jueves,18 agosto 2022
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Por los recortes y la caída de la inversión en el sector

España estará a la cola de la UE en educación, según las cajas de ahorros

Redacción
La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) señala en un informe que los ajustes contemplados en la Actualización del Programa de Estabilidad 2015-2018 son ambiciosos pero factibles, aunque añade que llevarán a España a situarse en 2018 a la cola de la Unión Europea en inversión en educación. Esta conclusión forma parte del estudio de Funcas "Estabilidad fiscal: ¿será suficiente con la mejora de la coyuntura económica"?, firmado por el catedrático de Economía Aplicada Santiago Lago Peñas.

El autor llama la atención sobre las perspectivas de gasto en educación hasta 2018, año en el que la inversión en este apartado se situaría en el 3,7% del PIB (tres décimas menos que en 2013). El gasto en educación bajaría el 4% del PIB en 2013 al 3,7% en el 2018, mientras que para el de salud la reducción sería del 6% al 5,3% del PIB.

Según las estimaciones del informe, esta cifra colocaría a España "en los puestos de cola" de los países de la UE y la OCDE.

"Teniendo en cuenta la evidencia sobre una menor eficiencia en la utilización de los recursos (de España respecto a otros países), el panorama es sombrío e incoherente con la relevancia que la Comisión Europea otorga a la inversión educativa", dice el informe.

También subraya el descenso del gasto en sanidad, que en 2018 se situaría en el 5,3% del PIB frente al 6% de 2013, y afirma que los planes para la salud del Programa de Estabilidad suponen "la congelación del gasto en términos corrientes y una brecha significativa con los países del entorno".

En general, el experto de Funcas considera que el horizonte de la consolidación fiscal hasta 2018 es factible, pero "ambicioso y sujeto a riesgos no desdeñables", y advierte de que las estimaciones del déficit público planteadas por el Gobierno "son más optimistas" que las de organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), la Comisión Europea o el FMI.

Entre 2015 y 2018, la caída proyectada en el déficit público es de 5,4 puntos del PIB, de los cuales el 31% serían consecuencia de las medidas del Gobierno y el 69% restante estarían asociados a la mejora de la coyuntura económica y a otros factores.

El informe asegura que tras la dura recesión que ha afectado a España entre 2009 y 2014, se requiere ahora "un largo periodo de expansión económica" para normalizar los indicadores laborales, rebajar los ratios de deuda pública y exterior y contribuir al cumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal, unas tareas que el Gobierno ha afrontado con más "ambición" que "prudencia".

En este sentido, el estudio dice que los planes de reducción del déficit para el bienio 2017-2018 están sujetos a una "mayor incertidumbre" porque dependen de que se mantenga el crecimiento, la coyuntura económica favorable y también de las acciones del siguiente Gobierno, entre otros aspectos.

También advierte de que la consolidación planeada por el Ejecutivo hasta 2018 renuncia a incrementar significativamente los ingresos y añade que algunas medidas de ahorro "no aparecen perfectamente definidas" y "resultan inciertas".

Asimismo, señala que han vuelto las dudas sobre los resultados de las comunidades autónomas, tras las desviaciones en la ejecución de los presupuestos de 2014.

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