jueves,18 agosto 2022
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UNICEF / Edición en inglés / 16 págs

Educación bajo el fuego (El problema de los refugiados según UNICEF)

Redacción
Los crecientes conflictos y la convulsión política en Oriente Medio y el Norte de África impiden que más de 13 millones de niños vayan a la escuela, según el informe "Educación bajo el fuego" que acaba de publicar en inglés UNICEF cuando se agudiza la crisis de refugiados en Europa. Su texto destaca una serie de iniciativas para la resolución práctica, como el autoaprendizaje y espacios de aprendizaje ampliados, que ayuden a los niños a estudiar incluso en las circunstancias más desesperadas.

La crisis europea se ha agudizado la última semana y el Gobierno, tras admitir los primeros pasos para una política común europea y rectificar ahora ante Merkel como en abril ante los sin papeles, como anticipó Ibercampus, está formalmente dispuesto a asumir a más asilados de los 2.749 a los que se comprometió en mayo, antes de que estallara la crisis de los refugiados sirios, pero ha advertido de que por el momento carece de los medios para hacerlo. La cifra definitiva se perfilará este lunes en una comisión interministerial que presidirá la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, formada para aclarar la posición del Gobierno y encauzar las iniciativas tomadas por la sociedad civil e incluso la Iglesia; el Papa Francisco ha recomendado recibir al menos uno en cada parroquia.

Ante la perspectiva de que a España se le exigirá la acogida de 15.000 refugiados, como se adelantó ayer, el Ejecutivo ha señalado que actualmente no tiene capacidad para gestionar todas las solicitudes de asilo. Según el nuevo esquema de reparto de Bruselas, Alemania, Francia y España deberán acoger al 59% de los 120.000 asilados que ahora se concentran en Hungría, Grecia e Italia.

Mientras tanto, este lunes se publica que Austria anuncia que cerrará sus fronteras paulatinamente y Merkel recibe críticas de la oposición. El canciller austriaco, Werner Faymann, afirmó ayer que ha llegado el momento de poner fin a las medidas excepcionales por las que se permitía la entrada de refugiados procedentes de Hungría en Austria y Alemania. "Siempre hemos dicho que esta era una situación de emergencia y que había que actuar rápidamente y con humanidad. Hemos ayudado a más de 12.000 personas y ahora tenemos que apartarnos paso a paso de las medidas de emergencia y avanzar hacia la normalidad conforme a la ley y la dignidad", recalcó el mandatario austriaco tras una conversación con la canciller alemana, Angela Merkel, y una llamada telefónica al primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

Angela Merkel, por su parte, recibió ayer las críticas de algunos de los dirigentes de partidos de la oposición, que le reprochan la receptividad mostrada estos días por Alemania hacia los refugiados que llegan al país desde Hungría. El sector más conservador del partido de Merkel, la CDU, tampoco ve con buenos ojos una decisión que, creen, puede tener efecto llamada.

Por otra parte, mientras siguen produciéndose disturbios en la isla griega de Lesbos por el hacinamiento de inmigrantes, el Papa Francisco, en un gesto que destacan todos los diarios, pidió ayer a la comunidad cristiana que se movilice para ayudar a los refugiados, llamando a las parroquias a acoger familias de inmigrantes.

Como consecuencia de la crisis de los refugiados, entre otros factores, según informa EL MUNDO en su portada, el primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, François Hollande, ultiman los preparativos para sumarse a la coalición liderada por Estados Unidos para bombardear los objetivos del Estado Islámico en Siria. Hasta ahora, los dos países habían participado en los ataques aéreos sobre Irak, pero se mostraban remisos a extender la campaña a suelo sirio por temor a beneficiar al régimen de Bashar al-Asad.

Mensajes del estudio de UNICEF

El estudio está centrado en el impacto de la violencia en los niños en edad escolar y en los sistemas educativos de nueve países (Siria, Iraq, Líbano, Jordania, Turquía, Yemen, Libia, Sudán y Estado de Palestina) que se han visto directa o indirectamente afectados por la violencia.

Los ataques a escuelas e instalaciones educativas –a veces deliberados- son uno de los motivos fundamentales por los que los niños no van a clase.

Solo en Siria, Iraq, Yemen y Libia, cerca de 9.000 escuelas están inutilizadas. En Jordania, Líbano y Turquía más de 700.000 niños sirios no pueden ir a la escuela porque la infraestructura educativa nacional está sobrecargada y no puede asumir una carga extra de alumnos.

El miedo de los profesores, que a veces abandonan sus puestos, y el de los padres, que no quieren mandar a sus hijos a la escuela por motivos de seguridad, son otros factores que han causado que millones de niños estén fuera de las aulas. 

Según el informe, merece más apoyo especialmente la iniciativa No Lost Generation, lanzada en 2013 por UNICEF y otras organizaciones con las que trabaja para impulsar un mayor apoyo internacional a las necesidades educativas y de protección de los niños afectados por la crisis de Siria. 

“Los niños están experimentando el destructivo impacto del conflicto en toda la región”, cuenta Peter Salama, director regional de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte. “No es solo el daño físico que se ha hecho a las escuelas, sino la desesperación que siente una generación de alumnos que ve sus esperanzas y futuro destrozados”.

En Jordania, Líbano y Turquía, países donde se concentran la mayoría de refugiados que huyen de la guerra en Siria, más de 700.000 niños sirios no pueden ir al colegio porque la infraestructura educativa está sobrecargada y no puede asumir una carga extra de alumnos.

"Estaba en quinto cuando empezó la guerra y no he vuelto a clase desde entonces", dice Firas, un joven refugiado sirio de 16 años que vive en el campo de Zaatari, en Jordania.

Para poner remedio a esta situación, desde UNICEF instan a la comunidad internacional, los gobiernos de acogida, el sector privado y otras organizaciones a:

  • Ampliar los servicios educativos informales en los que los niños fuera de la escuela puedan continuar su aprendizaje.
  • Apoyar a los sistemas nacionales de educación de los países afectados por el conflicto para aumentar los espacios de aprendizaje, contratar a más profesores y suministrar materiales educativos.
  • Apostar por el reconocimiento y certificación de los servicios educativos no formales en los países afectados por la crisis de Siria.

"Nuestro informe destaca además una serie de iniciativas que permitan a los niños seguir estudiando incluso en las circunstancias más extremas. Sin embargo, y a pesar de que los niños y padres identifican la educación como una absoluta prioridad, necesitamos más apoyo para poder seguir llevándolas a cabo. Por eso, si quieres puedes donar para ayudar a los niños de Siria", dice la ONG en su página web.

Las escuelas ya no son un lugar seguro

UNICEF resalta que uno de los peores ataques directos contra un colegio en la región se produjo en Yemen, donde 13 miembros del equipo escolar y cuatro niños murieron asesinados en un ataque contra la sala de profesores en la ciudad de Amran, al oeste del país. “El asesinato, secuestro y arresto arbitrario de estudiantes, profesores y personal educativo se han convertido en algo habitual en la región”, decía el informe. La prensa se ha hecho eco este fin de semana de los principales focos de conclicto, que no se limitan a Siria:

Cientos de colegios e institutos yemeníes están cerrados desde marzo, cuando una coalición liderada por Arabia Saudí empezó a lanzar ataques aéreos contra los combatientes huthíes que se habían apoderado de la capital, Sanaa, y diversas partes del país.Según los residentes, las fuerzas de combate han requisado en Yemen al menos siete colegios para utilizarlos como barracas improvisadas o refugios para familias desplazadas.“Los huthíes han convertido las escuelas en barracones, privando a los estudiantes del segundo semestre del año escolar”, declaró un profesor de Sanaa que decía llamarse AbdelHakim. AbdelRab Hassan, director de un colegio de la capital, dijo que “se habían instalado tanques y ametralladoras antiaéreas en los colegios” desde que estallaron los combates en marzo.

En la Franja de Gaza, que sufrió una letal ofensiva militar israelí que duró 51 días el pasado año, la ONU dijo que al menos había 281 colegios que habían sufrido daños y otros ocho habían quedado “completamente destruidos” por los ataques israelíes.“Mis hijos resultaron heridos en un colegio. Tuvieron que ver personas heridas sin manos o piernas, con terribles heridas en rostros y ojos”, el informe citaba las declaraciones de Nivin, madre de dos niños de Gaza.

UNICEF dice también que la violencia en Iraq, donde las fuerzas progubernamentales están combatiendo al grupo del Estado Islámico, ha tenido un grave impacto en la escolarización de al menos 950.000 niños. Detalla cómo 1.200 colegios de las comunidades iraquíes se han convertido en refugio para los desplazados por la violencia, con hasta nueve familias por aula que preparan sus comidas en los patios.

El conflicto ha afectado también a los escolares de Libia, país que sigue tambaleándose desde el derrocamiento en 2011 del dictador Muamar Gadafi, con más de la mitad de los desplazados en medio de un caos en el que sus niños no pueden asistir a clase. En la segunda ciudad del país, Bengazi, la ONU dijo que sólo 65 de los 239 colegios existentes siguen aún en funcionamiento.

En Sudán, la agencia dijo que las altas cifras de familias internamente desplazadas que huyen de la violencia en Darfur y de los estados del sur de Kordofan estaban creando una presión insostenible en la débil infraestructura escolar.

UNICEF hizo un llamamiento para que se mejoraran los servicios educativos informales en los países afectados por los cierres de colegios y que las naciones donantes priorizaran la financiación de la educación por todo Oriente Medio. “Con más de 13 millones de niños expulsados de las aulas por los conflictos, no es exagerado decir que las perspectivas de educación de toda una generación de niños penden de un hilo.”

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