jueves,18 agosto 2022
Espacio euroiberoamericano de diálogo sobre la innovación social, profesional y académica
InicioGobernanza económicaFinanzasEEUU, ya mayor paraíso fiscal que Suiza
Tras la condescendencia de Obama con Apple y tecnológicas

EEUU, ya mayor paraíso fiscal que Suiza

Redacción
EE UU es el paraíso fiscal favorito de las grandes fortunas, ya más que Suiza. El número de cuentas bancarias que se trasladan desde el país helvético se multiplica tras la decisión de no sumarse a los estándares de la OCDE. Pero también influye la nueva relación de condescendencia adoptada por el presidente Obama tras aceptar las presiones de las grandes multinacionales tecnológicas como Apple, Amazon, Facebook, etc

En conferenbcias donde venden sus servicios marcas como Rothschild, el mensaje es que Estados Unidos se presenta libre de cargas fiscales y a hurtadillas de los Gobiernos como “la nueva Suiza”, según informa EL PAIS.

EE UU está emergiendo como un paraíso fiscal de primer orden gracias a su resistencia a las nuevas normativas internacionales de divulgación de información, por lo que ha pasado a ser centro de interés de las grandes fortunas para depositar su dinero. Múltiples intermediarios ofrecen a los más ricos a trasladar sus cuentas corrientes desde las Bahamas o las islas Vírgenes Británicas a Estados como Nevada, Wyoming o Dakota del Sur.

La centenaria institución financiera europea Rothschild, que acumuló fortuna desde la derrota de Napoleón por la información privilegiada, acaba de abrir oficina en Reno (Nevada), a solo unos bloques de distancia de los míticos casinos Harrah y Eldorado. Ahora se dedica a sacar las fortunas de sus clientes extranjeros. La firma así esponde al interés de las familias de todo el mundo por la estabilidad de EE UU y a que sus clientes deben demostrar que cumplen con la normativa fiscal de sus países de origen. Su fideicomiso, añade una portavoz de Rothschild, “no se ha puesto en marcha con la intención de explotar el hecho de que EE UU no haya refrendado los nuevos estándares internacionales”.

Otros también están dando el salto: la suiza Cisa Trust, con sede en Ginebra y especializada en el asesoramiento a los latinoamericanos más acaudalados;  Trident Trust, que movió en diciembre docenas de cuentas de Suiza y las islas Caimán, entre otros, a Sioux Falls (Dakota del Sur); Rokahr y otros asesores sostienen, etc…

Casi siete veces el PIB español de un año, unos 7,6 billones de dólares (trillions americanos) en patrimonios de persona están en paraísos fiscales fuera de los países de origen y si pagaran impuestos a la renta se generarían 190.000 millones de dólares más para los gobiernos cada año, según Gabriel Zucman, profesor asistente de la Universidad de California, Berkeley, y recuerda Oxfam en su reciente informe a la última cumbre de Davos , que citó el trabajo de Zucman, en su reporte Una economía al servicio del 1%. Los bancos suizos siguen salvaguardando unos 1.900 millones de dólares (1.740 millones de euros) de clientes extranjeros, según Gabriel Zucman, profesor de economía en la Universidad de Berkeley, en California. Tampoco queda claro hasta qué punto los casi 100 países que han firmado los acuerdos sobre el intercambio de información de cuentas financieras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) respetan sus obligaciones.

Oxfam ha analizado la información pública disponible sobre más de doscientas empresas, entre ellas las 100 más grandes del mundo y las socias estratégicas del Foro Económico Mundial, y ha encontrado pruebas de que 9 de cada 10 tienen presencia en al menos un paraíso fiscal. Los datos del FMI revelan que la inversión empresarial en paraísos fiscales se ha multiplicado casi por cuatro entre 2000 y 2014. La utilización de paraísos fiscales y de otras prácticas de evasión y elusión fiscal afecta a países de cualquier nivel de renta, también a los más pobres. Se estima que los países en desarrollo pierden cada año al menos 100.000 millones de dólares como consecuencia de la evasión de impuestos por parte de las grandes empresas. 

Para llevar a cabo este análisis, Oxfam comprobó si esas 110 mayores empresas están presentes en paraísos fiscales, y más concretamente en las jurisdicciones más utilizadas para eludir el impuesto de sociedades : las Bermudas, las Islas Caimán, las Islas Vírgenes Británicas, Luxemburgo, Suiza, Irlanda, los Países Bajos, Singapur, Jersey y Panamá, por ejemplo. Y advierte de que quizá esta estimación está considerablemente por debajo de la cifra real, dado que no existe la obligación de publicar información exhaustiva sobre las prácticas fiscales de las empresas. Su conclusión es que hasta que las empresas multinacionales no tengan la obligación de informar de la lista completa de sus filiales, su actividad empresarial y lo que tributan en cada una de las jurisdicciones en las que operan, será imposible registrar exhaustivamente su actividad en los paraísos fiscales 

EE UU es uno de los pocos países del mundo donde los trusts promueven que se muevan fondos asegurando que las informaciones sobre los depósitos no serán divulgadas a las autoridades extranjeras. La oficina de la entidad financiera Rothschild en Reno (Nevada) dice EL PAIS que es pionera en este aspecto.

La "pequeña ciudad más grande del mundo", según se autodenomina, es un lugar original para crear un centro global de fuga de capitales. Si se quisiera rodar una película sobre Las Vegas en 1971, se tendría que rodar en Reno, con sus hoteles y casinos abiertos 24 horas y su arsenal de armas de fuego. Las luces de neón de color rosa de los casinos aún lucen, aunque estén prácticamente vacíos, dado que los viajeros ya prefieren ir a Las Vegas, meca de los casinos en la actualidad, que está a poco más de una hora de vuelo.

Las oficinas de Rothschild Trust North America no son fáciles de encontrar. Están en el 12º piso del edificio en el que se hallaba la vieja sede de Porsche en EE UU, a pocas cuadras de los casinos (como curiosidad, la oficina del fiscal está en el sexto piso del mismo bloque). En la entrada del edificio, sin embargo, no hay ningún distintivo de Rothschild: los clientes tienen que ir dos plantas más abajo, en las oficinas de McDonald Carano Wilson, un bufete de abogados con muchos contactos en la política. Varios exfuncionarios de alto rango de Nevada, el dueño de uno de los casinos más grandes de la ciudad y varios lobistas trabajan allí. Uno de ellos, Robert Armstrong, es directivo de Rothschild Trust North America y uno de los mejores trusts del Estado.

Las personas con mucho dinero se sienten más seguras en depositar sus fondos en EE UU que en otros países

Esta fiduciaria se fundó en 2013 para atender a las familias de extranjeros, particularmente a las que tienen parientes en EE UU, según informa Rothschild. "No ofrecemos servicios legales a los clientes a menos que estemos absolutamente seguros de que sus asuntos fiscales están en orden, y tanto los clientes como abogados tributarios independientes tienen que confirmarnos esta condición", asegura Rees.

Scott Cripps, un abogado experto en cuestiones fiscales que presta sus servicios a Bank of the West, la quinta entidad financiera más importante de California, filial del gigante francés BNP Paribas, es también director gerente de una empresa fiduciaria en Nevada y explica que mover el dinero desde los paraísos fiscales a Nevada es parte del nuevo negocio de Rothschild. "Una gran cantidad de personas está dispuesta a hacer lo mismo", sostiene.

Para clientes ricos extranjeros "la privacidad es muy importante, sobre todo para los que vienen de países donde la corrupción es un problema de primer orden". Una familia turca adinerada utiliza la sociedad fiduciaria de Rothschild para mover fondos de las islas Bahamas a EE UU, añade Cripps. Otros clientes, una familia de origen asiático, ha transferido fondos desde las Bermudas a Nevada. Los clientes, explica Cripps, suelen ser familias de países extranjeros que tienen a sus hijos viviendo en Norteamérica.

El plan contra la evasión fiscal de la OCDE

Durante décadas, Suiza fue la capital mundial del secreto bancario. Pero ahora las cosas están cambiando. En 2007, el banquero Bradley Birkenfeld, del grupo UBS, denunció que su compañía ayudaba a clientes estadounidenses a evadir impuestos a través de cuentas en el extranjero. Los bancos no salieron indemnes del escándalo. Más de 80 entidades, entre ellas las suizas UBS y Credit Suisse, tuvieron que pagar cerca de 5.000 millones de dólares en multas. También estaba Rothschild Bank, que en junio llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE UU en el que admitía haber ayudado a sus clientes a esconder capitales en el exterior y acordaba pagar una multa de más de 11 millones de dólares. Además, tuvo que cerrar 300 cuentas en las que estaban depositados casi 800 millones de dólares.

Para poner fin a estas prácticas, en 2010 el Gobierno estadounidense aprobó una Ley –la Fatca, por sus siglas en inglés– que obliga a las entidades financieras a notificar las cuentas de sus ciudadanos depositadas en el extranjero y que fija fuertes multas en caso de incumplimiento. En esta misma línea, la OCDE elaboró unas normas incluso más severas para descubrir a los evasores fiscales. Desde 2014, 97 países miembros de este organismo —con las únicas excepciones de tres pequeños países (Bahréin, Nauru, Vanuatu) y uno gigante (Estados Unidos)— acordaron aumentar medidas de control y transparencia para las cuentas bancarias depositadas en el exterior.

"Tengo un gran respeto por Barack Obama, porque sin él jamás habríamos conseguido estándares para los informes bancarios", explica Sven Giegold, diputado de los verdes alemanes en el Parlamento Europeo, quien, sin embargo, añade: "Ahora es el momento de que EE UU entregue a Europa lo que los europeos están dispuestos a entregarle". El Departamento del Tesoro de EE UU ni siquiera pidió disculpas por no sumarse al marco de estándares elaborado por la OCDE. "Estados Unidos ha luchado contra la evasión fiscal internacional actuando directamente en las cuentas depositadas en el exterior", afirmó el portavoz del Tesoro estadounidense Ryan Daniels, puntualizando que la iniciativa de la OCDE "está fundamentada" directamente en la Fatca.

La situación actual representa, sin duda, una buena oportunidad de negocio para los operadores financieros. En el borrador de su discurso en San Francisco, Penney escribió que Estados Unidos es "el mayor paraíso fiscal del mundo". Este país, agregó, carece de "los recursos para hacer cumplir las leyes tributarias extranjeras y no tiene muchas ganas de hacerlo".

En 2010, el Gobierno aprobó una Ley que obliga a las entidades financieras a notificar las cuentas de ciudadanos depositadas en el extranjero

Mientras, las compañías no están perdiendo tiempo para aprovecharse de la situación. Bolton Global Capital, una entidad con sede en Boston (Massachusetts EE UU), hizo circular un email con un ejemplo. Un mexicano adinerado abre una cuenta en Estados Unidos, a través de una entidad con sede en las islas Vírgenes. En este caso se deberá enviar a las autoridades estadounidenses solo el nombre de la empresa del mexicano, mientras que el nombre del cliente se deberá comunicar únicamente a las autoridades mexicanas.

La decisión de EE UU de no sumarse a los estándares de la OCDE "representa un importante factor de crecimiento de nuestro negocio", escribió el director ejecutivo de Bolton Global Capital, Ray Grenier, en otro correo electrónico dirigido a los banqueros. La compañía está constatando cómo crece cada vez más el número de cuentas bancarias que se trasladan desde Suiza: la normativa de la OCDE fue "el inicio del éxodo", resumió durante una entrevista.

Blanqueo de dinero

El Departamento del Tesoro de EE UU está planteando estándares de control para las cuentas de extranjeros depositadas en el país similares a los de la OCDE. Estas propuestas, sin embargo, ya fracasaron en pasado por la oposición de un Congreso controlado por los republicanos y los lobbies (grupos de presión) del sector financiero. La cuestión, en definitiva, no solo tiene que ver con la evasión fiscal que ciudadanos extranjeros realizan en sus países de origen, sino también con la entrada de capitales en provienen de actividades ilícitas y que constituyen un intento de lavado de dinero.

Según los datos de la ONU, cada año entran en EE UU al menos 1.600 millones de dólares con esta finalidad. "Ofrecer a los clientes privacidad no es ilegal en Estados Unidos, pero si las entidades financieras saben que sus clientes está infringiendo las leyes de sus países de origen, entonces deben actuar", señala Scott Michel, abogado experto en derecho tributario de la firma Caplin & Drysdale, en Washington.

Rothschild cree que las medidas que se toman para asegurarse que las cuentas de los clientes estén debidamente declaradas son "particularmente exigentes". El banco "se adhiere a las normas, los impuestos y los vínculos legales de cada contexto donde opera", asegura una portavoz de la entidad.

Penney, un abogado que trabaja desde hace tiempo para Rotschild llevando a cabo operaciones fiduciarias en la pequeña isla británica de Guernsey, tiene 56 años y es directivo de la compañía Rothschild Wealth Management & Trust, con sede en Londres. Maneja unos 23.000 millones de dólares, propiedad de unos 7.000 clientes afiliados a oficinas en Milán, Zúrich y Hong Kong. Hace unos años fue elegido "trust del año" por un núcleo selecto de asesores financieros británicos.

En un borrador de su charla en la conferencia de septiembre en San Francisco, titulada "Utilizar el marco fiduciario de Estados Unidos en una óptica de planificación internacional: diez hazañas asombrosas para impresionar a clientes y asociados”, Penney especificó cómo evitar legalmente que un cliente tuviera que pagar impuestos en Estados Unidos y tener que divulgar sus datos a su país de origen.

Penney mencionó el ejemplo de un inversor chino, un tal Wang, residente en Hong Kong y originario del gigante asiático, preocupado por que las autoridades chinas pudieran llegar a conocer su fortuna. Colocando sus fondos en una sociedad de responsabilidad limitada en Nevada, a su vez de propiedad de un fiduciario de Nevada, el efecto es evitar pagar impuestos en Estados Unidos, consideró Penny. No habría formulario al que no se pudiera contestar con: "Ninguna información significativa para el intercambio de informaciones, según los acuerdos entre Hong Kong y Estados Unidos", concluía Penney.

Rothshchild considera que el texto del discurso fue revisado antes de que Penney pudiera pronunciarlo y que en la versión final de la ponencia habían desaparecido los pasajes controvertidos. Por ejemplo, que Estados Unidos es el "mayor país fiscal del mundo"; que su actitud para hacer cumplir las leyes tributarias de otros países es laxa, y que tiene una concepción de “privacidad” doble.

"La ponencia se preparó en respuesta a una petición de los organizadores que querían argumentos controvertidos para animar el debate entre expertos y profesionales", argumentó Rees. "Por eso, cuando se revisó la ponencia, las partes controvertidas fueron eliminadas al considerarse que no representaban a Rothschild ni a la misma opinión de Penney. Por lo tanto, se borraron".

Lista de paraísos fiscales para la impunidad

La Comisión Europea publicado el pasado verano, antes de su última iniciativa contra la impunidad fiscal de Apple y otras grandes multinacionales, una ´lista negra´ paneuropea de paraísos fiscales, en la que figuran 30 países o territorios considerados como no cooperativos en materia de lucha contra el fraude y la evasión fiscal. Cuatro de los paraísos fiscales se encuentran en Europa: Andorra, Mónaco, Liechtenstein y la isla de Guernsey, en el canal de la Mancha, territorio dependiente de Reino Unido.También figura en la lista Panamá.

La lista negra de paraísos fiscales es la principal novedad del plan de acción para combatir la evasión fiscal presentado por el Ejecutivo comunitario. Otra de las iniciativas previstas en el plan son la reactivación del proyecto de crear una base común del impuesto de sociedades en la UE, para lo que presentará una propuesta revisada a principios de 2016.

Esta medida está bloqueada desde 2011 por los desacuerdos entre los Estados miembros y la Comisión quiere ahora hacerla obligatoria para las multinacionales. Finalmente, Bruselas ha lanzado una consulta pública para decidir si fuerza a las empresas a hacer públicos los impuestos que pagan país por país. En cuanto a la lista negra paneuropea, el Ejecutivo comunitario no ha decidido cuáles son los países que figuran en esta lista, sino que se ha limitado a recopilar a los que aparecen en al menos 10 de las listas nacionales de los Estados miembros.

Bruselas considera que la actual estrategia "fragmentada" de la UE contra los paraísos fiscales no funciona a la hora de frenar la elusión fiscal por parte de las multinacionales, porque no todos los países tienen una lista negra y no todos los que la tienen adoptan represalias contra los paraísos fiscales incluidos. "Una posición fuerte de la UE contra los paraísos fiscales daría a los Estados miembros mayor fuerza para resistirse a la erosión de sus bases tributarias", ha dicho el comisario de Asuntos Económicos.

La publicación de esta lista, ha proseguido, es un "paso decisivo para obligar a las jurisdicciones de fuera de la UE a cooperar más y adoptar los estándares internacionales", en particular sobre intercambio de la información.

En caso contrario, el Ejecutivo comunitario está dispuesto a coordinar posibles represalias a escala de la UE contra los paraísos fiscales. El resto de países incluidos en la lista negra elaborada por Bruselas son Brunei, Hong Kong y Maldivas en Asia; Liberia, Mauricio y Seychelles en Africa; las islas Cook, Nauru, Niue, las islas Marshall y Vanuatu en Oceanía; y Anguila, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belize, Bermuda, las islas vírgenes Británicas, las islas Caimán, Granada, Montserrat, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, las islas Turcas y Caicos y las islas vírgenes de EEUU en el continente americano.

Otras informaciones ajenas a Ibercampus sobre el tema:

 

 

De interés

Artículos Relacionados

Centro de preferencias de privacidad