jueves,18 agosto 2022
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Con simpatías de prensa y partidos españoles excepto Podemos

Parlamento y calles de Venezuela, en rebelión contra la Asamblea Constituyente que intenta Maduro

Redacción
La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó ayer en sesión ordinaria un proyecto de acuerdo para rechazar la convocatoria del presidente, Nicolás Maduro, de una Asamblea Constituyente, señalando que se trata de una iniciativa "fraudulenta" al no cumplir con el procedimiento y los requisitos previstos por la ley.

La prensa impresa española, al igual que todos los grupos políticos  con representación parlamentaria excepto Podemos, muestra simpatías con la oposición venezolana en esta huida hacia adelante de Maduro, pr considerar que ha anunciado la convocatoria de una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Carta Magna a la medida del régimen, que pondría la puntilla a lo que queda de democracia en Venezuela, porque el chavismo quiere que esa Asamblea esté formada por 500 miembros no elegidos por sufragio universal. He aquí algunos párrafos de los editoriales y artículos de opinión aparecidos este miércoles:

Maduro pisotea otra vez la democracia (EL MUNDO): A la mitad los designaría estructuras comunales que son el gran bastión del régimen bolivariano, ya que son una red de grupos favorecidos desde hace 18 años por los programas sociales del Gobierno. Es un escenario de extrema gravedad, porque esta argucia no es sino un autogolpe para aplastar definitivamente a la oposición. Todos los Gobiernos, en especial los de la región, deben actuar con contundencia para hacer ver a Maduro que no van a consentir el golpe de Estado en marcha. La UE, y de forma especial España, deben ejercer toda la presión posible para evitarlo. La crisis política en Venezuela es tan grave que la única solución son unas elecciones presidenciales adelantadas supervisadas por organismos internacionales.

Hay que frenar a Maduro (EL PAÍS): En vez de liberar a los presos políticos y convocar elecciones presidenciales, el presidente Maduro ha decidido dinamitar el orden constitucional de su país. Fracasado su empeño en despojar de sus poderes a la Asamblea Nacional, quiere ahora dotarse de una legalidad a su medida en la que no quepa ninguna oposición a su régimen y plantea a los ciudadanos que la altefrnativa a sus planes es la confrontación. Ni la comunidad latinoamericana ni la europea pueden consentir que Maduro acabe con la Constitución, la Asamblea y con la democracia y las libertades de los venezolanos. España debería implicarse a fondo en la supervivencia de la democracia en Venezuela.

Maduro se instala en la ilegalidad (ABC): La decisión de Maduro de convocar una Asamblea Constituyente es un burdo intento de golpe de Estado para intentar retrasar su caída. Para cualquier espíritu razonable, no puede haber ninguna duda de que todo lo que hace Maduro se reduce a gestos insensatos, ilegales y dañinos para Venezuela. Sin embargo, hay una parte de los venezolanos -y de la opinión pública de muchos países, España incluida- que insiste en sostener la legitimidad de acción del sucesor de Chávez, o que la asumen como algo natural. Nicolás Maduro deberá pagar por todo el dolor que está infligiendo a los venezolanos, y también aquellos que han aplaudido sus despropósitos y sus locuras cuando tenían la posibilidad de haberlo impedido. En Venezuela, la lealtad y el patriotismo pasan ahora por impedir que Maduro, instalado en el peor golpismo, siga destrozando al país y a sus habitantes.

Si Chávez levantara la cabeza (Ángel Sastre. LA RAZÓN) Maduro ha cruzado las líneas rojas que ni siquiera su mentor, Hugo Chávez, se atrevió a traspasar.

Detalles de la última crisis

El jefe del Parlamento venezolano, el opositor Julio Borges, aseguró que la formación de una Asamblea Constituyente supone el "aniquilamiento" de la democracia en el país caribeño e insistió en una rebelión popular para evitarlo. "Si todos no damos todo, corremos el riesgo de que se instale y se atornille lo que el mundo entero está luchando, junto con nosotros, por evitar, y es el aniquilamiento de la democracia, y tenemos que verlo así, sin falsos dramatismos", añadió. Al tiempo, la iniciativa presidencial anunciada ayer fue calificada por los principales líderes de la oposición como un nuevo "golpe de Estado" y una estrategia para demorar las elecciones presidenciales que están previstas según la Constitución para 2018.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por su parte, dijo hoy que la convocatoria de una Asamblea Constituyente en Venezuela es un "nuevo golpe de Estado" promovido por el Gobierno y "el fin" del legado del fallecido presidente Hugo Chávez, al tiempo que pidió que esa iniciativa se someta a referendo.

En paralelo, miles de opositores en Caracas y en las principales ciudades de Venezuela cortaron  este martes calles y avenidas en protesta por el anuncio del presidente Maduro de convocar una Asamblea Nacional Constituyente. La iniciativa, convocada por la alianza Mesa de la Unidad Democrática, para cerrar las principales vías de circulación del país, se llevó a cabo en decenas de lugares de toda la capital venezolana y del interior del país. El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Néstor Reverol, por su parte, anunció ayer la suspensión del derecho de portar armas en todo el país como medida para garantizar la paz, tras más de un mes de protestas que han dejado un saldo de 29 muertos y cientos de heridos.

El Gobierno de EEUU también reaccionó a la maniobra de Maduro, quien aseguró que su "detonante histórico" se produce también por la llegada al poder en Washington de políticos "extremistas", olvidando que la filial de Petróleos de Venezuela aportó medio millón de dólares para la toma de posesión de Donald Trump. "Tenemos profunda preocupación sobre motivaciones para Constituyente, que ignora voluntad del pueblo y erosiona aún más la democracia", acusó la administración estadounidense. 

El chavismo se defendió ayer insistiendo en que de esta forma le cierra el paso a una guerra civil, "con la apertura de un proceso popular y constitucional. Agotadas las posibilidades de diálogo no quedaba otra opción que convocar al diálogo constituyente", se justificó Jaua, olvidando que la Mesa del Diálogo de 2016, en la que participó José Luis Rodríguez Zapatero como facilitador, fracasó por los incumplimientos gubernamentales. 

Jaua lidera una comisión presidencial conformada con los colaboradores más estrechos del presidente, su núcleo duro, incluida su mujer, la "primera combatiente revolucionaria" Cilia Flores. Son los encargados de llevar adelante la iniciativa, a la medida de Maduro, que supone un bombazo político que radicaliza aún más la revolución y que amenaza con liquidar las estructuras del estado previstas por el propio Hugo Chávez.

Según un sondeo de Venebarómetro, siete venezolanos de cada 10 desean la salida del presidente Maduro.Pero la convocatoria de Maduro a una Constituyente alejó la posibilidad de elecciones, ante lo que la oposición deberá rearmar su estrategia. 

¿Cuánto le cuesta a Venezuela las protestas?

Casi todas las marchas de protesta del último mes de crisis  política venezolana han desembocado en choques, robos, lluvia de gases lacrimógenos y cócteles Molotov entre manifestantes y fuerzas del orden, a lo que se añade la violencia ejercida por bandas armadas de civiles encapuchados. El balance de muertos asciende a 28, según la Fiscalía, que da cuenta también de centenares de heridos y detenidos por disturbios y saqueos.

Maduro dijo haber convocado una “Constituyente para la paz”, pero analistas, como Luis Vicente León, auguran una “agudización de la crisis” y las protestas. Asegurando que seguirá en las calles, la oposición anunció una “mega” marcha de protesta el miércoles.

Precedentes inmediatos 

La Fiscalía de Venezuela alertó en las semanas previas de que la decisión del Tribunal Supremo de asumir las funciones del Parlamento representa una "ruptura del orden constitucional" en el país. La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, expresó su "alta preocupación" y afirmó que en la sentencia "se evidencian varias violaciones del orden constitucional", así como el desconocimiento del modelo de Estado consagrado" en la Constitución. Ortega llamó a la "reflexión" para que se retomen los caminos democráticos y para que, con respeto a la Carta Magna, se propicie "un ambiente de respeto y pluralidad". En este sentido, convocó a todos los actores políticos a conseguir "caminos institucionales que garanticen la paz, y que superen los obstáculos".

Ante esta posición del Ministerio Público, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, convocó al Consejo de Defensa de la Nación para "resolver" lo que calificó como un "impase" entre el Poder Judicial y la Fiscalía. Maduro señaló que este Consejo deberá "deliberar y sacar una resolución que fortalezca la Constitución venezolana", para resolver cualquier "diferencia" entre "poderes constituidos". Además, Maduro invitó a la oposición a retomar "el camino el diálogo" para buscar "puntos comunes de paz" y "respeto".Entretanto, la oposición  recurre a la movilización popular para defender el Parlamento de lo que califican de "golpe de Estado". Un grupo de diputados opositores denunció ante la Fiscalía en Caracas a los siete magistrados que conforman la Sala Constitucional del Tribunal Supremo como primer paso para lograr su remoción de la institución por haber "secuestrado los derechos del pueblo".En el terreno internacional, más de 20 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) solicitaron formalmente una sesión extraordinaria  para declarar que en Venezuela hay "una alteración del orden constitucional".

En España, el Gobierno, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, expresó su "profunda preocupación" por la situación en Venezuela y solicitó "el restablecimiento pleno de las competencias del poder legislativo" y "el escrupuloso respeto" al marco legal. PP, PSOE y Ciudadanos se expresaron en términos parecidos, mientras que la prensa española informó que Podemos no mostró su condena por la inhabilitación de la Asamblea Nacional de Venezuela. El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero defendió al Tribunal Supremo venezolano frente a "los mercenarios que desearían abocar a Venezuela a una guerra civil".Los críticas de la fiscal sirvieron a EL PAÍS para destacar que "la desautorización del Parlamento abre fisuras en el chavismo". De igual modo, EL MUNDO señaló  que "el autogolpe de Maduro provoca las primeras grietas en el chavismo". ABC dijo  que "la fiscal chavista de Venezuela condena el golpe y descalifica al Tribunal Supremo", y LA VANGUARDIA resaltó  que "la fiscal de Venezuela carga contra la 'ruptura del orden constitucional'". Desde otra perspectiva, LA RAZÓN subrayó  que "el Ejército da la espalda a la ley y sostiene al régimen". Por su parte, EL PERIÓDICO informó  que "la oposición venezolana llama a la rebeldía contra Maduro".

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