jueves,18 agosto 2022
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El Cambridge, ejemplo para el certificado único del español

Innovaciones hasta la certificación del inglés

Redacción
La estrategia "just in time" ha sobrepasado el mundo de la moda y ha llegado al sector de la educación. Con 5 millones de candidatos al año en más de 130 países, la seguridad, inmediatez y precisión son alguna de las claves del éxito de Cambridge English Language Assessment. Un escrupuloso sistema que permite certificar con el Cambridge First, Advance y Proficiency examinations en menos de cuatro semanas.

A lo largo de todo el mundo, miles de universidades, empresas y organismos gubernamentales utilizan la certificación de Cambridge English Language Assessment para evidenciar el nivel de inglés. Lo que muchos no conocen, es que detrás de un riguroso examen de idiomas existe un complejo entramado de procesos de elaboración, distribución y desarrollo que permiten preservar la validez del sistema de calificación. Innovaciones que deberían analizar e imitar los promotores del anunciado certificado único del español a competir con el TOEFL, que será digital y se anuncia para enero próximo.

Con la base de operaciones a una hora de Londres, en la conocida población universitaria de Cambridge, los exámenes se llevan a cabo por un gran equipo de profesionales. Este asegura la máxima calidad y fiabilidad del sistema, que va desde la elaboración del examen a la certificación del candidato. En una primera fase, el departamento de evaluación, compuesto por una plantilla de 120 personas encargadas de la producción de 3500 examen diferentes, testa los diferentes formatos de exámenes. Según Nigel Pike, el Director de Evalucación “No es tan importante el volumen de exámenes, sino la calidad de la evaluación”. Las preguntas de los exámenes son desarrolladas por colaboradores externos afines a los contenidos de los programas de aprendizaje (profesores, autores de libros de textos, directores de centros de educación etc.). Es luego el departamento de pre-evolución, con una base de datos de 400.000 preguntas distintas, el encargado de asegurar que las preguntas y tareas propuestas en los exámenes determinan una medida exacta de los conocimientos reales de las personas evaluadas.

En la fase de ejecución de los exámenes están implicados diversos actores encargados de asegurar que la prueba llega al candidato bajo unas estrictas medidas de seguridad, a la vez que garantiza que se desarrolla dentro de un protocolo que legitima que se efectúa en igualdad de condiciones y evitando que los candidatos puedan sentirse tentados a hacer trampas. El departamento de psicometría y servicios de datos analiza rigurosamente todos los protocolos de seguridad, desde los diferentes gadgets con los que se puede hacer trampas hasta la estructura y montaje de las salas, donde se desarrollan los exámenes (distancia de separación de las mesas, localización de los candidatos, material permitido durante el examen, tiempos etc). El jefe de Psicometría y Análisis de Datos, Ardeshir Geranpayeh, asegura que “evitando las trampas se asegura la confianza en el examen”.

Por otro lado, el departamento de las redes, encabezado por Juliet Wilson, es el encargado de la atención a las personas involucradas en el sistema de examinación: profesores, candidatos, escuelas y centros de examinadores. Esta unidad gestiona, dos call centers uno recinetemente abierto en Filipinas, encargados de resolver las dudas acerca del sistema 24 horas 7 días a la semana. También, gestiona la red de inspectores encargados de asegurar que 2.800 centros examinadores y 40.000 centros de preparación cumplen con las criterios establecidos por el Cambridge Assessment.

Sin embargo, una de las joyas de la corona de este rigurosos entramado es el centro de impresión, distribución y recepción de exámenes: el llamado centro de distribución DC10. Con 5.500 pallets es el centro neurálgico del proceso que permite que un candidato reciba sus resultados y certificado en menos de 4 semanas.

En este centro existen unas extremas medidas de seguridad: sólo puede entrar personal autorizado, no está permitido el uso de cámaras y los certificados se guardan bajo llave. De ahí salen los exámenes en blanco y se reciben los exámenes ya hechos, listos para ser corregidos. La empresa Canon es la encargada de imprimir los exámenes, mientras que la innovadora maquina italiana Stigma cuenta y empaqueta los 40.000.000 de exámenes pertenecientes al complejo entramado de Cambridge Assessment.

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