"El aumento de la desigualdad que muestran todos los indicadores revela que la crisis ha golpeado con mayor dureza a la clase media y a los grupos sociales más desfavorecidos, demostrando la debilidad de las políticas sociales implementadas, así como la no correlación directa entre crecimiento de PIB y disminución de la pobreza", señala el estudio, presentado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN).
La privación material severa ha aumentado un 38%, lo que se traduce en más personas con dificultades para alimentarse adecuadamente, más hogares donde se retrasa el pago de gastos relacionados con la vivienda principal, más personas que no pueden mantener su vivienda a la temperatura adecuada o que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos.
Durante los años de la crisis, la población con privación material severa ha crecido en más de 800.000 personas, llegando a casi tres millones, casi el mismo número de personas en situación de pobreza severa (6,1% de la población).
Durante los años de la crisis, la población con privación material severa ha crecido en más de 800.000 personas
Desde un punto de vista territorial, destaca una gran desigualdad entre las diferentes comunidades autónomas y en general señala que "el norte soporta tasas menores de pobreza y/o exclusión social, y el sur, mayores".
Navarra, País Vasco y Aragón tienen tasas inferiores al 20%, mientras que Canarias, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía entre el 35 % y el 39 %.
Destaca la situación de la ciudad autónoma de Ceuta, en la que casi la mitad de su población (el 47 %) vive en riesgo de pobreza y/o exclusión social.