De esta vez, no está confirmado el número de alumnos – y de empleados de la universidad – involucrados en el escándalo. Según publica hoy El Clarín, “el fiscal federal Carlos Brito investiga, por pedido de Vásquez, si se cometió algún delito en vinculación con esas irregularidades. Se sospecha que hubo pago de coimas a cambio de la alteración de los datos”. Según publica Nora Lia Jafib en el periódico argentino La Gaceta, los investigadores sospechan también que la maniobra no se limitaba a falsear el registro en el "soporte virtual", es decir en el banco de datos del sistema informático, sino que se completaba con la adulteración del "soporte físico", esto es las propias actas de exámenes.
Por su parte, el decano de la facultad, José Luis Vásquez, ha opinado con relación a los más de cien investigados que “de todas formas es una cantidad insignificante en relación con los 16.000 alumnos, 380 docentes y 180 no docentes de la facultad". Sin embargo, ha señalado que "justamente, para reivindicar a la generalidad, que no participa de estas actitudes, es que queremos marcar un punto de inflexión y sancionar a los responsables con todo el rigor", agregó Vásquez que, al asumir el octubre del año pasado ordenó una auditoría para verificar las denuncias anónimas de que se pagaba coimas para cambiar las notas de los exámenes.
Aparte de la investigación penal, está en ejecución —también por pedido de Vásquez— un sumario administrativo al Registro de Alumnos de Derecho ordenado por el rector de la UNT, Juan Alberto Cerisola.
La falta de ética por parte de los alumnos involucrados y la inaceptable falta de responsabilidad por parte de los docentes que firman en un acta sin haber estado presente en la mesa aún van a repercutir mucho en la prensa y en los tribunales argentinos. Ibercampus.es se mantendrá atento acompañando el caso.