El objetivo de esa maniobra, según Sánchez Galera, «era ganar tiempo, pues al enviar la denuncia a la Fiscalía se consiguió posponer el caso al menos durante un año, y parece evidente que en junio el Gobierno ya sabía que no iba a aprobar la reforma de la ley del aborto, silenciando la denuncia elevándola a instancias superiores, el Gobierno evitaba un escándalo mediático que implicase a los centros abortistas».
Al mismo tiempo, Sánchez Galera señala que con esta demora se conseguía «no estorbar el negocio de los centros abortistas». La citada denuncia, presentada por Sánchez Galera ante la Guardia Civil, en la que, con casi 20 páginas y apoyada con 28 fotografías y pruebas documentales, recopilaba numerosas sospechas de delito, de distinta consideración, de hasta siete centros abortistas de cuatro Provincias de España.
«Lo que nosotros hemos denunciado y que ellos vieron es algo tan flagrante y tan claro que no deja lugar a la duda.
Todos los que luchamos en defensa de la vida sabíamos que estas cosas pasaban, pero no teníamos los datos y las pruebas suficientes para poder demostrarlo. Destacados políticos reconocieron que si esto saliera a la luz, se generaría un escándalo mediático que forzaría al Gobierno a modificar la ley del aborto, para proteger el negocio de estos centros abortistas», explica Sánchez Galera.
“El niño por nacer es un ser humano a partir de la concepción, y su vida debe ser respetada. Esa vida fue redimida por Cristo, esa vida es un regalo de Dios”, afirma el teólogo suizo, Karl Barth.
Clemente Ferrer