jueves,18 agosto 2022
Espacio euroiberoamericano de diálogo sobre la innovación social, profesional y académica
InicioOpiniónBlogsNecesidades universitarias de comunicación

Necesidades universitarias de comunicación

Infolítico Infolítico
El excelente periodista y agudo escritor Graciano Palomo me ha invitado a coordinar el consejo editorial de Ibercampus.es, motivo por el cual he respondido en El Semanal Digital a las siguientes preguntas, que transcribo aquí para invitar a colaborar a profesores, estudiantes y otros actores sociales con los que la Universidad tiene una imperiosa necesidad […]

El excelente periodista y agudo escritor Graciano Palomo me ha invitado a coordinar el consejo editorial de Ibercampus.es, motivo por el cual he respondido en El Semanal Digital a las siguientes preguntas, que transcribo aquí para invitar a colaborar a profesores, estudiantes y otros actores sociales con los que la Universidad tiene una imperiosa necesidad de comunicarse: 

 ¿Qué les llevó a poner en marcha Ibercampus?

La percepción de que existe un gran vacío de comunicación, tan grande que ni siquiera se ha formalizado en corrientes ni de oferta ni tampoco de demanda de necesidades y aspiraciones insatisfechas, ni por los medios que actualmente informan de la Universidad ni por la propia universidad. Los medios existentes, incluidos los grandes portales universitarios, cumplen algunas funciones, pero nosotros queremos cubrir la principal: la falta de comunicación entre los miembros de la comunidad universitaria y entre ellos y el conjunto de una sociedad que está en permanente y acelerada transformación como consecuencia del actual proceso de globalización. Uno de ellos es curiosamente del mayor banco español y otro la mayor operadora de telecomunicaciones, empresas tan eficientes y respetadas que ya figuran entre los principales actores mundiales, pero que tienen sus intereses y están para servirlos, por lo que ya desde que Ibercampus ha nacido le gana en independencia. No quiero lanzar con esto la quijotada de que vamos a competir. Digamos que llegamos dispuestos a ayudarles a ellos y a otros a que cumplan mejor su papel de instrumentos de comunicación universitaria.

-¿Cree que la Universidad española está tan mal como se dice?

Tiene mucha peor imagen que realidad, en gran parte porque como servicio público fundamental debe ser vanguardia de la comunicación y de la innovación y le ha faltado autocrítica para recrearse ella misma, sobre todo en España, donde la sociedad y la economía han avanzado en las últimas décadas mucho más que la institución encargada de la enseñanza superior. Pero en el primer artículo de mi blog de Ibercampus, titulado Universidades ancladas en el neolítico, ya apunto que los problemas no se refieren sólo a los últimos años. Estamos en una institución ya casi milenaria y por su propia y viciada dinámica apenas se ha enterado de que el neolítico es historia culminada por la revolución industrial, porque el mundo real anda ahora metido en una sociedad de la información que ha empezado a revolucionar el conocimiento, a lo que no puede ser ajena la institución que se debería ocupar sobre todo de generarlo. Y el conocimiento ya no deriva solo de la información como pudieron hacer creer las primeras universidades surgidas hace casi mil años, sino sobre todo de las relaciones; es decir, de los valores, normas, regularidades o reglas a las que se llega mediante la comunicación de hechos, datos, procesos.

-¿Cuáles son a su juicio las principales reformas?

Aunque voy a responder más a titulo personal que como coordinador del consejo editorial que vamos a formar en Ibercampus.es, y no quisiera con ello condicionar la tarea de este, la primera en mi escala de prioridades sería valorar y defender la autocrítica creativa y responsable, lo que debe de ir necesariamente en conexión con ser vanguardia de la innovación y de la comunicación con el mundo real, y por supuesto con preservar la autonomía universitaria, pese a las incomodidades que causa a las administraciones públicas o incluso a las empresas privadas de las que dependen los distintos centros. Para ello, tenemos que romper muchas barreras espaciales y temporales (incluidas las culturas o lingüísticas) que nos separan del conocimiento con el fin de convertir en residuo histórico las torres de marfil; los aislamientos de la sociedad y en especial del mercado y de la empresa. No voy a entrar a defender otras muchas reformas necesarias en otros campos porque quiero que eso sea una tarea del consejo editorial que vamos a terminar de perfilar en los próximos meses, y que deseamos sea fiel reflejo de las inquietudes e intereses de la enseñanza superior, a cuyo efecto agradecería sugerencias (gustavo.matias@uam.es) e incluso propuestas de personas dispuestas a servir a la sociedad desde este frente. Pero seguro que apostaremos por la apertura, la apertura y la apertura, lo que en estos momentos significa por ejemplo educación permanente, máxima comunicación con la sociedad sin excluir edades ni culturas, internacionalización, flexibilidad en las ofertas, y ante todo y sobre todo convertir la universidad en un espacio de convivencia, innovación y creatividad, sin lo cual difícilmente puede ser vanguardia del conocimiento en la actual sociedad y economía del conocimiento. Esto puede llevarnos en algunos momentos a intentar ser una especie de parlamento de verdad, al menjos mientras los parlamentos nacionales sigan secuestrados por la política con minúsculas, ajenos al verdadero y eficaz debate y resolución de los principales problemas socioeconómicos y culturales.

 

-¿Qué demandan profesores y estudiantes de una publicación especializada en Internet?

Tenemos algunas ideas preconcebidas (información, comunicación, facilidades, valoraciones, etc) que se irán viendo día a día en Ibercampus.es, pero eso es lo que queremos que nos digan profesores y estudiantes, quienes tendrán en nuestras páginas barra libre para sugerencias y colaboraciones en interés del progreso de la enseñanza superior. De momento hemos lanzado un diario digital y un portal con informacion de enseñanza superior, capaz de personalizar los contenidos tanto por universiddes y escuelas de negocio (cada una puede meter directamente sus contenidos) como en el futuro por especialidades. Ya está su esbozo para España y con todo preparado para abrir portales similares en cada uno de los principales paises iberoamericanos.

-¿Qué esperan de Ibercampus.es?

Servir a la comunicación de una comunidad que, insisto, ha de esforzarse cada vez más en ser un espacio de comunicación útil para que los usuarios se integren y participen mejor del mundo universitario.

De interés

Artículos Relacionados

Centro de preferencias de privacidad