jueves,18 agosto 2022
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De nuevo, el ministro Wert. Esta vez, para bien

La reforma del sistema de acreditación para profesores de Universidad

Humor y Comunicación Política
El 20 de mayo pasado escribí una columna con el título: «El Ministro Wert se rinde. ¿Y para eso tanto empeño?». He debido de ser de los pocos que han resaltado los aspectos positivos de la gestión de Wert. Me decepcionó cuando dejó a las Comunidades Autónomas el mismo poder que tenían hasta ahora. Eso […]

El 20 de mayo pasado escribí una columna con el título: «El Ministro Wert se rinde. ¿Y para eso tanto empeño?».

He debido de ser de los pocos que han resaltado los aspectos positivos de la gestión de Wert. Me decepcionó cuando dejó a las Comunidades Autónomas el mismo poder que tenían hasta ahora. Eso es lo que leí en la prensa.

Sin embargo, parece que Wert es mucho más correoso de lo que sus adversarios y enemigos piensan. Ahora se va a atrever a reformar el sistema de acreditación de los profesores de Universidad. ¡Falta hacía!. Ahora, va a primar la experiencia profesional, en lugar del trabajo que sólo se desarrolla en las praderas de la Academia.

He conocido a no pocos profesores que son incapaces de poner en práctica sus conocimientos para asesorar en algún aspecto profesional. Incluso, hay quienes consideran que asesorar es una manera de prostituirse. Es decir, ponen en marcha lo que Eric Berne, denominó «El juego del defecto». Incapaces de enfrentarse a su ignorancia, a su posición inmerecida, se dedican a buscar defectos en los demás. Y lo que no me sorprende es que les gusta mucho el poder burocrático. Suelen estar en las Agencias de Acreditación (ANECA, ACAP…). Y ya se encargan ellos de difundir el poder que tienen. Como diría Foucalt, vigilar y castigar.

La ACAP ofrece la posibilidad de que el Recurso lo juzguen personas distintas de quienes han emitido en primera instancia un dictamen negativo. Y hay casos en que los segundos jueces doblan la puntuación que han asignado los primeros. Lo más graves del caso es el daño psicológico que hacen los primeros jueces y de los que nadie les hace responsables.

La imprescindible reforma a fondo de la ANECA

La que hay que reformar a fondo es la ANECA. Pero muy a fondo. Sobre todo, hay que ir a un sistema «face-to-face», como hacen en las empresas multinacionales. Es decir, los profesores tienen que saber quién les evalúa. Y no una Comisión, no, donde todos se hacen responsables del dictamen de uno. Le encargan a uno un caballo y produce un camello. Pues nada, la Comisión acepta el camello. Por cierto, así funcionaba el Politburó en tiempos de la Unión Soviética. Las decisiones tenían que ser por unanimidad.

Si Juan Ignacio Wert logra enderezar esa situación, pasará a la Historia. Conozco casos de periodistas que han escrito cuatro o seis libros sobre un mismo asunto, con un esfuerzo gigantesco de investigación, que en algunos casos les ha llevado a arriesgar sus vidas; que han publicado en buenas editoriales y que ven rechazada su acreditación por jueces que, con toda probabilidad, saben mucho menos que ellos.

Los profesores tienen que estar a salvo de lobbies, de venganzas personales anónimas, porque es demasiado lo que se juegan los alumnos si tienen buenos profesores y no seres que viven en campanas neumáticas. También haría muy bien el Ministro Wert quiénes están, durante años y años en las Comisiones Ministeriales.

Premiar la experiencia profesional, aunque lo más práctico es una buena teoría

Finalmente, quiero responder a una duda que alguien puede plantear. ¿No se convertirá la Universidad en una Escuela de Formación Profesional? Respuesta: No. Si los profesores que dominan una profesión, llegan a acreditarse, será porque demuestran que lo más práctico que hay en la vida es una buena teoría.

Y a los profesores hay que pagarles no sólo por lo que investigan sino por cómo transmiten sus conocimientos. Por eso, el sistema anterior de oposiciones tenía sus vicios- con tres votos asegurados de cinco, podía ganar la plaza el candidato menos valioso- pero conviene rescatar las mejores partes de aquel sistema.

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