¿Presupuestos consolidados? ¿Incluidos gastos e ingresos financieros? ¿Comparando presupuestos o realizaciones de años anteriores?
Los lectores más osados pueden acudir directamente al conocido como "Libro Amarillo" de Presentación del Proyecto de PGE 2017 que responde a la buena intención de guiar al lector por los diversos caminos a recorrer. Pero la complejidad del tema nos lleva a tener que revisar unas 300 páginas de densa e intrincada información, que dan lugar a múltiples interpretaciones, con miles de cifras. Los medios de comunicación, de todo tipo, realizan una valiosa tarea de resumen y divulgación, pero muchas veces al coste de imprecisiones e interpretaciones parciales.
Intentaré dar algunas claves que puedan ayudar a los interesados en los Presupuestos del Estado, que no tienen ni el tiempo ni la especialización para adentrarse en la selva de datos y no perderse en el laberinto. Pero la tarea no es nada fácil y el recorrido no puedo evitar que sea relativamente tedioso.
Lo primero es entender que todo "pre-supuesto" es, por definición, una mezcla de predicciones, hipótesis de trabajo, condicionantes y objetivos. Los PGE para 2017 parten de una apuesta por el futuro de la economía que se resume en un crecimiento esperado del PIB del 2,5% en términos reales, del 4,1% a precios corrientes; creación de empleo de unos 400.000 nuevos puestos de trabajo (equivalentes a tiempo completo, ETC) en media anual, lo que implica un estancamiento de la productividad por empleado; incrementos salariales medios del orden del 1,3%, con un deflactor del PIB del 1,6%.
Aparte de los supuestos que están detrás de estas predicciones, hay otros que afectan directamente a los Presupuestos: por ejemplo se parte de un tipo de interés medio de emisión de nueva deuda pública del 0,57%, que llevaría a un 2,69% para la deuda total en circulación.
Naturalmente, el reparto de los recursos disponibles está condicionado por objetivos de política interna y restricciones externas, en especial impuestas por la UE en relación con el déficit admisible, fijado para 2017 en un 3,1% del PIB, repartido entre Estado y Organismos (-1,1%), Seguridad Social (-1,4%) y Comunidades Autónomas (-0,6%),
Antes de dar una cifra del presupuesto de ingresos o gastos y su distribución es preciso aclarar su contenido institucional. Los PGE pueden referirse estrictamente al Estado (habitualmente incluidos organismos de la Administración Central) sin considerar Seguridad Social, ni Comunidades Autónomas, ni Corporaciones Locales) o consolidados con los correspondientes a la SS. Por ejemplo, el presupuesto consolidado total de gastos para 2017 (Estado, Organismos y SS) asciende a 443 miles de millones de euros (un 1,5% superior al de 2016); el del Estado, sin SS ni Organismos, se queda en 276 (solo un 0,5%de incremento). Recuerdesé, para la interpretación de estas cifras macro, que el PIB nominal previsto para 2017 es algo superior (1.160) a los 1.000 miles de millones, al billón de euros.
Pero los datos anteriores incluyen capítulos diferentes. Habitualmente se diferencian nueve, entre operaciones corrientes, de capital y financieras, que dan las siguientes cifras (en miles millones euros) solo para el Estado:
- Gastos de personal 16
- Gastos corrientes bienes y servicios 3
- Gastos financieros 32
- Transferencias corrientes 86
Operaciones corrientes (1 a 4) 137
5. Fondo contingencia e imprevistos 2
6. Inversiones reales 5
7. Transferencias de capital 8
Operaciones de capital (5 a 7) 15
8. Activos financieros 34
9. Pasivos financieros 88
Operaciones financieras (8 y 9) 122
La partida principal, por su cuantía, entre las operaciones no financieros es la de transferencias corrientes, que se elevaría de 86 (principalmente a CCAA CCLL y familias) hasta 240 miles de millones si se incluyen las correspondientes a la SS (+4,4%) y Organismos. Entre transferencias corrientes y de capital, las CCAA recibirían 24 m.m. (+2,6%) y las CCLL 17 m.m.(-1,8%)
Dentro de los gastos del Estado de 276 m.m.euros, solo 154 (caída del 2,1% respecto presupuesto 2016) corresponden a operaciones no financieras (excluidas adquisición o venta de activos financieros) y la cifra aún se reduce a 40 a disposición directa de los distintos Ministerios. El resto son pago de intereses, clases pasivas, apoyos a la financiación de SS y entidades locales, fondo para contingencias u organismos varios. A la cabeza del gasto ministerial previsto para 2017: Mº de Empleo y SS (14 m.m. con reducción del 15% respecto al presupuesto precedente), Mº del Interior (7) y Mº de Defensa (6 m.m. más un Programa Especial no computable a efectos de déficit).
Para financiar los 154 m.m. de euros de gastos del Estado (sin incluir operaciones financieras) se cuenta con unos ingresos de 114 por impuestos (más del 7% por encima de lo presupuestado en 2016) y de 19 m.m. (-29%) de otros ingresos por tasas, transferencias y rendimientos patrimoniales. En total 133 m.m. de ingresos, que anuncia un desfase de unos 21 m.m. en relación a los gastos previstos ,que se aumenta hasta 38 si se consolida con SS y Organismos de la Administración Central.
Pero para que lleguen al Estado 114 m.m. por impuestos, la recaudación prevista supera ligeramente los 200 (+7,9%), ya que el resto va a otras Administraciones Públicas, en particular unos 87 m.m. a CCAA (+9,4%).
Respecto a las operaciones financieras del Estado, los 34 m.m.dedicados a aumento de de activos responden a operaciones tales como aportación de recursos a la SS (préstamo de 10 m.m. adicionales) y a las Administraciones Territoriales (18 m.m.). Por otra parte, los compromisos de amortización y la nueva deuda a adquirir se estima en un neto de unos 88 m.m. de euros y el resultado final llevará a una Deuda del Estado en circulación de 968 mil millones, 45 adicionales a la correspondiente a 2016.
Con todos estos datos, el diagnóstico final no es fácil y está abierto a múltiples interpretaciones. Personalmente destacaría las siguientes:
- Los supuestos de entorno macro parecen razonables e incluso podrían mejorarse a lo largo del año.
- Las cifras de nuevo empleo generado, por el contrario, pudieran ser excesivamente optimistas. Una productividad por empleado estancada es una hipótesis difícil de asumir, aunque se corrige si el crecimiento final del PIB es superior al considerado en los PGE.
- El presupuesto de gastos del Estado (excluido operaciones financieras) se reduce más del 2% respecto al correspondiente a 2016, aunque el consolidado con SS y organismos crezca ligeramente por encima del 1%, muy lejos de la tasa de variación del PIB nominal, que superaría el 4%.
- Sin embargo, el presupuesto de gastos no financieros de la SS crece incluso por encima del PIB (4,3%).
- También las CCAA siguen creciendo en transferencias (+2,6%) y en su participación en los ingresos fiscales del Estado.
- El crecimiento nominal del PIB y algunas correcciones adicionales en materia impositiva conduce a una recaudación tributaria excepcional (+7,9%) que se compensa con un descenso acusado de otros ingresos y la mayor participación de las Administraciones Territoriales. El resultado final parece ser de unos ingresos estancados pero con una presión fiscal al alza.
- Las operaciones financieras del Estado añaden apoyos adicionales a la SS y CCAA, conduciendo a un nuevo déficit del conjunto de las AAPP, aunque con perspectivas de situarse ya en el entorno del 3% del PIB
- La deuda pública sigue aumentando (+45 m.m.) y se mantiene en porcentajes cercanos al 100% del PIB. La carga es preocupante para un año con crecimiento nominal del PIB y con tipos de interés todavía bajos.
Como veis el laberinto es denso y la salida compleja, pero si habeis vislumbrado la salida, ya hay que adentrarse en los PGE de 2018.
Antonio Pulido http://www.twitter.com/@PsrA
