Las asociaciones profesionales recomendaban a los despachos aplicar tarifas máximas muy elevadas, pese a que los pleitos eran repetitivos y se hacían demandas tipo, que no requerían gran trabajo y dedicación. El sobreprecio lo pagaba el banco cuando perdía el juicio, que era el resultado la mayoría de las veces.
La CNMC, que actúa tras una denuncia de Bankia, ve "indicios racionales de la existencia de conductas prohibidas". Así, mientras Bankia pagaba a los abogados 800 euros por pleito, los bufetes aplicaban más de 3.800 euros, que acababa pagando la entidad en concepto de costas al fallarse en su contra.
El Consejo General de la Abogacía emitió un comunicado rechazando la acusación y señaló que los colegios "simplemente han ejercido la función que tienen legalmente encomendada" de "emitir informes en asuntos de tasación de costas a petición de los juzgados" que "no son vinculantes". Informó de que "se ha solicitado un informe a los servicios jurídicos para que analicen el informe de Competencia" y que no descarta emprender "las acciones legales que correspondan contra quien resulte responsable de denuncias falsas".