El líder del PP, Mariano Rajoy, tras jurar este lunes su cargo de presidente del Gobierno ante Felipe VI a las 10.30 horas en el Palacio de la Zarzuela, ante sendos ejemplares de la Biblia y la Constitución española, el jueves por la tarde, ya como presidente del Gobierno, dará a conocer los nombres de las personas que formarán parte de su nuevo Ejecutivo, que el viernes de esta misma semana celebrará su primer Consejo de Ministros en La Moncloa.
Uno de los ministros más citado como probable para repetir es el de Justicia, Rafael Catalá, quien pese a los muchos juicios y escándalos por corrupción desde que sustituyó al dimitido Galardón ha salido incluso mejor parado que el sucesor de Wert al frente de Educación. Catalá actuó en la nueva jura de Rajoy como notario mayor del Reino, acto en el que se leyó el Real Decreto publicado en el BOE con el nombramiento de Rajoy tras su firma por el Rey y con el refrendo de la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
Dirigentes del PP aconsejan a Rajoy un relevo generacional
Prácticamente todos los diarios impresos especulan sobre el carácter y la composición del Gobierno que deberá elegir Mariano Rajoy para encarar la legislatura que ahora comienza. Así, EL PAÍS asegura que varios dirigentes del PP están aconsejando a Rajoy un relevo generacional en su equipo para la nueva etapa política. El líder popular, dice el diario, no ha compartido sus ideas con nadie pero sí escucha y recibe aportaciones. Los dirigentes populares de la anterior generación a Rajoy, entre los 40 y los 50 años, muchos ya en puestos secundarios del poder, se hacen notar y presionan para que aplique sin falta un relevo que rejuvenezca el Ejecutivo. Jorge Moragas, Álvaro Nadal, Francisco Martínez, José María Lasalle, Tomás Burgos, Susana Camarero, Isabel Borrego, José Luis Ayllón, Jaime García Legaz o Íñigo Fernández de Mesa son todos secretarios de Estado y tienen entre 40 y 50 años y varios trienios de experiencia en cargos políticos y de gestión. Otros dirigentes autonómicos y del partido de la misma hornada, como Juan Manuel Moreno, Ignacio Echániz o Sandra Moneo, llevan años trabajando en su entorno y pidiendo paso de forma discreta, señala EL PAÍS. Este diario también asegura, en otro orden de cosas, que el PP corteja al PNV para tener su apoyo en el Congreso y hacer más fácil así la gobernabilidad.
Respecto a la composición del Gobierno, EL MUNDO señala que Mariano Rajoy "encaja el puzle a solas", no ha hablado con ninguno de los futuros ministros y esperará al último minuto, justo antes de informar al Rey. En este sentido, dice El MUNDO, Rajoy tiene absolutamente descartado consultar con el PSOE o Ciudadanos la composición de su Gabinete. No obstante, añade el diario, nadie parece dudar de que Sáenz de Santamaría se mantendrá como número dos en la cúpula de Moncloa, si bien sus competencias podrían sufrir variaciones. Una de las posibilidades que se contempla pasaría porque Rajoy le encargara la cartera de Administraciones Públicas, relevándola quizá de la portavocía del Gobierno, un cometido que podría desempeñar otro ministro o incluso estar en manos de un secretario de Estado como sucedió en la primera etapa de José María Aznar.
Rajoy podría contar con ministros independientes
ABC cree que la composición del nuevo Gobierno que Mariano Rajoy dará a conocer el jueves podría incluir "grandes cambios" ante una situación muy distinta a la que deparó la mayoría absoluta de 2011. Según su entorno, el presidente podría incluso incorporar a independientes entre sus ministros. En todo caso, dice el diario, el gobierno tendrá un perfil muy político y tendrá que ganar la batalla de la comunicación, no podrá permitirse los fallos que se produjeron en esta materia en la anterior legislatura. En el entorno del presidente del Ejecutivo esperan un Gobierno que se mueva de forma ágil en esos tres terrenos: el diálogo y el acuerdo, el parlamentario y la comunicación. Algo que tendrá que equilibrarse con la gestión, punto fuerte del Gobierno saliente.
LA RAZÓN, también en referencia al arranque de la nueva legislatura, señala que el PP tiene intención de "atar" al PSOE con las cien medidas pactadas con Ciudadanos. En este sentido, Rajoy asume que el único camino que tiene para sortear su posición de minoría pasa por ajustar la actividad legislativa a posiciones que puedan apoyar PSOE y Ciudadanos.
Catalanes y gallegos
Rajoy perfila un Gobierno con experiencia y dialogante, afirma por su parte LA VANGUARDIA, que no descarta la incorporación al equipo del presidente de un independiente nacido en Cataluña, como gesto hacia esta Comunidad. Los ministrables en los que el presidente electo pensaría, dice el diario, estarían más cerca de los 50 y de los 60 que de los 30 ó 40, como ocurrió cuando afrontó la renovación del partido y nombró a cuatro vicesecretarios de esa nueva generación de políticos: Fernando Martínez Maillo, Pablo Casado, Javier Maroto y Andrea Levy, que todo indica que seguirán en el partido.
En el PP piensan que las comunidades autónomas van a ser su cantera, y los nombres que más suenan son los de algunos expresidentes: Luisa Fernanda Rudi (Aragón), Pedro Sanz (La Rioja) o José Antonio Monago (Extremadura), pero sobre todo porque el peso territorial jugará mucho, opinan, en las decisiones de Rajoy. Por eso nadie duda de que habrá algún gallego en el gabinete, y aunque algunos apuntan al vicepresidente de Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Rueda, la mayoría considera que si el presidente gallego quiere optar a la sucesión de Rajoy y abandona a mitad de legislatura la Xunta, Rueda está llamado a sucederle. En ese caso, el portavoz del Partido Popular en el Senado, Xosé Manuel Barreiro, sería una opción que no habría que descartar, aunque entonces iría en contra de la intención de Rajoy de no desvestir a un santo para vestir otro.
El PERIÓDICO, finalmente, destaca que Rajoy busca un Gobierno que prime la política de pactos. Los consultados dan por hecho que Soraya Sáenz de Santamaría seguirá teniendo un papel fundamental como mano derecha de Rajoy en el Gobierno, aunque hay más dudas sobre si será ella la única vicepresidenta esta vez, en caso de que se recupere la económica en un momento en que las negociaciones en este área con otros partidos (presupuestos, financiación, fiscalidad, senda de déficit para cumplir con Bruselas) serán piedra angular.
