El País: Isidoreo Álvarez, un empresario emblemático
Con Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés, desaparece uno de los empresarios de la distribución comercial más importantes de Europa. Tras suceder a su tío Ramón Areces, los 25 años de la etapa encabezada por Álvarez se habían convertido en el paradigma de los modelos de comercio al por menor. Su marca es un valioso intangible, que trasciende a la propia personalidad de los directivos. La ausencia de Álvarez se dejará sentir. Ahora se abre una fase nueva en el grupo empresarial.
En apenas una semana han desaparecido dos de los empresarios españoles más emblemáticos y representativos de la transformación de la economía en las últimas décadas. Tanto el Banco Santander como El Corte Inglés, a pesar de su gran dimensión, tratan de mantener el control familiar en un contexto global en el que las necesidades de capital crecen y con ellas las posibilidades de mayor movilidad en los órganos de gobierno de las empresas. Del mantenimiento de la senda exitosa que las ha definido dependerá no solo la preservación de la saga familiar al frente de las mismas, sino dos de las principales referencias empresariales de España.
ABC: Adiós a otro gran empresario
En apenas cinco días, la clase empresarial española ha despedido a dos de sus grandes protagonistas. Tras el fallecimiento, el martes pasado, de Emilio Botín, presidente del Banco Santander, ayer se produjo el de Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés, ingresado desde hace varios días en un hospital madrileño. Figuras en gran parte paralelas, compartían generación y formas de entender su compromiso personal con el trabajo, sin horario ni condiciones.
Una empresa de la solidez de El Corte Inglés debe abordar esta nueva etapa de su vida despejando las incógnitas sucesorias con la misma vocación de estabilidad y confianza que primero Ramón Areces y luego Isidoro Álvarez imprimieron a su gestión. Al producirse sus fallecimientos, es cuando más nítida se hace la gran dimensión de personajes como Emilio Botín o Isidoro Álvarez y mayores son los motivos para seguir confiando en la capacidad de España para generar empresarios con energía especial, creadores de proyectos que trasciendan lo empresarial y se impliquen en el bienestar general de los españoles.
El Mundo: Una empresa de éxito que busca acomodo en Internet
Con la desaparición de Isidoro Álvarez se va algo más que un presidente de un gran grupo empresarial. Finaliza una época y una forma de gestionar un negocio, El Corte Inglés, que ha supuesto un éxito absoluto en los últimos cincuenta años. El Corte Inglés es, en España y fuera de ella, el paradigma del concepto de venta a través del modelo de grandes almacenes, hasta el punto que forma parte del imaginario colectivo.
Al sucesor de Isidoro Álvarez le va a tocar ahora la ilusionante tarea hacer mucho más competitivo al grupo y eso no se consigue sólo con reestructuraciones que incrementen la rentabilidad. El Corte Inglés necesita modernizar su modelo societario, por ejemplo, dando entrada a nuevos accionistas institucionales en el capital y sin descartar la bolsa tantas veces rumoreada. A la vez, debería repensar algunas de sus líneas de negocio, analizar en profundidad sus modelos de distribución y conocer a fondo los hábitos de consumo de las nuevas generaciones, sobre todo en lo que se refiere a internet.
La Razón; Uno de los grandes
Con la muerte de Isidoro Álvarez, España pierde no sólo a un gran empresario, sino a un hombre íntegro y de sólida formación universitaria, que supo situar su empresa en los puestos de cabecera de la distribución comercial. Álvarez deja un legado inestimable, no solo en España, sino a nivel internacional. El nombramiento de Dimas Gimeno garantiza el futuro de una firma, El Corte Inglés, que se ha convertido en santo y seña de la identidad de España.
La Vanguardia: Un gigante del comercio
Isidoro Álvarez vivió muy de cerca y participó activamente en el desarrollo de El Corte Inglés junto a su tío desde muy joven, cuando entró a trabajar en la empresa a los 18 años mientras cursaba la carreras de Económicas y Empresariales, en las que obtuvo premio Extraordinario. La calidad, la innovación, la garantía y la atención al cliente han sido su norte para triunfar frente a los competidores y para hacer de El Corte Inglés el gran imperio comercial que es hoy en día, muy presente en la vida diaria de los ciudadanos españoles y que goza de un elevado prestigio internacional. El mundo económico llora la pérdida de uno de los grandes empresarios -un gigante del comercio- que han contribuido al progreso del país.
El Periódico: El triunfo de la discreción
Mantener el espíritu familiar, basado en la discreción y en el compromiso con una empresa, será sin duda el gran reto del sucesor de Isidoro Álvarez. Los valores que encarnó siempre serán garantía de éxito, pero los colosos en la era de la globalización también están cada vez más obligados a pasar de la discreción a la transparencia para poder mantenerse en primera línea.
El Economista: El artífice de la renovación
La incorporación constante de productos y servicios, la creación de nuevos espacios atractivos para el cliente y su adaptación para atraer consumidores diferentes han sido las claves de crecimiento de El Corte Inglés durante estos años. Isidoro Álvarez ha sido el responsable del lanzamiento de cadenas ya plenamente consolidadas como Sfera o Supercor, y de entrar en otros segmentos donde grandes grupos ya se habían posicionado. Su labor y prestigio en el sector de la distribución comercial serán ampliamente recordadas.
Cinco Días: La consistencia de un hombre discreto
La historia del comercio en España no se entiende sin El Corte Inglés, del que Isidoro Álvarez era su alma. El destino ha querido que su fallecimiento coincida en el tiempo con el de otro modernizador, Emilio Botín, en este caso de la banca española. Con la muerte de los dos, España está hoy un poco más huérfana.
