jueves,18 agosto 2022
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Salud Mental. Conflicto social de convivencia

Salud Mental colectiva.De la convivencia y el conflicto en la realidad subjetiva

Tendemos a la histeria de la pacificación, cuando la paz es un proceso que cada día se construye, con tolerancia, con amor y con solidaridad.

Decía Tierno Galván a propósito de la “literatura”, que "al literato le interesa menos que al politico descubrir la voluntad recóndita del otro en cuanto que la creación literaria no ha estado definida por la relación amistad-enemistad, lealtad-deslealtad, etc. Pero que, incluso luchando contra su propia tradición, la literatura avanza por el mismo camino, acelerando cada vez más su proceso, hasta convertirse no ya en la pesquisidora y descubridora de la intención a través de la conducta, sino en un instrumento que describe e interpreta los estados de conciencia y su génesis por el comportamiento, esto es, por la suma de actos conscientes e incosncientes que condicionan la convivencia".

Esto es lo que podríamos pensar del conflicto social, del conflicto que genera la diferencia que percibimos unos respecto de otros en nuestra convivencia.

Si nos pensamos como mundos “normalizados”, geolocalizados, inmutables entonces la literatura pierde su virtuosismo y se convierte en política racionalista e individualista)).

Porque la literatura siempre nos descubre como seres complejos, fraccionados, incoherentes, vividos, circunstanciados y mudables.

Asi, y  siguiendo este análisis más amplio en salud mental si a los que somos “renglones torcidos” se nos empieza a dotar de realidad, de una realidad subjetiva diferente a cualquier otra, cualitativamente mucho más diversa, mucho nos podremos enriquecer todos del conflicto tanto intrapsiquis, como entre todos en la convivencia seamos  torcidos, aritméticos o cuadrados.

Porque la crisis emocional que pasamos de forma tan constante , a diferencia de la media social no es un trastorno de adaptación unilateral donde quien impone las normas son los “demas”, sino “todos nosotros”, y muy  atrás quedaría nuestra democracia si no encuentrasen lugar realidades tan diferentes

Que podamos cada uno explicar nuestro mundo es un derecho y un deber para el desarrollo de todos y con todos. Que se puedan dar espacios de convivencia flexibles y no programáticos también.

Porque la crisis , nuestra crisis es consustancial al desarrollo humano, que cada cual vive de diferente manera. Tendemos a la histeria de la pacificación, cuando la paz es un proceso que se construye cada día, con tolerancia y con fraternidad.

Quiero cerrar este post con las palabras del profesor Tierno Galván, en la “Clausura de las Jornadas La Descentralización a debate” de 1984, donde indica que es el entorno local es el más cercano al ciudadadano donde más nos acercamos a esta realidad.

El otro día escuché, lo comentaba hace poco, una conferencia en Madrid de un professor alemán, el Prof. Schneider, en que planteaba el siguiente problema: los tres grandes temas de la Revolución francesa, libertad, igualdad y fraternidad, la libertad está articulada y en cierto modo conseguida. La igualdad está conceptualizada y estamos luchando por ella, pero decía este professor que ha sido la fraternidad. Y yo les digo que la fraternidad para que les conceptualice, se convierta en auténtica solidaridad y cobre sentido y se defina el único órgano que puede realizarlo son los ayuntamientos. El ayuntamiento tiene que ser un plasma vital, estrechamente relacionado

Y por eso es desde esta instancia donde se deben reforzar los mecanismos de participación colectiva donde construir nuestro marco de convivencia jurídica.

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