P.- ¿Cuáles son sus objetivos prioritarios? ¿Qué será lo primero que haga si llega a la Rectoría?
R.- Mi programa tiene como eje a las personas que día a día hacemos la Universidad, Estudiantes, PAS y PDI. Si resulto elegido Rector, uno de mis primeros objetivos será conseguir que toda la comunidad universitaria participe y se sienta involucrada en la toma de decisiones. A corto plazo creo que es importante impulsar la comunicación y el dialogo con los agentes sociales y las administraciones.
P.- Excelencia, internacionalidad, innovación… Los tres candidatos a la Rectoría parecen defender los mismos lemas. ¿Qué tiene usted que no tengan sus contrincantes?
R.- No sé los otros candidatos, pero yo me presento a estas elecciones con mucha ilusión, con un sólido programa, y con unos objetivos perfectamente realizables. Y si tras las elecciones resulto ser el candidato elegido, trabajaré con entusiasmo para conseguir que toda la comunidad universitaria colabore para alcanzar una universidad excelente en todos sus niveles, reconocida a nivel internacional, y ante todo, para hacer que sea la universidad de todos.
Puedo citarle una de las apuestas estratégicas y diferenciadoras de mi candidatura: la creación en el entorno del Campus de Getafe, de un Parque Científico sectorializado en el ámbito de las humanidades, la documentación, el periodismo y la comunicación audiovisual. Plantearé, implicando a todos los sectores de la universidad, la viabilidad de la creación de un Parque Empresarial en el Campus de Colmenarejo, vinculado al sector turístico, y apoyaré e impulsaré el Parque Científico Tecnológico (Leganés Tecnológico). Esta realidad permitirá a la Universidad crear un consorcio de Red de Parques de la Universidad Carlos III de Madrid.
P.- Los alumnos y las escuelas de negocios se quejan de la falta de conexión entre la Universidad en general y el mundo laboral. ¿Qué propone ante ello?
R.- Pienso que hay que fortalecer las actividades prácticas en el proceso de aprendizaje, dándoles un peso mayor en las calificaciones finales. Otra medida para poner en conexión a la empresa y al estudiante, es apostar al máximo por las prácticas en empresas durante el desarrollo de su carrera.
P.- ¿Qué líneas estratégicas defiende para mejorar la Investigación y evitar la llamada “fuga de cerebros”?
R.- Es preciso incentivar la creación de grupos de investigación sólidos y estables, capaces de afrontar de forma competitiva los retos de la investigación de calidad. Tenemos que valorar los grupos de investigación emergentes, cuando surjan como consecuencia del desarrollo de nuevas líneas de trabajo.
La evaluación de la investigación es un aspecto clave, hay que trasladar la cultura de los indicadores a la evaluación de los grupos de investigación. Debemos promocionar la cultura del ranking, basándonos en criterios reconocidos, a ser posible a nivel internacional. Es necesario incluir en los sistemas de evaluación, indicadores de innovación y transferencia de tecnología.
Hay que mejorar las condiciones de los investigadores en formación. El personal investigador en formación es de vital importancia en el desarrollo de nuestra política investigadora, pero también es el eslabón más débil, por ello hay que reconocer y dignificar su actividad.
P.- Por último, defina cómo es para usted la Universidad Carlos III. ¿Cuáles son sus peores defectos y cuáles, sus mejores cualidades?
R.- La Universidad Carlos III es una gran Universidad. Yo destacaría entre sus mejores cualidades: sus estudiantes, están motivados y tienen un buen nivel (la tasa de inserción laboral, una vez finalizada su carrera lo avala), tenemos titulaciones que son referentes a nivel nacional, nuestros investigadores son competitivos, el profesorado tiene una dedicación exclusiva y tenemos un elevado número de profesores permanentes doctores, el personal de administración y servicios es muy eficaz y profesionalizado. Además tenemos una cultura de la calidad extendida. Hemos apostado por las humanidades.
Entre sus defectos destacaría su insuficiente proyección internacional, la falta de vínculos fuertes y estables con centros de educación internacionales de prestigio, las condiciones de los investigadores en formación, la escasa participación de los estudiantes, la deficiente comunicación interna.
