jueves,18 agosto 2022
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Doctrina Monroe: implicaciones sobre la Hispanoamérica del siglo XIX (II)

Mentor, Historiador y Abogado
En la segunda entrega de Doctrina Monroe: implicaciones sobre la Hispanoamérica del siglo XIX se trabaja el origen de esta política
doctrina monroe
Tomado de todomateria.com

Tal como lo propongo en el artículo anterior, la Doctrina Monroe bien puede ser materia de estudio tanto de la Historia como de la Geopolítica.

En este sentido, al realizar una investigación de la Doctrina Monroe desde el enfoque de la totalidad concreta, se logró reconstruir una narrativa histórica totalmente distinta a la que perdura actualmente en el siglo XXI. Dicha narrativa no es nueva ya que fue parte del debate político que existió en el siglo XIX y comienzos del siglo XX tanto en España, Estados Unidos, como en algunas naciones de Hispanoamérica.

Una de las ideas de esta narrativa es la que niega la creencia de que la la llamada Doctrina Monroe es obra de la única mente de James Monroe. Por ejemplo, en 1920, es decir casi un siglo del mensaje de Monroe, Charlemagne Tower señaló al respecto de la autoría de esta doctrina que

«Tampoco surgió espontáneamente del cerebro del Presidente Monroe como resultado de su propio juicio personal en cuanto respecta a la política de su administración, ni de sus conclusiones individuales únicamente para resolver las graves cuestiones políticas de intercambio internacional que se presentaron en su época. (…) otras mentalidades se habían ocupado también en el estudio de estos problemas; hemos visto que el Presidente había llegado hasta consultarlas y discutirlas, por ejemplo, con Jéfferson, Mádison, John Quincy Adams y Calhoum, cuyos respectivos argumentos son bien conocidos.» (1)

Por ende, está fuente indica que la Doctrina Monroe, desde su misma formulación, es la construcción de varios miembros de la élite política estadounidense de comienzos del siglo XIX; quienes expresaron el acumulado de los principios políticos y económicos del pensamiento liberal de su época. En otras entregas publicaremos las fuentes históricas que sostienen la tesis de la creación colectiva de la llamada Doctrina Monroe.

Los coautores de la Doctrina Monroe son parte de lo que bien puede definirse como la mitología de los Padres Fundadores. Estos se destacan históricamente porque enarbolaron y defendieron las banderas de los Estados Unidos contra el peligro de las potencias monárquicas europeas de esta época, mientras escondieron sus pretensiones expansionistas y el peligro que consideraban que para Estados Unidos eran las nacientes repúblicas independizadas de la Corona de España.

Por estas razones, la Doctrina Monroe fue una creación colectiva de la élite estadounidense cuyo fin fue justificar la política expansionista estadounidense del siglo XIX, que fue usada para legitimar la anexión de Texas, la guerra contra México, que dio como resultado el despojo de la mitad del territorio del otrora Virreinato de Nueva España; así como el desmembramiento de la República de Centro América, y otras acciones que concluyeron con la Guerra Hispano Americana.

Es por ello, que la Doctrina Monroe debe ser vista como la formulación de una élite política y económica, más allá de la simple respuesta de un político ejerciendo un mando ejecutivo. De está forma se puede reconstruir como dicha posición política, ya abordada en su concepto en una entrega anterior, puede ser vista como el esbozo de un plan diseñado a comienzo del siglo XIX por Washington para controlar el continente entero.

Doctrina Monroe e implicaciones

Cuando en 1823 planteó su célebre “doctrina” se condenó a las nacientes nuevas repúblicas y a los demás territorios americanos, aún bajo control de España e Inglaterra, a ser víctimas de un expansionismo sin límite ni respeto por el derecho de otros Estados. Así lo reconocen ya en el siglo XX algunos estudios que señalan “Si para buscar un apoyo a la doctrina de Monroe nos remontamos a las fuentes de donde el Derecho Internacional deriva sus principios, lejos de encontrarlo, hallaremos nuevos argumentos para combatirla;” (2) ya que la sola formulación de una conducta política que asegura que todo el continente le pertenece, solo por el simple hecho de defender principios liberales es la negación del derecho ajeno de cualquier pueblo o nación distinto a Estados Unidos de América.

En pocas palabras, la idea que encierra la Doctrina Monroe de que América entera pertenece a los Estados Unidos de América es no solo la negación de los derechos de las potencias europeas sobre las excolonias de España, sino el rechazo tácito de la soberanía de los Estados que nacen del largo y traumático proceso bélico de la Guerra de Independencia.

Además la Doctrina Monroe tiene que ser estudiada en relación con la ideología del Destino Manifiesto, y no por separada de esta última.

Notas

  1. TOWER, Charlemagne. El Origen, significado y valor internacional de la Doctrina de Monroe. Folletos editados en castellano por la Dotación Carnegie para la Paz Internacional División de Derecho Internacional Núm. 1. Washington Estados Unidos, 1920. p. 17
  2. PARIS, Pedro. La Doctrina de Monroe. Tesis de Doctorado número 92. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Ciencias Políticos. Caracas Venezuela, 1907. p. 29

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