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Científicos de Granada descubren la "taquicardia afectiva"

Las reacciones fisiológicas que desencadena el amor revelan entre sus bondades la cura del estrés

Redacción
Científicos de la Universidad de Granada, pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC), han llevado a cabo los estudios más completos realizados hasta la fecha sobre los mecanismos fisiológicos que provoca el amor en las personas. Tras medir sus efectos a nivel central, cerebral, periférico, cardíaco, muscular y de sudoración, dicen que existe la "taquicardia afectiva" y sirve entre sus bondades para curar el estres. Buena noticia ante el Dia de San Valentín

El recordatorio de San Valentín fue la principal tendencia en Twitter y otras redes sociales hasta que llegó la noticia de que dimiten directivos del Banco de España imputados por el caso Bankia. Y es se trata de una celebración tradicional que tiene sus orígenes en la antigüedad, cuando en Roma como una de las cunas de la civilización occidental había una fiesta pagana dedicada a la fertilidad, llamada Lupercalia. Según Wikipedia ha sido asimilada por la Iglesia católica con la designación de San Valentín como patrón de los enamorados, por lo que se hizo popular en muchos países, y en tiempos modernos especialmente en los anglosajones, expandiéndose a otros lugares a partir del siglo XX, principalmente el día en que las parejas de enamorados expresan su amor y cariño mutuamente. En los países menos católicos se conoce como día de los enamorados, y en otros como el día del amor y la amistad.

Para dar mayor relieve a la celebración de este 14 de febrero de 2017, la Universidad de Granada ha revelado que científicos de su Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) han llevado a cabo los estudios más completos realizados hasta la fecha, confirmando que existen mecanismos fisiológicos que provoca el amor en las personas humanas. 

Según la UGR, la investigación ha determinado que, cuando una persona está enamorada y contempla una fotografía de la cara de la persona amada, algo que también ocurre si es un familiar querido, como el padre o madre, se produce lo que los científicos han denominado “taquicardia afectiva”, su corazón sufre una deceleración inicial, disminuye la frecuencia cardíaca durante unos segundos para posteriormente acelerarse rápidamente.

Además, la visión del rostro de la persona amada aumenta la sudoración o conductividad eléctrica de la piel a partir del primer segundo y media y provoca una activación del músculo cigomático facial, que es el responsable de la sonrisa. Este último patrón se produce en mayor medida en las chicas que en los chicos, debido, probablemente, a cuestiones culturales, ya que las mujeres tienen una mayor facilidad para expresar sus emociones que los hombres.

Por último, a nivel central, la actividad cerebral que se produce es mucho mayor cuando contemplamos fotos de personas queridas que las de desconocidos.

Un método con sensores de rostro, cabeza y manos

Para llevar a cabo esta investigación, los científicos trabajaron con una muestra formada por estudiantes de la Facultad de Psicología de la UGR, hombres y mujeres de entre 20 y 29 años, a quienes pidieron que realizaran una fotografía con unas condiciones determinadas de tamaño y en blanco y negro de su padre o madre, así como de su pareja, con quien debían llevar un mínimo de seis meses de relación.

“Estas fotos de las caras deben ser neutras, es decir, no deben tener ninguna expresión emocional de alegría o tristeza que pueda interferir en la reacción de los participantes, y se proyectan de manera aleatoria durante cuatro segundos durante el experimento que llevamos a cabo”, explican los investigadores Jaime Vila Castellar y Pedro Guerra Muñoz.

Posteriormente, los científicos realizaron un experimento con todos los participantes, en el que les colocaban sensores en el rostro, cabeza y manos, y monitorizaban su actividad fisiológica central y periférica, al tiempo que les presentaban fotografías de cinco caras, dos de personas queridas, dos de personas desconocidas y una de un bebé, como grupo control.

El patrón fisiológico del amor realizado por los científicos de la UGR también revela que este sentimiento positivo es un protector del estrés. Y es que, cuando los participantes estaban contemplando la foto de una persona querida al darles un susto mediante un fuerte ruido inducido a través de los auriculares la respuesta de sobresalto que se producía era mucho menor que cuando esto ocurría sin visionar la foto.

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