos, procedimientos, y modelos de evaluación existentes y ya utilizados por los bancos.
- Permitir una mejor evaluación del riesgo —y oportunidades potenciales— que puedan producirse en el futuro en relación a los escenarios de cambio climático.
- Permitir que las instituciones examinen el riesgo y las oportunidades en los distintos escenarios geográficos y sectoriales.
- Ofrecer ideas más allá del horizonte habitual de los test de estrés, determinado en 2-3 años.
Esta metodología pionera ha sido desarrollada con el apoyo de las consultoras Oliver Wyman, Mercer y Acclimatise. En su elaboración también han participado expertos en gestión de riesgos e inversiones, así como científicos especialistas en cambio climático del Instituto Internacional de Análisis Aplicado de Sistemas (IIASA), el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático y la Agencia Internacional de la Energía.
Erik Solheim, responsable de ONU Medio Ambiente, señala la importancia de aplicar estrategias a largo plazo. “Muchos de los desafíos ambientales que enfrenta el mundo, especialmente el cambio climático, se deben a una razón principal: el corto plazo. Los mercados financieros pueden convertirse en un catalizador para la acción en materia de sostenibilidad, pero para ello deben orientarse más a largo plazo. Este cambio de perspectiva es lo que necesitamos para lograr el desarrollo sostenible. Por esa razón, estamos entusiasmados de trabajar con los líderes comprometidos en la industria financiera”, señala.