Lo mismo sucede con las grandes compañías de telefonía móvil, los fabricantes de automóviles y las multinacionales de la alimentación que se centra fundamentalmente en los nuevos ídolos deportivos como Rafael Nadal.
La juventud española –en los mismos parámetros que el resto de estos ciudadanos de la Unión Europea-pese a sus problemas “mileuristas” para adquirir una vivienda en propiedad mantienen elevadas cotas de consumo y las previsiones son al alza.