jueves,18 agosto 2022
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¡Ojo, profesores e investigadores: La Central de Suministros os vigila!

Humor y Comunicación Política
Del Autoritarismo al Dogmatismo

¿A que parece exagerado comparar un sintagma aparentemente tan anodino como Central de Suministros con el Gran Hermano, de George Orwell? En su novela 1984, el escritor inglés parodiaba al Politburó estalinista. También suena a hiperbólico comparar esa Central de Suministros con la hermética Corea del Norte. Y sin embargo, la exageración no lo parece tanto si tenemos en cuenta lo que escribió Milton Rokeach en su libro “The open and closed mind” (La mente abierta y cerrada). Desde que Theodor Adorno y su equipo publicaron “The authoritarian personality" (La personalidad autoritaria), en 1950, hasta 1960, en que salió el libro de Rokeach, habían transcurrido diez años de Guerra Fría. Este autor se dio cuenta de que no bastaba estudiar el autoritarismo de derechas sino el autoritarismo en general. El fenómeno del autoritarismo se da en todo el espectro político, religioso, académico, artístico, etc.

Entonces, es posible imaginarnos una estructura burocrática que vela (supuestamente) por el "bienestar", pero que ha degenerado en un auténtico monstruo burocrático, capaz de cualquier cosa para que nadie se salga de la línea… Incluso, es capaz de aplastar al individuo.

La Central de Suministros o el nombre que tenga en cualquier universidad

¿Qué es realmente la "Central de Suministros"?. Es el sistema de adquirir equipamiento al que desde hace años se atienen muchos organismos públicos; en concreto, la Agencia Estatal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, o sea, CSIC (no confundir con el CESID de los espías, ahora CNI). La idea no es mala: si un organismo público tiene que adquirir muchos ordenadores, por ejemplo, va a conseguir un mejor precio si los compra todos a la vez que si los compra de uno en uno. Y esto se puede aplicar a muchos otros bienes: tornillos, herramientas, papel, …etc. De hecho, en otros organismos similares de otros países ocurre así. En Alemania, por ejemplo, la prestigiosa institución Max Planck, organismo público de investigación y por lo tanto, en cierta medida equivalente al CSIC español, tiene en sus institutos pequeños almacenes-tienda donde es posible adquirir los bienes de uso común en laboratorios de investigación (tornillería, disolventes, …) y esto lo podemos encontrar en centros del CSIC aplicado al material de oficina (bolígrafos, papel,…).

El problema surge y se consolida cuando los burócratas tratan de llevar este sistema a una escala mayor. Me limitaré a un sector: ordenadores y, en general, los productos informáticos. Todos sabemos que un ordenador de sobremesa o un portátil se queda anticuado en poco tiempo. En aproximadamente un año, salen nuevos ordenadores más rápidos y muchas veces más baratos. Lo mismo ocurre con discos extraíbles, memorias USB, etc.

¿Qué ocurre cuando un investigador del CSIC o un profesor universitario quiere comprar un ordenador? Pues que tiene que hacerlo a través de la mencionada "Central de suministros" o como se denomine en cada Universidad. No, no puede comprar cualquier modelo; tiene que ser uno que esté en los almacenes de la Central de suministros; típicamente, un modelo de hace uno o dos años. Y lo mejor, NO, no paga por ese ordenador (posiblemente descatalogado) lo que vale actualmente en el mercado (más bien poco) sino el precio que le indica la querida central de suministros: un precio por encima del valor en el mercado. Sin duda alguna, si comprara el ordenador a través de un distribuidor normal, pagaría menos por algo más actual. Uno pudiera pensar que la ventaja debe de ser que el tiempo del proceso de compra se reduce… pero no es así… el ordenador puede tardar meses en llegarle al investigador. O una universidad tiene unos proveedores que suministran el ordenador que un profesor desea, pero a un precio mayor, porque el Rectorado paga después de muchos meses y está claro que el proveedor no está en el mercado para perder dinero.

Pensando un poco (y mal), podemos imaginar que alguien hace negocio con esto. Alguien está "colocando" ordenadores obsoletos a precios altos.

Las Castas de investigación y universitarias

Mientras el CSIC o las universidades no se sacudan a sus castas de burócratas, con sus privilegios exagerados a costa de los contribuyentes y de muchos profesores con salarios ínfimos y con la inmensa mayoría de los PAS perdiendo año tras año su estatus, la investigación y la docencia no podrán progresar.

Juan Luis Galiacho ha escrito siete reportajes extraordinarios y muy bien documentados sobre La Casta Complutense. 50 cargos ganan más que el Presidente del Gobierno. 150, igual o más que los ministros. ¿Y las otras universidades? ¿Y el CSIC?

La Central de Suministros, o el nombre que reciba en cada universidad, es un síntoma de un ambiente muy inquietante.

Cada universidad tiene una Inspección de Servicios y una Asesoría Jurídica, con burócratas exageradamente bien pagados y que se dedican a vigilar y castigar a profesores y personal de administración y servicios, para que vayan por lo que consideran “el buen camino”. No vigilan y castigan a todos de la misma manera. En la Universidad Complutense, profesores y PAS denominan “crespoaliato” (de José Crespo Alía)al tinglado de la Inspección de Servicios. Seguro que los tinglados de otras universidades reciben un nombre coloquial distinto. Un desafío fundamental de los no privilegiados en las universidades es reivindicar la eliminación de los “crespoaliatos”, que son una modulación de las Centrales de Suministro. Por tanto, cuanto menos bultos burocráticos privilegiados encuentren los contribuyentes, mucha mayor claridad.

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