El hallazgo ha coincidido con el anuncio de que la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) y la Asociación Europea de Investigación sobre Cáncer (EACR) organizan este foro español de septiembre, al que se espera casi 25.000 asistentes entre el 8 y el 12 de septiembre. España es el segundo país que más estudios presentará en el congreso, que ha recibido ya un 13% más de comunicaciones que en la edición del año pasado (3.200 abstracts). ESMO anuncia que su congreso se celebrará en Barcelona en 2019.
Fecha de Inicio: 08:00 del 08 de septiembre de 2017
Fecha de Fin:12 de septiembre de 2017
Lugar de celebración: Comunidad de Madrid, Madrid
Entidad organizadora: ESMO
Persona de contacto: María Vale
La doble hélice de ADN sobre bases nitrogenadas y números binarios. / Jonathan Bailey, National Human Genome Research Institute
En 2013, la inmunoterapia contra el cáncer, un tratamiento que ayuda a las defensas del propio organismo a atacar a los tumores, fue reconocida por la revista Science como el mejor avance científico del año gracias a los progresos logrados en esta área.
Sin embargo, según un reciente estudio, publicado en la revista Lancet, el 80% de los pacientes expuestos a esta terapia no obtienen beneficios prolongados. Las células cancerosas se vuelven resistentes a la medicación y en muchos casos ni reaccionan a ella, explican los expertos.
Para mejorar la eficacia de estos fármacos en un mayor número de enfermos, un equipo de investigadores estadounidenses, liderado por Nicholas Restifo, ha estudiado la genética de las células cancerosas para averiguar el papel que desempeña en la inmunoterapia.
El trabajo, realizado por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) y publicado ahora en la revista Nature, ha identificado, mediante el empleo de tecnología de edición genética CRISPR, más de 100 genes vinculados con la destrucción de tumores por linfocitos T –un tipo de célula del sistema inmunitario capaz de romper células cancerosas–.
Acelerar el desarrollo de nuevos fármacos
Una vez identificados estos genes, los expertos han buscado más evidencias que confirmen el rol que juegan estas unidades genéticas en la vulnerabilidad de las células cancerosas ante estos tratamientos.
Para ello, han analizado el perfil genético de 11.000 pacientes del Atlas del Genoma del Cáncer (TCGA) –un proyecto que cataloga los cambios moleculares responsables de la aparición de cáncer–, y las respuestas de sus células tumorales a la inmunoterapia.
Los investigadores han constatado que numerosos genes identificados a través de CRISPR están asociados con la citólisis de células cancerosas por linfocitos T, es decir con su muerte.
Shashank Patel, primer autor del estudio comenta: “Hemos observado que muchos más genes de los que esperábamos desempeñan un rol vital en el éxito de las inmunoterapias contra el cáncer”.
Estos hallazgos suponen el punto de partida de futuros estudios sobre la resistencia de los tumores cancerígenos a los linfocitos T, y una posible mejora en la eficacia de las inmunoterapias.
“En el momento en el que estos genes sean validados en pruebas clínicas, se podrá mejorar la efectividad de los tratamientos inmunológicos contra el cáncer”, asegura Restifo.
“De hecho, en un futuro, estos conocimientos podrían acelerar el desarrollo de nuevos fármacos capaces de evitar los mecanismos de escape de las células tumorales, y así ayudar a que los pacientes experimenten respuestas satisfactorias”, concluye el autor.
Referencia bibliográfica:
Shashank J. Patel, Neville E.Sanjana, et al. “Identification of essential genes for cancer immunotherapy”. Nature. (2017)