En La financiación ilegal de partidos políticos. Un análisis político-criminal, Manuel Maroto aborda esta compleja cuestión desde diversas perspectivas: tras realizar un recorrido histórico-jurídico por algunos de los distintos escándalos que en esta materia han tenido lugar desde la Transición a la democracia, el enfoque pasa a inclinarse hacia los vínculos entre los modelos de financiación que las formaciones políticas desarrollan, su modelo organizativo y las modalidades de corrupción que aparecen asociadas en esos procesos.
Con esto la obra busca trascender la con frecuencia limitada perspectiva jurídico-penal dominante en materia de corrupción, identificando algunos de los problemas estructurales que afectarían al sistema español de partidos, y proponiendo algunas estrategias jurídicas y legislativas de reforma.
Factores como la inexistencia hasta la reforma penal de 2015 de un tipo penal de financiación ilegal de partidos o las graves carencias de la función fiscalizadora del Tribunal de Cuentas, entre otros, han reducido a cierta irrelevancia la capacidad de regulación estatal efectiva en la materia, un déficit que la obra sugiere afrontar con una nueva aproximación penal orientada hacia el reforzamiento de los controles internos y la puesta en valor del mandato constitucional de democracia interna.