Los datos extraídos del informe ’The future of employment: How susceptible are jobs to computerization?’ ponían de manifiesto que el 47% de los oficios actuales son altamente susceptibles de ser realizados de forma mecánica.
Entre ellos, en la segunda posición de la lista negra, se encontraban los contables y auditores, con un porcentaje del 94% de probabilidades de desaparecer en los próximos 10 o 20 años.Esto que hace tan solo tres años nos parecía ciencia ficción, poco a poco va tomando forma y ya hoy nos parece una realidad cercana.
La tecnología está generando importantes cambios en la profesión: las facturas son digitales; el almacenamiento es en la nube; los cobros y pagos se generan por banca electrónica; las comunicaciones con las Administraciones Publicas se realizan de forma telemática, etc.
La tecnología ha evolucionado muy rápidamente en los últimos años, y todo hace suponer que va a seguir evolucionando a mayor velocidad todavía, a través de Lean Startup y tecnologías como cloud computing o el uso de redes colaborativas, el bigdata, la neurociencia, y otras muchas herramientas, algunas de ellas aún por descubrir.
Peter Diamandis
Vivimos, por lo tanto, en la era de la transformación. Una era en la que lo digital juega un papel crucial, pero no nos engañemos, no es solo un cambio tecnológico, es un cambio de paradigma.
El asesor tiene que encontrar las herramientas necesarias para construir un modelo de negocio orientado al cliente y que le aporte valor añadido.
En un evento celebrado hace poco, el presidente del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España, Fernando Santiago Ollero, afirmó: “Tenemos que dejar de ser asesores y empezar a ser consultores”, pero, incluso, el concepto de consultor se queda pequeño ante la envergadura del cambio.
Del colectivo de “asesores” en sus diferentes modalidades solo sobreviran en los próximos años aquellos que se adapten y reformulen su modelo de negocio para convertirse en “partners operativos de sus clientes”, es decir, profesionales que aporten su conocimiento y experiencia en los distintos procesos de negocio.
Ya nadie va a pagar a un profesional por picar datos o rellenar formularios, esas funciones las realizaran dentro de pocos sistemas expertos que se encargaran de todas estas funciones administrativas en las empresas.