jueves,18 agosto 2022
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Rusia-Ucrania-UE: Crónica de una eclosión energética anunciada

Inclusión financiera Carlos Trias Pintó, Consejo Editorial de Ibercampus
Antes de la invasión de Ucrania, las proyecciones del Banco Central Europeo estimaban que las perturbaciones de los precios de la energía reducirían el crecimiento del PIB de la Unión Europea en alrededor de 0,5 puntos porcentuales en 2022.  Prevalecía la indolencia pese a las señales alcistas desde marzo de 2021 que ya anticipaban los mercados de futuros de materias primas, singularmente estresados en los últimos tiempos por la confluencia de una amplia variedad de riesgos explícitos y latentes (físicos y meteorológicos, geopolíticos, sociales, de transición, etc.).

Contexto

Antes de la invasión de Ucrania, las proyecciones del Banco Central Europeo estimaban que las perturbaciones de los precios de la energía reducirían el crecimiento del PIB de la Unión Europea en alrededor de 0,5 puntos porcentuales en 2022. 

Prevalecía la indolencia pese a las señales alcistas desde marzo de 2021 que ya anticipaban los mercados de futuros de materias primas, singularmente estresados en los últimos tiempos por la confluencia de una amplia variedad de riesgos explícitos y latentes (físicos y meteorológicos, geopolíticos, sociales, de transición, etc.)

Las 27 estrategias energéticas, bien diferenciadas en cada Estado miembro, han venido asentado un sistema energético europeo frágil: deficientemente integrado e interconectado en su mix energético, a la vez que fuertemente condicionado por el acoplamiento de los precios de la electricidad y el gas, de gran eficacia en mercados bien estructurados, de gran riesgo en el caso de una fuerte dependencia externa de las commodities energéticas de origen fósil.

La Unión Europea está obligada a importar el 90% del gas que consume y el 45% es de procedencia rusa. Igualan esa cifra nuestras importaciones de carbón ruso, y se completa la triada de “energías sucias” con un 25% de su petróleo. Para mayor abundamiento, varios Estados de la Unión fían a la voluntad de Rusia el 100% de sus aprovisionamientos energéticos. 

Nadie a simple vista podría imaginar tales despropósitos sin atender a datos más granulares, envueltos por un variado mosaico de acuerdos, país a país, con el mix fósil de Rusia. Caldo de cultivo para la siembra de prácticas anticompetitivas que han ido distorsionando el comportamiento de los mercados y falseado numerosas reglas que debieran presidir toda hoja de ruta hacia un mercado único de la energía. 

Quienes lideran los dos grandes bloques de intereses en la Unión, Alemania y Francia, han considerado por delante los suyos propios. Así, la lupa sobre Alemania nos muestra como parte de su renacimiento industrial no es ajeno a los menores precios pactados en sus aprovisionamientos industriales de energía. Tampoco la estrategia industrial francesa ha respaldado la integración de los mercados energéticos en Europa, apostando antes por asegurar un modelo propio de soberanía energética. 

Prácticas anti cooperativas de corte estructural tan sólo hoy superables -para pasar de las musas al teatro- si se otorga la suficiente capacidad de intervención al Semestre Europeo, clave de bóveda para modular la implantación coordinada y el seguimiento efectivo de los programas y acciones proyectados en el corto, medio y largo plazo.

Escenario presente

El giro en positivo del Consejo Europeo para vigorizar el papel futuro del Semestre Europeo ha allanado el camino a la Comisión para, en el marco de la Cumbre del Consejo Europeo de 24 y 25 de marzo, completar la batería de opciones y propuestas para reconfigurar el modelo energético europeo: Propuesta de Reglamento sobre almacenamiento de gas  y  Seguridad de la oferta y precios de energía asequibles

Abordan el aseguramiento coordinado de las reservas energéticas y el refuerzo de los instrumentos y herramientas tractoras asociadas al Pacto Verde Europeo, con fuerza para acelerar y amplificar las vías de transición hacia la producción de un variado mix de energías limpias.

Debidamente acompasadas con la urgida minoración de la dependencia energética, desplazando a los proveedores menos fiables y reduciendo la adquisición de combustibles fósiles volátiles.

También amplía la “caja de herramientas” de REPowerEU (8 de marzo), sintetizada más adelante. 

A partir de su lectura, se constatará la falta de originalidad de Sánchez y Costa al exhibir sus logros en la Cumbre del Consejo.  

“El Semestre Europeo debería supervisar de cerca los riesgos y desafíos restantes y en evolución, prestar especial atención a la transición ecológica y digital, motor clave de la recuperación; promover el crecimiento económico sostenible, el buen funcionamiento de los mercados laborales y la inclusión social”. 

Consejo Europeo, Asuntos Económicos y Financieros, 9 de noviembre de 2021

Antecedentes inmediatos

La Comisión reacciona y brinda respuesta ante las crecientes turbulencias de los mercados (globales) de la energía: la Caja de herramientas sobre precios de la energía (octubre de 2021) orienta a 25 Estados miembros en la adopción inmediata de  medidas en alivio de las facturas de clientes domésticos en situación de pobreza energética,  así como las ayudas a las empresas “de conformidad con las normas sobre ayudas estatales de la UE” y bajo la estricta vigilancia de las prácticas anticompetitivas. 

Servirá de bálsamo para los países más audaces en su aplicación, pero no alcanzará a resolver los cuellos de botella en aquellas cadenas de valor industriales más afectadas por el parón en la producción de materiales que precisan de un uso intensivo de insumos energéticos, al haber pasado a ser la del aluminio y el acero económica y financieramente inviables. 

Portugal ya recoge los frutos del ajuste semanal efectuado en el impuesto sobre los combustibles (ISP) que viene nutrido por la recaudación adicional que obtiene por el IVA. 

REPowerEU (8 de marzo)

A la vista de la desigual respuesta por parte de los gobiernos europeos, la Comisión Europea explicita que el marco jurídico del mercado de la electricidad (en particular, el artículo 5 de la reforma de 2019 de la Directiva sobre la electricidad), permite en situaciones excepcionales dotarse de mecanismos de transferencia para proteger a los consumidores y fijar precios minoristas para los hogares y las microempresas.  

Otra forma sugerida consiste en un modelo agregador, que habilita a una entidad bajo control estatal para comprar electricidad en el mercado al mejor precio posible para luego despacharla a precios inferiores a los de mercado.

Intervención en el mercado eléctrico mayorista

Se propone la compensación ex post sobre el precio adicional que pagan los generadores de electricidad fósil por su combustible (carbón, gas, petróleo, gasóleo). Las centrales eléctricas de ciclo combinado (las últimas que ofertan en las subastas eléctricas y por tanto marcan el precio marginal de la electricidad) podrían con estas medidas transitorias satisfacer los requerimientos productivos mientras preservan su rol modulador en la contención de los precios de la electricidad. 

Este coste sería más difícil de sostener para los Estados miembros con un margen fiscal más limitado, siempre en dramática correlación con los países más vulnerables.

Consumidores empoderados

Sostiene la Comisión Europea que una competencia sana en los mercados minoristas será esencial para garantizar servicios innovadores que satisfagan las necesidades y competencias cambiantes de los consumidores, aumentando al mismo tiempo la flexibilidad del sistema. 

Para colegir qué, mediante el acceso a información suministrada en tiempo real sobre sus consumos de energía, se habilitará a los consumidores a servir de palanca de transformación de los mercados energéticos. 

No podemos estar más de acuerdo con esta afirmación ya qué también sabemos de algunas herramientas pioneras para tal propósito, por ejemplo, el Ecómetro

El papel del consumidor activo, ahora, marcará la configuración del modelo que será sometido a evaluación para medir su contribución en la realización de la Agenda 2030 y el logro simultaneo de los ODS. Un reto ineludible.

Carlos Trias Pintó,  Consejo Editorial de Ibercampus

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