"En el caso de la inteligencia artificial, parece un pronóstico razonable que en algún momento de este o del próximo siglo la inteligencia trascenderá las restricciones de la biología", advirtió el profesor de filosofía Huw Price, de la universidad antedicha. Cuando eso ocurra, "ya no seremos los seres más inteligentes", agregó, y correremos el riesgo de quedar a merced de "máquinas que no serán maliciosas, sino cuyos intereses no nos incluyen".
Price admitió que mucha gente cree que sus preocupaciones son descabelladas, pero insistió en que los riesgos potenciales son demasiado graves como para hacer caso omiso. "Tiende a ser considerada como una preocupación extravagante, pero como no sabemos lo grave que es el riesgo, y tampoco conocemos su escala temporal, es peligroso desestimarla. Lo que tratamos de hacer es promoverla en la comunidad científica respetable", explicó.
Aunque Price dijo que es difícil pronosticar la naturaleza exacta de los riesgos, la tecnología avanzada podría significar una amenaza cuando las computadoras empiecen a orientar recursos hacia sus propios objetivos, a expensas de preocupaciones humanas, como la sostenibilidad ambiental.
Comparó los riesgos con el modo en que los seres humanos han amenazado la supervivencia de otros animales esparciéndose por todo el planeta y agotando los recursos naturales de que dependen otros animales.
Price es cofundador del proyecto junto con Martin Rees, profesor de cosmología y astrofísica en Cambridge, y Jann Tallinn, uno de los fundadores del servicio de teleconferencia Skype.
La universidad ha anunciado que el lanzamiento del centro está previsto para el año próximo.