jueves,18 agosto 2022
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Neil deGrasse Tyson

´EEUU ya no es líder en ciencia´

Luis Quevedo (El Mundo)
Neil deGrasse Tyson es el comunicador de la ciencia más célebre de su generación. Astrofísico, director del planetario de Nueva York y protagonista de la reciente reencarnación de la televisiva Cosmos que consagrara a Carl Sagan en los años 70, Tyson es también autor de un buen número de ensayos de divulgación. En sus libros, mezcla de geniales referencias a la cultura popular y una capacidad de expresión digna del mejor encantador de serpientes, consigue encandilar a cualquer audiencia.

Acaba de publicar en España Orígenes (Paidós), donde, junto a la pluma del escritor científico Donald Goldsmith, logra una particular cuadratura del círculo: no escribir el enésimo ensayo científico perecedero que, mientras pormenoriza los transitorios y más recientes avances en un área concreta de la ciencia, pierde de vista las grandes preguntas.

En Orígenes deja clara la importancia de la exploración científica y, sin embargo, los presupuestos para investigación decrecen. ¿Qué está funcionando mal?

Yo nací en EEUU en un tiempo en el que estábamos en la cumbre. Tras la Segunda Guerra Mundial, tras ir a la Luna… Después de proezas imposibles que conseguimos gracias a la aplicación innovadora de la ciencia y la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Pero luego, cuando uno ya está en la cumbre y no sabe lo que fue necesario para alcanzarla, puedes volverte…

¿Perezoso?

Sí, gordo y perezoso. Metafóricamente.

Y quizá físicamente también.

[Risas] Sí, un poco también. Perezoso no es la expresión más adecuada, yo diría complaciente. Nadie te recuerda que tuviste que esforzarte para llegar donde estás ni que tienes que esforzarte para mantenerte allí. Hoy veo que EEUU está perdiendo terreno frente a otros países que tardaron mucho en empezar a innovar tecnológicamente. Uno podría decir que hay culturas avanzadas espiritual, cultural o artísticamente. Pero puedo decirte, sin una sombra de duda, que a pesar de lo espiritualmente, artísticamente o arquitectónicamente avanzada que esté una cultura, nada de todo ello contribuye a la salud, la riqueza y la seguridad del Estado como la ciencia. En el mundo donde yo nací, EEUU lideraba en innovación, ciencia y tecnología, y ahora no es así.

¿Cómo se posiciona en el choque ciencia-religión?

No lo hago. Yo no tengo una postura sobre nada. Soy un educador. Los educadores, si son buenos, no tienen una postura sobre nada, te educan para que puedas tener una postura informada por ti mismo.

¿Qué hay de la continua polémica sobre la enseñanza de la evolución en EEUU?

No hay ninguna tradición en la que científicos, ni siquiera ateos, le digan al predicador o al párroco lo que tiene que enseñar en catequesis. En ninguna sociedad libre del mundo sucede. En los últimos tiempos en EEUU, comunidades religiosas, típicamente fundamentalistas, intentan influir en el currículum escolar de ciencias. Si lo que pones en clase de ciencia no es ciencia, la gente no se convertirá en los científicos que innovarán y serán responsables de las economías emergentes del s. XXI. Estás llevando a la bancarrota a tu Estado.

España no ha tenido tantos éxitos en la ciencia como la cultura anglosajona. ¿Por qué ustedes sí y nosotros no?

Mi escuela secundaria -The Bronx High School for Science- cuenta con ocho premios Nobel entre sus graduados. Tantos como tu país entero. Eso me perturbó. Yo pensaba que ir a por un problema sin solución y trabajar en él aunque no lo consigas era algo normal. Pero resulta que no. Esa es una comparación interesante entre las mentalidades de EEUU y España.

¿De modo que no se puede aprender si el motivo percibido del fracaso es la incompetencia?

Hay un dicho en mi campo: «El día que dejas de cometer errores es el día que abandonaste la frontera». La frontera debe ser el lugar donde se cometen los errores porque nunca nadie ha estado allí antes.

Lea la entrevista completa en El Mundo

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