Se trata, como ha informado Ibercampus.es otros años, de un repetido y que parece eterno fraude de ley que los sindicatos y los inspectores de Trabajo han denunciado de manera reiterada, sin que los gobiernos de turno articulen medida alguna para evitar esta diáspora laboral, a pesar de la situación de déficit economico de la Seguridad Social española. Coincide, además, con las vacaciones que les corresponden a los trabajadores, aunque empieza a extenderse la práctica de contratar a los profesores por nueve meses, es decir, sólo por el periodo lectivo.
En el presente verano de 2019 todo parece indicar que se superarán ampliamente los 200.000 empleos afectados por estas prácticas solo dentro del sector educativo. El año pasado, la educación fue así nuevamente la actividad económica dentro del Régimen General donde más empleo se destruyó en agosto, con 57.706 cotizantes menos. El año previo de 2017 la educación aportó un tercio a la caída de afiliaciones en agosto, 179.485, y el paro subio otra vez, al destruir de 56.906 empleos, mientras que el año anterior en agosto el sector educativo se comportó algo peor, pues destruyó casi la mitad de los 144.997 afiliados perdidos entonces por la Seguridad Social.
De esta forma, las empresas y centros concertados se ahorran el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social en los meses estivales. Además, en muchos casos, trasladan la carga económica a la caja del paro, ya que los trabajadores que acumulen, al menos, un año de cotizaciones podrán cobrar la prestación durante estos meses y el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) correrá, además, con sus cotizaciones durante este tiempo.
En lo que va del presente verano de 2019 el sector educativo ha perdido ya 162.039 trabajadores afiliados en los meses de junio y julio, el segundo dato más alto de la última década, según datos recogidos en la Seguridad Social por Laura Olías y Raúl Sánchez de eldiario.es. Es la actividad que más empleo destruye en verano, con motivo de las vacaciones escolares, lo que habla de la fuerte temporalidad y precariedad de sus plantillas.El foco de la destrucción de empleo se encuentra en el sector privado, mientras que en el sector público la reducción de trabajadores se concentra entre los interinos.
De los 162.039 trabajadores que salieron del sector educativo en lo que llevamos de verano (en el Régimen General, sin contar a los autónomos), casi el 83% proceden del sector privado y el 17%, del público. Desde 2014, primer año para el que la Seguridad Social aporta el desglose según el sector de procedencia de los trabajadores, el sector privado cada vez destruye más empleos al llegar el periodo estival.
Dentro de la categoría de "Educación" como actividad económica, la Seguridad Social incluye a un gran número de profesionales. Desde los profesores de educación infantil a la universidad, así como profesionales empleados en la llamada educación no reglada, como la "educación deportiva y recreativa", "educación cultural", academias de clases particulares y los profesores de autoescuelas, entre otras.Además, no todos los trabajadores son personal docente, ya que se incluye en esta categoría a otros empleados del sector educativo, como las personas encargadas de la limpieza y el mantenimiento de los centros y las que se ocupan del comedor, por ejemplo.