jueves,18 agosto 2022
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Apple y Murdoch intentaron antes adquirir la fábrica de cine

La teleco AT&T amplía contenidos al comprar Time Warner

Redacción
ATT, la mayor telefónica del mundo por facturación, ha comprado el gigante de la televisión y el cine TimeWarner por un precio mínimo de 86.000 millones de dólares (79.000 millones de euros), en lo que puede suponer el inicio de una oleada de fusiones entre empresas de telecomunicaciones e Internet y de medios de comunicación. Otras empresas, como Apple y National Amusements -que controla, entre otras, la cadena de televisión CBS y el estudio de Hollywood Paramount- habían mostrado antes interés

El movimiento no ha causado sorpresa, según EL MUNDO. ATT se está viendo afectada por una guerra de precios lanzada por sus rivales, la japonesa Sprint y la alemana T-Mobile, después de que el Gobierno de Barack Obama bloqueara las ventas de ambas para preservar la competencia. Así que la empresa de telecomunicaciones está lanzándose a la televisión y a la distribución de contenidos online. Ya en 2015, compro por 50.000 millones de dólares (casi 46.000 millones de euros) la empresa de distribución de televisión por satélite DirectTV. 

En 2017, ATT va a lanzar el servicio DirectTV Now, para distribuir contenidos a través de Internet. El objetivo es competir con Netflix y Amazon Prime, que producen y venden películas, series y documentales a través de la red, y que están pulverizando el negocio tradicional de la televisión en EEUU por la sencilla razón de que la gente está dejando de suscribirse a los servicios de cable o satélite para, en lugar de eso, ver lo que quiere en su tableta, sin tener que pagar 120 dólares por 80 canales de los que 75 no le importan nada. 

ATT no está sola en este empeño. En julio, su principal competidor, Verizon, compró la mayor parte de la empresa de Internet Yahoo por 4.830 millones de dólares (4.440 millones de euros), en buena medida por sus contenidos. Sin embargo, el anuncio de que más de 500 millones de cuentas de Yahoo han sido hackeadas y de que esa empresa examinó todos los correos electrónicos de sus usuarios por órdenes de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, según su siglas en inglés) de EEUU han hecho que Verizon se replantee el precio de la adquisición y esté estudiando rebajarlo. Verizon también ha comprado AOL, la antigua America Online, que cuenta con varias webs entre sus activos. 

El objetivo de estas empresas es claro: ellas son dueñas de las 'tuberías', es decir, de ls canales de distribución, que incluyen redes de fibra óptica y satélite. Lo que quieren es ser dueñas también del 'agua' que pasa a través de esas 'tuberías', o sea, de los contenidos, para ofrecérselos a sus clientes. De este modo, las telefónicas reducen su dependencia de su negocio tradicional, que está desapareciendo a medida que la gente descubre que con WhatsApp y otros servicios puede hablar y transmitir mensajes sin pagar

Otra cosa, sin embargo, es que las sinergias funcionen. A fin de cuentas, TimeWarner ya fue comprada por AOL en 1998. Fue la mayor fusión de la Historia, y generó la empresa que en 2002 registró las mayores pérdidas de la Historia. La lógica era similar a la de las operaciones que se están llevando a cabo: aprovechar la presencia de AOL en Internet para distribuir los contenidos de TimeWarner. Al final, AOL y TimeWarner se separaron. La primera quedó convertida en una sombra de lo que había sido, y ha terminado en manos de Verizon. La segunda se ha pasado una década deshaciéndose de activos, hasta acabar siendo una empresa de entretenimiento. Ahora, la Historia se repite.

El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, ha "prometido" frustrar la compra si gana las elecciones el próximo 8 de noviembre, argumentando que es un ejemplo de "estructura de poder" amañada contra él y los votantes, informa Reuters

Por su parte, el diario EL PAIS señala que la rápida evolución de la distribución de contenido audiovisual está obligando a las compañías tradicionales de medios y telecomunicaciones en Estados Unidos a transformarse. Time Warner, una de la mayores fábricas de producción de películas y programas televisivos, decide ponerse así en manos del operador de móviles AT&T, una de las principales empresas que controla el acceso a Internet y a los canales de televisión de pago. Y añade el mismo medio que, como hizo Comcast con la compra de NBC Universal, la compañía de telecomunicaciones de Dallas tendrá acceso a cadenas como la CNN, TNT o la HBO. También contará con sus propios estudios de producción de películas y series, con Warner Brothers.

La fusión convertirá la segunda mayor compañía de telefonía móvil de EE UU en un conglomerado de medios y entretenimiento que ofrecerá a la vez servicios de conexión a Internet en los hogares y programas de televisión. El camino lo abrió Randall Stephenson hace un año, con la compra del proveedor de televisión de pago vía satélite DirectTV. Time Warner era el mejor activo que tenía ante si para cumplir su plan de transformar AT&T. Las dos compañías llevan un siglo respondiendo a los cambios que viven sus respectivas industrias. AT&T, fundada en 1885, fue partida hace tres décadas por repartir el monopolio en las telecomunicaciones. Pero desde hace unos años los operadores tradicionales están sumidos en un proceso contrario de consolidación. Cada vez más consumidores consumen entretenimiento a través de dispositivos en sus televisiones conectados a Internet y desde sus móviles.

La misma combinación se observa en los proveedores de televisión de pago, que lidera AT&T con cerca de 25 millones de abonados. Le sigue Comcast y Charter Communications, que acaba de adquirir Time Warner Cable por 56.000 millones, antigua filial de Time Warner hasta que se separó en 2009. Cablevisión se fusionó también este año con la europea Altice mientras que Viacom está en conversaciones con CBS para integrar sus respectivas plataformas. Todas estas maniobras entrecruzadas entre operadores de telecomunicaciones y distribuidores de contenido buscan prevenir que los abonados se descuelguen de sus servicios por alternativas más baratas que encuentran en la red como Netflix o Amazon. AT&T, como Comcast y Verizon, será así propietaria del contenido que podrá emitir tanto por la conexión del cable o en las teléfonos móviles.

AT&T tiene una valoración de mercado próxima a los 230.000 millones. La operación, sin embargo, provocará que se endeude más un año después de desembolsar 48.500 millones por DirectTV. Su apalancamiento asciende a los 120.000 millones, a los que se suman los 24.000 millones de Time Warner. La compañía tiene ya la tercera nota crediticia más baja. Para esquivar la categoría de bono basura, podría rebajar el dividendo a los accionistas, para conservar liquidez.

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