jueves,18 agosto 2022
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Humor y Comunicacion Política

¿Por qué los partidos no estudian las razones de la abstención?

Humor y Comunicación Política
Ante todo, quiero excusarme por llevar dos semanas sin escribir en Ibercampus. Aprovechando el parón de los exámenes entre los dos cuatrimestres, me he centrifugado a las Islas Canarias para, como suele decirse, cargar las pilas ante los próximos meses, donde preveo una gran carga de trabajos y compromisos.

La diferencia de comportamiento entre los responsables de una Empresa y de un Partido Político

Les propongo que recuerden una experiencia muy simple y por la que muchos habrán pasado: Deciden cambiarse de compañía médica, de aseguradora, de empresa de telefonía móvil… ¿Qué es lo que viene a continuación? Que usted recibe una llamada telefónica para enterarse de las razones por las que se ha apartado de ellas. En algunos casos, puede que ustedes hayan reconsiderado su decisión. En la mayoría, no. Y sin embargo, si han explicado a esa compañías y empresas sus razones, les habrán dado información muy útil. Nada menos que les habrán señalado el ruido que han observado en sus empresas y los responsables se tomarán muy en serio ese ruido y procurarán poner remedio, como quienes observan averías en edificios o vehículos.

¿Cómo reaccionan los partidos ante la abstención? No haciendo prácticamente nada. Desde luego, hay alguna excepción llamativa. Conozco el caso del Alcalde Espinosa, de Cercedilla que, al parecer, ha sido uno de los que más estuvo en el cargo. Hasta que una coalición de izquierdas le desbancó del Ayuntamiento. Pues bien, el hombre se lo debió de tomar como una cuestión de honor y, al día siguiente, se fijó la tarea de hablar con todos los de la villa, aunque le llevase mucho tiempo. Resultado: Ganó la siguiente elección. Se había dado cuenta de por qué le habían dejado de votar algunos grupos que él creía próximos a él.

También resultó sorprendente en su día que Alejo Vidal-Quadras casi triplicase el número de diputados del Partido Popular en Cataluña en 1996. Se había dado cuenta de que haciendo una campaña en la que hablase más en español que en catalán, podía llegar a muchos miles más de votantes. Y acertó. Se había dado cuenta de dónde residía el factor que podía atraer a las urnas a más votantes favorables al PP. Después, José María Aznar-Herodes Agripa cometió la gran traición de entregar la cabeza de Alejo-Bautista a Pujol-Salomé. Todavía está pagando el PP las consecuencias de esa traición. Y el PP se puede convertir en un partido residual en Cataluña, porque sus responsables no quieren darse cuenta de las razones de la abstención. Quiero decir, el actual Ministro del Interior, Jorge Fernández y Alicia Sánchez-Camacho. El primero, ya lo he explicado el otros artículos, padece el Síndrome de Boabdil; la segunda ha logrado que los medios lleven dos años hablando de una comida que mantuvo con la exnovia de un hijo de Jordi Pujol. Ésa ha sido la agenda primordial que ella ha ocupado en los medios.

 

 

¿Cómo podrían estudiar los partidos la abstención?

Lo voy a explicar de una manera muy sencilla, aunque muchos investigadores han abordado cada uno de los puntos que aquí voy a exponer.

En primer lugar, los partidos deberían estudiar las razones que han tenido quienes aceptan el programa del partido y lo votan. ¿Lo hacen porque les atrae el candidato o porque les atrae el partido? La distinción no es baladí. Ya contamos con experiencias importantes en España y en otras naciones que nos indican cómo hay candidatos que, al crear otro partido, se llevan sus votos y causan un roto, por no decir una sangría, a ese partido.

Después, vienen los escépticos o votantes potenciales que se mueven en la indecisión. Necesitan más razones, más información para salir de sus dudas y encaminarse a las urnas. Si el candidato o el partido se las da, empezarán a moverse. Si no, se quedarán quietos.

A continuación, están los indiferentes, los campeones del desprecio. Pueden decidir algunas elecciones dependiendo de algunos factores incontrolables. El tiempo atmosférico, por ejemplo. Si hace muy buen tiempo, es posible que prefieran desplazarse al mar y al campo antes que a las urnas. Si hace muy mal tiempo, encontrarán justificaciones para quedarse abrigados en casa.

Un partido con responsables inteligentes se preocupará mucho de los indiferentes. Y sabrán exponer las ventajas, los beneficios para los indiferentes de un programa político concreto. Claro está que antes se aplicarán para sondear cuáles son los motivos de la indiferencia.

Finalmente, los opositores. Ya he explicado en algún lugar en qué consiste la Opposition Research, la investigación de los aspectos desfavorables de los candidatos opositores y cómo utilizarlos. Cualquier experto de cualquier partido puede encontrar muchos aspectos útiles en el documental Our Brand is Crisis, de Rachel Broyton, sobre las elecciones presidenciales de 2002 en Bolivia.

Lo que he ofrecido es un plano. A partir de aquí, cualquier responsable de cualquier partido puede ponerse a pensar y a trabajar para preparar un plan de campaña. ¡Ay, políticos españoles, qué poco pensáis!. Con lo satisfactorio que resulta pensar. Vosotros os lo estáis perdiendo.

Mientras tanto, no me canso de recomendar dos libros sobre los políticos españoles: La Casta, de Daniel Montero, y La Casta autonómica, de Sandra Mir y Miguel Cruz.


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