jueves,18 agosto 2022
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La mayoría propone diálogo como antídoto de la inestabilidad

La prensa económica española pide el pacto PP-PSOE

Redacción
La prensa económica española pide el pacto PP-PSOE este lunes para superar la nueva etapa política abierta por los resultados de las elecciones generales del domingo. Tanto en sus editoriales como en los artículos con firma se resalta el fin del bipartidismo y los modelos exteriores: gran coalición en Alemania y pacto de izquierdas en Portigal. La mayoría de los diarios propone en el nuevo trance el diálogo como antídoto a la inestabilidad política que ahora se inicia.

Los resultados de las elecciones generales celebradas ayer acaparan las portadas de los diarios de información nacional, junto a un exhaustivo despliegue informativo en páginas interiores. Con titulares eminentemente valorativos, EL PAÍS destaca: "La pérdida de la mayoría del PP abre espacio a los pactos". Según el diario, "Gana el PP sin votos para gobernar". EL MUNDO considera que "España tumba el bipartidismo y deja en el aire el gobierno. Rajoy consigue una victoria con sabor a derrota". ABC señala que "España deja en el aire su gobierno. PP y Ciudadanos superan en cuatro escaños la suma de PSOE y Podemos". Según LA RAZÓN, "Rajoy gana las elecciones con un Parlamento ingobernable".

LA VANGUARDIA coincide con ABC y titula, "Gobierno en el aire". "En Comú Podem, con el impulso de Colau, arrasa en Catalunya", añade. EL PERIÓDICO titula: "Lío general. El PP gana pero quedaría lejos de la mayoría absoluta con el apoyo de Ciudadanos"; "En Comú Podem se impone en Catalunya al soberanismo".

En cuanto a los diarios económicos, CINCO DÍAS resalta en su portada: "Sudoku para gobernar. Rajoy gana, pero la izquierda tiene tantos escaños como la derecha". "Rajoy intentará gobernar sin mayoría parlamentaria", titula EL ECONOMISTA.

Editoriales de la prensa

Los españoles piden negociación y consenso (EL PAÍS): Ayer se consumó un cambio de envergadura en el sistema español de partidos. Los líderes de los cuatro partidos más votados tienen que mostrar sus cartas para intentar formar un Ejecutivo. La legislatura estará centrada en un Parlamento de minorías, en el que ningún partido tendrá fuerza suficiente para actuar por sí solo. El nuevo sistema refleja los deseos de los españoles, que piden negociación y consenso, hartos de los enfrentamientos sin salida del pasado. Hay que aprender a convivir en un escenario político de minorías parlamentarias, que deben dar lo mejor de sí mismas para dotar de estabilidad al sistema. Los ciudadanos quieren que se consensúen las políticas principales, y no que cada nuevo Ejecutivo utilice las cuentas pendientes del pasado para bloquear las soluciones de futuro. En definitiva, los partidos tienen que retomar la vía de la negociación para acometer los problemas que tiene España.

La insuficiente victoria del PP lleva a un país difícil de gobernar (EL MUNDO): Nada será lo que era. Del mapa político español desaparece el bipartidismo e irrumpen en él dos fuerzas emergentes. El PP logró ser el partido más votado, pero tendrá muy difícil poder gobernar de forma estable. Hay varias combinaciones posibles, pero lo lógico y coherente es que el PP intente gobernar. Sería deseable que Ciudadanos respaldara en la investidura a Mariano Rajoy, poniendo unas condiciones razonables para facilitar que fuera presidente. El PSOE ha obtenido el peor resultado de su historia, lo que debería llevar a Pedro Sánchez a meditar sobre su futuro Podría intentar forjar una mayoría con Podemos y los partidos nacionalistas, pero ello sería una amalgama condenada al fracaso y difícil de justificar ante su electorado. El bipartidismo queda herido de muerte, pero el nuevo mapa electoral conlleva serios problemas de gobernabilidad.

El futuro político de España es un problema de difícil solución (ABC): El futuro político de España es, desde ayer, un problema de difícil solución. El PP ha ganado los comicios sin mayoría absoluta y el apoyo de Ciudadanos no es suficiente para formarla. Los dirigentes del PP harán bien en huir de la autocomplacencia. Los populares y el Gobierno de Rajoy optaron por concentrarse en la política económica, renunciando a una acción ideológica y programática coherente con sus principios y valores. Unas elecciones deberían facilitar la gobernación del país, y las de ayer no lo han hecho. Se ha formado un Parlamento nada idóneo para afrontar debates sobre la reforma constitucional o el desafío separatista. A pesar de todo, el candidato de la lista más votada debe tener la oportunidad de formar Gobierno, pero la perspectiva de unas nuevas elecciones generales no debe ser excluida.

Debe gobernar la lista más votada (LA RAZÓN ):  Los resultados del PP no han sido brillantes, aunque ha cumplido con los puntos fundamentales de su programa, no ha engañado a nadie y ha planteado siempre con claridad sus objetivos. Ahora se abre un nuevo escenario que el PP puede manejar si otras formaciones actúan con sentido de Estado. El objetivo tiene que ser la estabilidad del país en un momento clave para la recuperación económica. Desbancar del poder a la fuerza más votada por una coalición de izquierdas podrá exhibirse como una muestra de regeneración política, pero no deja de ser la fórmula más inestable y oportunista de gobierno. Se abre una época en la que habrá que pactar, pero hay que hacerlo con sentido de Estado y no a cualquier precio.

Es hora de os pactos ( LA VANGUARDIA):Con los resultados electorales de ayer ha llegado la hora de los pactos, es decir, de una nueva cultura política en España que requiere tanta inteligencia como responsabilidad. El partido de Pablo Iglesias es uno de los claros vencedores. Sin duda, la moderación de que ha hecho gala en la campaña electoral, así como la propuesta de apoyar un referéndum en Cataluña tienen mucho que ver con el éxito cosechado. En Cataluña, el ganador ha sido En Comú Podem y el gran perdedor, Democràcia i Llibertat. Los apoyos al soberanismo han menguado de forma evidente. Que el independentismo haya sumado sólo 17 escaños de 47 posibles, sumado a la victoria de En Comú Podem, que se basa en la convocatoria de un referéndum y en una reforma constitucional que mejore el encaje de Cataluña en España, demuestra que la tercera vía que ha defendido este diario es una salida posible. Aunque no sea a corto plazo.

España cambia de piel política ( EL PERIÓDICO): Nada volverá a ser igual en la política española. La actitud de los partidos soberanistas, nacionalistas y regionalistas puede ser determinante para alcanzar una hipotética mayoría parlamentaria progresista en el Congreso. Sea cual sea el resultado de las difíciles negociaciones que deberán emprenderse en los próximos días, es ineludible que el nuevo Parlamento aborde como tarea básica la reforma constitucional que España necesita, que debe incluir como punto principal la resolución del desafío catalán. Los resultados del 20-D en Cataluña ratifican la conveniencia de la negociación para una reformulación del encaje en España. Es muy revelador que la fuerza más votada ayer fuera En Comú Podem, que ha defendido siempre la necesidad de consultar a los catalanes, mediante procedimientos que se ajusten a la legalidad. Y es revelador que el voto abiertamente soberanista haya descendido respecto al del 27-S.

La coalición de PP y PSOE aseguraria la gobernabilidad (CINCO DÍAS): Aunque la mayoría de los ciudadanos han votado opciones de izquierda, el PP ha ganado las elecciones. Pero lo ha hecho con una caída tan notable que le hace imposible sumar una coalición de mayoría conservadora. La gobernabilidad está en entredicho y no es una buena noticia. Ante un escenario tan fragmentado, el 20-D ha abierto otro camino posible, aunque inédito en la democracia española: la coalición de los dos grandes. Una hipotética aproximación PP y PSOE sería a costa de saltar líneas rojas, pero aseguraría la gobernabilidad. Es el camino alemán. La tercera vía, intentar un gobierno del PP en minoría, con acuerdos puntuales, supone una hipótesis para una legislatura de muy corto vuelo y poca funcionalidad.

20-D: resultados inciertos que la voluntad política puede encauzar (EL ECONOMISTA): Si los dos grandes partidos se avinieran a pactar, superarían holgadamente la mayoría absoluta. La debilidad de un Ejecutivo en minoría puede suponer una mayor parálisis de la agenda reformista que España necesita. Y una situación así provocará incertidumbre que, a partir de hoy, puede dejarse sentir en los mercados. Con la adecuada voluntad de los partidos moderados, la situación puede encauzarse.

Opiniones con firma

Y ahora: Alemania o Portugal (ABC Bieito Rubido): Nos enfrentamos a la disyuntiva de escoger una gran coalición a la alemana o un pacto de perdedores a la portuguesa.

Sin ganador claro y sin estabilidad (Victoria Pregó, EL MUNDO): El mensaje lanzado al PP ha sido nítido: no importa lo que usted haya conseguido, no queremos que nos gobierne.

Ahora sí, Rajoy tiene un lío (Lucía Méndez, el mundo): Ha llegado la hora de comprobar si el líder del PP es el genio de los tiempos del que hablan sus ´hooligans´.

El bipartidismo, tocado pero no hundido (Pilar Ferrer. LA RAZÓN ): El bipartidismo ideológico sigue vigente, pero con una geometría diferente.

La hora de la aritmética… y de la ideología (Javier Ayuso. EL PAÍS ): Hay dos líderes que pueden presumir de victoria: Mariano Rajoy y Pablo Iglesias.

Bárcenas, te cargaste el PP (Raúl del Pozo. EL MUNDO ): "Ahora me van a culpar de la pérdida de votos de mi partido. ¿Acaso soy el único culpable de la doble contabilidad?"

Tiempos turbulentos (Casimiro García-Abadillo. EL MUNDO): Este panorama es justamente el peor escenario que manejaban los inversores extranjeros y los mercados financieros.

La derecha deshecha (F. Jiménez Losantos. EL MUNDO): No creo que Rajoy tenga el decoro de dimitir, así que el cadáver insepulto de la derecha dará mucha pena durante mucho tiempo

Tres retos tras el 20-D (Daniel Lacalle. LA RAZÓN): Los resultados demuestran que el votante español es moderado y de centro.

El laberinto catalán (Enric González. EL MUNDO): La política española se ha convertido en un laberinto. Ya lo era la política catalana, y los electores parecen haber decidido buscar la salida por el camino más laberíntico.

¡Viva Alemania! (Jaime González. ABC): Es como si los españoles nos hubiéramos confabulado para dibujar un paisaje político imposible.

Eclipse Rivera (Javier Redondo. EL MUNDO): El dualismo de tendencias ha sustituido al bipartidismo, con un añadido: el electorado se ha escorado a la izquierda. El Rivera más paciente sigue siendo necesario.

Lo nuevo llega, lo viejo no se va (Manuel Jabois. EL PAÍS):  Si nadie se entiende y todos se refugian en la ortodoxia, el sistema colapsa.

Ya estamos en el caos (Santiago González. EL MUNDO ): Pedro Sánchez tenía razones objetivas para dimitir anoche mismo.

Bipartidismo de izquierda (Jesús Lillo. ABC): No hubo anoche remontada de Podemos, pero sí un resultado que refleja la descomposición, ya formal, de la izquierda.

Hay vida tras el bipartidismo (Joaquín Prieto. ELPAÍS ): El pacto PSOE-PP de 2011 para reformar un punto de la Constitución terminó de plasmar la idea del bipartidismo como si fuera una coalición vergonzante.

Vista a la izquierda (Isabel San Sebastián. ABC): Será una legislatura corta, con un gobierno en minoría o de Frente Popular condicionado e inestable.

Bienvenidos a Italia (Íñigo Domínguez. EL PAIS): La campaña ha sido una broma en comparación con lo que se avecina y se usará fuego real.

La coalición es la regla (Xavier Vidal-Folch. EL PAÍS ): Un Gobierno pluripartidista suele ser la salida que ofrece mayor estabilidad política en defecto de uno de mayoría absoluta.

Parlamento colgado (Ignacio Camacho. ABC); El veredicto de las urnas ha sido borroso. La exigua victoria de Rajoy le deja la reelección muy comprometida.

El príncipe de las mareas (Rubén Amón. EL PAÍS ): Ha sido un batacazo del PP, un retroceso de la derecha y una victoria de la izquierda en su heterogeneidad.

Líneas de agua (Martín Prieto. LA RAZÓN): Para remontar lo que queda de crisis lo mejor sería un Gobierno de Rajoy. Pero eso es escribir en el agua.

Contra, sin, para, con Cataluña (Lluís Bassets. EL PAÍS): Sin Cataluña no se entiende el resultado de Podemos.

¿Inestabilidad o ingobernabilidad? (José Mª Carrascal. ABC) : Nos dicen que empieza unanueva etapa en nuestro país, y tienen razón. El problema será si será para mejor o para peor.

Escenarios para un lunes (Julián Cabrera. LA RAZÓN) :Ahora se juega el auténtico partido: cuajar un Gobierno estable.

Vienen curvas (Juan Fernández-Miranda. ABC):La gran crisis ideológica de este país está en la izquierda. Hace falta un PSOE fuerte.

Escenario inédito (Antonio Martín Beaumont. LA RAZÓN): Rajoy es consciente de que puede ser el primer presidente del Gobierno electo que no consiga gobernar otra legislatura.

Era la televisión, ¡estúpidos! (Curri Valenzuela. ABC): La política de medios de comunicación seguida por el Gobierno de Rajoy bajo la batuta de la vicepresidenta ha contribuido a los malos resultados.

El momento de Rajoy (Fernando Rayón. LA RAZÓN): Se abre un panorama incierto. Una gobernabilidad extraña muy similar a la que vive Cataluña.

Tocado y expectante (Alfonso Merlos. LA RAZÓN): PSOE y Podemos harán lo imposible por boicotear la investidura de Rajoy

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