jueves,18 agosto 2022
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La tercera Revolución Industrial. Jeremy Rifkin

Redacción
Según Jeremy Rifkin, nos encontramos en una época de transición hacia la Tercera Revolución Industrial, un nuevo paradigma de desarrollo económico que dará origen a lo que denomina como capitalismo de la distribución. Ed: Paidós, 400 pags, 22,90 euros.

 Un nuevo y auspicioso modelo que propiciará nuevos tipos de empresas y de profesiones, y que cambiará nuestra manera de hacer negocios. Estamos experimentando una transformación histórica en la forma en que generamos y distribuimos la energía. Las nuevas tecnologías de Internet, unidas a la realidad de las energías renovables, están creando una nueva red de suministro eléctrico que se almacena y distribuye de forma individual.

En un plazo no muy largo de tiempo, millones de personas estarán en condiciones generar su propia energía verde en casa, en la oficina y en la fábrica, y podrán compartirla de la misma manera que ahora crean su propia información y la suben a Internet. En pocos años, millones de edificios e incluso de ciudades serán autosuficientes energéticamente y marcarán el fin de nuestra alianza con los combustibles fósiles.

Esta transformación está ya en marcha en Europa, donde Jeremy Rifkin colabora como asesor en un proyecto que revolucionará el suministro de energía del continente. Por otra parte, diversos países asiáticos también están interesados en sumarse a este proyecto.

En la actualidad este cambio ya es perceptible en los estados de Texas, Colorado y California, en los que las empresas eléctricas tienen previsto tender algunos segmentos de la red inteligente de suministro energético durante los próximos años. Pero no se trata de la promesa de una energía limpia, sino que esta Internet de la Energía cambiará nuestra forma de trabajar y de vivir, fomentando la creación de mercados y de uniones políticas continentales que propiciarán grandes oportunidades de expansión comercial. Al propio tiempo, significará el fin de las guerras por los recursos energéticos y el inicio de una nueva era de verdadera cooperación internacional.

Por último, se abre la perspectiva de un nuevo período post-carbono a mediados del próximo siglo que evitará las catástrofes derivadas del cambio climático.

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