jueves,18 agosto 2022
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Francia anuncia que no alterará la cumbre del clima

Todos califican el terrorismo de París «acto de guerra»

Redacción
El Estado Islámico al reivindicar los actos terroristas del viernes en París y las potencias occidentales coincidieron en juzgarlos como acto de guerra. Hay cuatro españoles, uno de ellos hispanomexicanos entre los 130 muertos Interior mantiene el nivel 4 de alerta y evita subirlo al máximo. Gobierno y PSOE abren el pacto antiyihadista a otros partidos y los Reyes expresan su condolencia, mientras los partidos suspenden sus actos de precampaña y se acelera el calendario para un acuerdo en Siria.

Toda la prensa española condena, aunque sin incluir perspectiva cultural o educativa en las acciones a emprender, los ataques simultáneos perpetrados por los terroristas yihadistas en el centro de París, que arrojan por el momento un balance de 130 personas muertas, entre ellas cuatro de nacionalidad española (Jorge Alonso de Celada, Alberto Pardo Touceda, Juan Alberto González Garrido y Michelli Gil Jáimez, que tenía doble nacionalidad hispanomexicana) y más de 352 heridos, 99 de ellos de extrema gravedad. La policía ha confirmado que fueron siete personas de entre 15 y 18 años, divididas en al menos tres comandos, los que perpetraron el ataque terrorista en el centro de París. Los autores de uno de los atentados gritaban "Alahu Akbar" ("Alá es el más grande") mientras disparaban con armas automáticas. Uno de los terroristas fue abatido por la policía, mientras el resto se inmoló haciendo detonar explosivos que llevaban sujetos a la cintura.

El autodenominado Estado Islámico, tal y como apuntaban todas las hipótesis, reivindicó el sábado los atentados de París a través de comunicados y grabaciones tanto en árabe como en francés. "Hermanos ataviados con cinturones explosivos y ametralladoras atacaron ayer objetivos seleccionados con precisión en el corazón de la capital francesa", asegura DAESH, advirtiendo de que "sólo es el principio de la tempestad" que seguirá hasta que Francia cambie sus políticas en Siria e Irak. Poco antes de conocerse este comunicado, al que la policía atribuye credibilidad, el presidente francés, François Hollande, había acusado ya al "ejército yihadista del Estado Islámico" de haber perpetrado un "acto de guerra contra Francia", añadiendo que no variará sus políticas a pesar de las amenazas y será "implacable contra los terroristas". "Lo que se produjo ayer en París y en Saint Denis es un acto de guerra, y frente a la guerra el país debe tomar las decisiones apropiadas", remarcó Hollande. "Es un acto de guerra que estaba preparado, organizado y planificado desde el exterior y con complicidades interiores que la investigación establecerá", subrayó. El jefe del Estado francés ha convocado para el lunes en Versalles una comparecencia extraordinaria ante la Asamblea Nacional y el Senado.

Por el momento, como muestra de la voluntad de no dejarse intimidar por estos actos violentos, las autoridades francesas anunciaron ayer que no renuncian a celebrar la Cumbre del Clima prevista entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre. El presidente estadounidense, Barack Obama, reaccionó a los atentados de París confirmando su presencia en la Cumbre.

Primeras detenciones

Los restos de los cuerpos de los terroristas causantes de los atentados han sido trasladados al Instituto Médico Legal. Los investigadores esperan que los restos de ADN o las huellas encontradas coincidan con un fichero de autores de infracciones en Francia. De hecho, según las fuentes policiales, uno de los asaltantes de la sala de conciertos Bataclan ya ha sido identificado: se trataría de un francés de origen árabe, fichado por la policía por delitos comunes.

También ha trascendido que tres personas relacionadas con estos sucesos han sido detenidas en Bruselas, y que ya están siendo interrogadas. El padre y el hermano de uno de los terroristas muertos en la sala Bataclan, según informaciones de última hora, también han sido detenidos por la policía francesa. Además, un pasaporte sirio y otro egipcio han sido encontrados cerca de los restos de uno de los autores de los ataques. Según el gobierno griego, el terrorista titular del pasaporte sirio fue registrado en octubre en la isla griega de Leros.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, compareció el sábado por la mañana en el Palacio de la Moncloa para expresar su solidaridad con el pueblo francés. "Hoy todos somos Francia. Hoy todos estamos juntos contra la barbarie. Nos pueden hacer daño, pero no nos van a vencer", subrayó el jefe del Ejecutivo, quien anunció además que había sido convocado el Consejo de Seguridad Nacional y el Pacto de Estado Antiyihadista. "El terror nunca ha podido con Europa", dijo Rajoy, quien insistió en que la violencia terrorista no doblegará las profundas convicciones democráticas del Viejo Continente. "No es cuestión de creencias religiosas", resaltó, "es una lucha entre la civilización y la barbarie". El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, conversaron en dos ocasiones entre la madrugada del sábado y ayer a media mañana. El jefe del Ejecutivo también telefoneó a Pablo Iglesias, líder de Podemos, y a Albert Rivera, presidente de Ciudadanos. También habló con la portavoz parlamentaria de UPyD, Rosa Díez y el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y prevé seguir los contactos con todos los interlocutores políticos y sociales. El presidente del Gobierno también tuvo contactos con el presidente Hollande y el primer ministro francés, Manuel Valls.

Interior mantiene el nivel 4 de alerta y evita subirlo al máximo

El Gobierno decidió el sábado, tras revaluar la amenaza yihadista con los servicios de inteligencia y las fuerzas policiales, mantener la alarma antiterrorista en el grado 4, de los cinco previstos. No obstante, el ministro dio órdenes de reforzar la seguridad en varios "ámbitos", que no especificó por motivos de "prudencia". Se trata de puntos vulnerables o de gran afluencia de público, como centrales nucleares y aeropuertos, según concretaron fuentes de su departamento. Estas medidas se suman a las que se pusieron en marcha el pasado 26 de junio, cuando el Gobierno implantó el nivel 4 tras la ola de atentados en Francia, Kuwait y Túnez. Entonces se activaron todas las fuerzas de seguridad dedicadas a la prevención, investigación e información de la lucha antiterrorista.

Además, España puso a disposición de Francia todo el potencial de sus servicios antiterroristas para ayudar en las investigaciones de la matanza de París. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dio la orden expresa de reforzar la cooperación con el vecino del norte para afrontar la amenaza del "enemigo común", el Estado Islámico. En este sentido, la Comisaría General de Información de la Policía, la Unidad Central Especial de la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia están en contacto con sus homólogos franceses para intercambiar información.

Los partidos suspenden sus actos de precampaña

Gobierno y PSOE coincidieron en que el pacto de Estado contra el terrorismo yihadista, suscrito por ambos el pasado febrero y cuya comisión de seguimiento se convocó tras los atentados de París, se abra a los partidos emergentes. Tras la reunión del pacto, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez estuvieron de acuerdo en que la unidad contra el terror yihadista que ha vuelto a golpear a Europa integre a todo el que "tenga voluntad de cooperar", en palabras del presidente. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, había pedido sumarse al acuerdo, mientras que el de Podemos, Pablo Iglesias, se descolgó por no compartir "sus valores". "Nosotros no nos sentimos identificados en los valores de ese pacto. Pensamos que combatir el yihadismo implica defender más que nunca los valores europeos", subrayó Iglesias.

Todos los partidos políticos decidieron suspender ayer los actos que tenían previstos en el contexto de la precampaña electoral del 20-D, expresando así su solidaridad con los sucesos acaecidos en Francia. Así, el PSOE decidió suspender la conferencia sobre el programa electoral que iba a celebrar con más de 800 participantes y 400 invitados. La gravedad de los atentados de París llevo a Pedro Sánchez a suspender el evento, sustituido por una declaración en el plenario de la conferencia, antes de suspenderla, para advertir que quienes quieren destruir la convivencia solo encontrarán "un muro firme" contra la violencia. Sánchez mostró además su "solidaridad" con las víctimas de los atentados y sus familias. "Podrán causar dolor pero jamás podrán doblegar la voluntad de un pueblo firme y unido", resaltó.En el mismo sentido se expresaron los principales dirigentes de los partidos políticos, y los presidentes de diversas comunidades autónomas, incluidas la catalana y la vasca, que convocaron actos de repulsa por los atentados y en homenaje a las víctimas. La Asamblea Nacional Catalana, según destacan varios diarios, aplazó ayer, en solidaridad por los atentados de París, la manifestación prevista para hoy ante el Parlamento catalán para presionar a los partidos en busca de que desbloqueen la investidura de la presidencia de la Generalitat.

En esta línea, la manifestación convocada en Madrid por miembros de la Guardia Civil para pedir mejoras salariales y laborales estuvo presidida por pancartas de solidaridad con las víctimas del atentado en París. Más de 10.000 guardias civiles, según el sindicato AUGC, secundaron la convocatoria.

Según destacan algunos diarios, la masacre de París podría acelerar el calendario para celebrar elecciones en Siria. Así, Estados Unidos y Rusia se pusieron ayer de acuerdo en fijar un calendario para una salida negociada en un foro internacional reunido en Viena. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, uno de los impulsores de la segunda ronda de conversaciones celebrada ayer en Viena, anunció que el Gobierno sirio y la oposición tendrán que iniciar negociaciones antes del 1 de enero del año que viene de cara a formar un gobierno provisional que prepare unas elecciones en 18 meses. En la rueda de prensa que compartió junto a su homólogo ruso, Serguei Labro, quedó claro que el principal punto de fricción sigue siendo el futuro del actual presidente sirio, Basar Asad. Además, queda pendiente por dilucidar quién se sentará a la mesa representando a la oposición, compuesta actualmente por una amalgama de grupos que en algunos casos incluyen elementos radicales. No obstante, el enviado especial de la ONU para Siria, Stefan de Mistura, confió ayer en poder encarrilar ese proceso negociador, del cual debería surgir un Gobierno "creíble, inclusivo y no sectario" que sirva de puente entre el régimen actual y otro cuyos contornos todavía se desconocen. Lo siguiente será un proceso electoral supervisado por Naciones Unidas.

Editoriales de la prensa española

Hay que emplear todos los instrumentos de seguridad frente al terror (EL PAÍS): El yihadismo ha vuelto a emplear bombas humanas para causar en París una de las matanzas más odiosas que se recuerdan. Cómo no horrorizarse ante las imágenes de cuerpos destruidos a ciegas, y cómo no sentir la debilidad de creernos impotentes frente al terror. Sin embargo, la reciente historia de España demuestra precisamente lo contrario: se puede vencer al terrorismo con las armas de la democracia, a costa de mucho dolor y siempre que seamos capaces de mantener la sangre fría frente a los zarpazos terroristas. Esta guerra insidiosa nos habla del fanatismo totalitario que se esconde en las cabezas de los que dirigen el llamado Estado Islámico, sin duda decididos a proseguir la escalada criminal. Las democracias tienen el derecho y la legitimidad de emplear todos los instrumentos de seguridad que sean precisos frente al terror -incluidos los militares- por más incomodidades y riesgos que las medidas puedan causar a la vida cotidiana. Y las sociedades deben comprenderlo y apoyarlo. Que esta vez haya sucedido en Francia no debe hacer olvidar la situación de España, citada y amenazada frecuentemente en comunicaciones de los grupos terroristas. La reacción de Mariano Rajoy y de los partidos políticos fue ayer la adecuada. La condición necesaria para enfrentarse a este terrorismo es no dejarse llevar por arrebatos que puedan confundir la defensa frente a los yihadistas con la convivencia de las comunidades musulmanas, ni cuestionar las libertades desde las que los europeos debemos diferenciarnos de los salvajes que nos atacan.

Occidente debe luchar unido contra el terror de IS (EL MUNDO)La brutal agresión vivida el pasado viernes en París hace necesaria una respuesta contundente para luchar contra la indefensión, aumentar los márgenes de seguridad y reafirmar nuestros valores. Es necesario un operativo bélico que actúe allí donde los comandos islamistas diseminados por todo el mundo tienen su origen: el califato que el Estado Islámico (IS) ha instaurado en Irak y Siria. Las tropas occidentales deben actuar sobre el terreno y procurar la completa desaparición del IS, que no es sólo un grupo terrorista sino, además, una estructura totalitaria cuyo objetivo es la implantación salvajemente violenta de la doctrina y las prácticas islámicas en todo el mundo. No existe mayor interés geopolítico para Occidente que procurar la preservación de sus valores de libertad y de convivencia. No obstante, el calibre del terror yihadista se suma en las democracias europeas a la tarea ya de por sí colosal de gestionar la inmigración. Compaginar la garantía de seguridad y la protección de las libertades supone un imperativo moral y democrático insoslayable. Por su parte, cabe exigir a las comunidades musulmanas, dentro y fuera del continente europeo, que exterioricen de forma aún más rotunda y nítida su rechazo al yihadismo, además de redoblar la colaboración con las fuerzas de seguridad. Las democracias como la española tienen el derecho y el deber de exigir el cumplimiento de las reglas de tolerancia que hemos acordado entre todos. El rearme moral de Occidente, el apoyo a la educación en países donde se expande el radicalismo y la persecución de los terroristas allí donde se escondan deben ser pilares en la lucha contra el terror.

Hay que asumir una guerra directa en Siria e Irak contra el Estado Islámico (ABC)Los atentados del 13-N han demostrado que el yihadismo se ha organizado de tal manera que puede burlar los controles preventivos de los mejores servicios de inteligencia y que es capaz de planificar logísticamente ataques simultáneos en una de las grandes capitales europeas un viernes por la noche. Es evidente que la política antiterrorista adoptada hasta el momento no ha sido suficiente para ponerse a la altura de la amenaza y obliga a replantearse urgentemente nuevas formas de combate antiterrorista. Ahora la pregunta es: ¿está Europa dispuesta a secundar a Francia en su declaración de guerra? No debería existir duda alguna sobre lo que toca hacer ahora. Militarmente, Estado Islámico es un objetivo bien definido desde el punto de vista territorial y no podría superar una campaña masiva por tierra y aire de una coalición internacional. Pero si Europa quiere seguir siendo libre tendrá que asumir el coste humano de una guerra directa y definitiva en Siria e Irak contra Estado Islámico. Hay también una batalla cultural, ideológica y política que las sociedades europeas deben iniciar para que los principios de la libertad no sean solo el lema de un frontispicio de mármol que empieza con la aceptación de que ser europeo implica no tolerar, tampoco entre nosotros, grupos de ciudadanos aislados por su convicción integrista que aplican privadamente la sharía, que condenan a la mujer a una esclavitud silenciosa, que coartan las libertades de información y expresión o que aprovechan la libertad religiosa para difundir la violencia.

No queda otra opción que responder con la fuerza de las armas (LA RAZÓN): La capital de Francia, que ha irradiado los principios de la libertad a todo el mundo occidental, ha sido objeto de una acción de guerra por parte de una entidad política asentada en un amplio territorio sobre el que ejerce soberanía plena y que se erige en gobierno de quienes allí habitan. Ante estas circunstancias, no queda otra opción que responder con la fuerza de las armas, no por una inútil pasión vengativa, sino como expresión del derecho a la legítima defensa que asiste al mundo libre. Porque la matanza execrable provocada por DAESH en el corazón de París supone un punto de inflexión en el desafío terrorista que no puede quedar sin respuesta y que, sobre todo, ya no admite planteamientos estratégicos que trasladan la responsabilidad del combate a terceros actores regionales y que no son más que excusas con las que la mayoría de los gobiernos de la Unión Europea justifican su pasividad. Es una guerra que se libra en dos frentes: uno interno en el que hay que reforzar la capacidad de defensa mediante el incremento de las medidas de control transfronterizas, intercambio de información sensible entre los países de la UE, listas compartidas de sospechosos e intensificación de la vigilancia en las redes sociales. Pero no es posible mirar hacia otro lado cuando se plantea que también existe un frente externo -el territorio donde opera un estado terrorista- al que es imperativo atacar. Ha llegado el momento en que la UE, preferiblemente en colaboración con los Estados Unidos, envíe tropas sobre el terreno que expulsen a los yihadistas de sus baluartes. Nos asiste el derecho de la legítima defensa y nos reclama el deber de acabar con uno de los totalitarismos más crueles del siglo XXI.

Un acto de guerra (LA VANGUARDIA): El presidente de la República francesa ha calificado los atentados terroristas del viernes como "acto de guerra". Una expresión que debe mover a la reflexión de los europeos y de sus líderes ante la grave amenaza de que lo de París no es un hecho aislado, sino que es un golpe a Europa con la intención de amedrentar al viejo continente. Estamos ante un enemigo cierto al que debemos presentar batalla. Lo dijo el presidente François Hollande, cuando, después de referirse al "acto de guerra organizado desde el exterior con complicidades en el interior", añadió que Francia será implacable en la lucha contra el Estado Islámico, "con todas las armas del Estado de derecho" y "en coordinación con los aliados". Y apostilló que es la hora de "tomar decisiones". ¿Qué decisiones? Por supuesto que la primera y más urgente es reforzar los sistemas de seguridad e inteligencia para luchar contra el terrorismo yihadista en el interior de los estados europeos. Otra posible decisión que tomar concierne a la crisis de los refugiados, la otra cara de la moneda del terror que siembra el Estado Islámico, que ha provocado graves diferencias entre los socios de la UE, con la construcción de barreras y vallas para contener el alud de inmigrantes y, lo que es peor, el aumento de la islamofobia en algunos países. Un factor muy peligroso, por cuanto no sólo conduce a la marginación de las comunidades musulmanas europeas, sino que además provoca la radicalización de sus jóvenes. Europa y los europeos deben tomar conciencia de que se hallan ante un momento histórico crucial que exige respuestas inteligentes y razonables y, por tanto, coraje

Los desafíos del terror (EL PERIÓDICO): Ninguna causa política ni ninguna religión acredita el uso de la violencia, discriminada o indiscriminada. Los atentados de París se han producido en un momento en que Europa está demostrando una gran debilidad para resolver una de las mayores crisis a las que se enfrenta, la de los refugiados procedentes precisamente del escenario bélico de Siria, que huyen tanto de la violencia del terrorismo islamista como de la ejercida por las fuerzas del tirano Bashar el Asad. Aunque el pasaporte sirio hallado en el cadáver de uno de los terroristas sea de un inmigrante que se registró en Grecia, eso no puede justificar las pulsiones xenófobas que crecen en casi todos los países de la UE. Los bárbaros asesinos han logrado el objetivo de aterrorizar a la población y han demostrado que la seguridad no existe. Han dicho a los franceses, y por extensión al resto de europeos, que tienen ojos y oídos en la sociedad, que pueden atentar incluso donde se halla el mismo presidente de la República. Lo ha dicho Hollande, lo ocurrido en París es un acto de guerra cometido por un ejército terrorista. Pero en esta guerra, que es más antigua que el propio EI, la respuesta no puede ser solo el contraataque. Hay que ir a las causas de la aparición de esta violencia y en estas causas encontraremos actuaciones erróneas de muchos de los países que están en el punto de mira de los terroristas. En esta guerra tampoco hay que dejarse llevar por las llamadas a las restricciones de las libertades civiles. Buscan la fragmentación de nuestra Unión, de nuestras sociedades y esto es algo en lo que no debemos ceder.

Otros comentarios de prensa

Lo que el terror nunca podrá lograr (David Jiménez. EL MUNDO) El terrorismo puede hacernos daño pero no tiene posibilidad de vencernos. Nos enfrentamos a una nueva forma de fascismo pregonada en miles de escuelas.

No vencerán (Bieito Rubido. ABC El yihadismo siempre mata a los demás. Nunca a nosotros. O eso creemos. Estamos frente a otro tipo de guerra. Sin lindes en los campos de batalla. Con un enemigo confuso. Su rostro se pierde en medio de tormentas de arena. Por eso es tan importante creer en nosotros mismos, en nuestros valores.

Proteger la libertad (Màrius Carol. LA VANGUARDIA) Anteanoche, la capital francesa vivió la peor de las pesadillas. El horror del terrorismo más enloquecido, fanático y mortal. Debemos proteger la conquista de la libertad antes de que sea necesario reconquistarla.

Iglesias equivoca los términos (Puntazos. LA RAZÓN) A menos que se trate de una pose política, que no queremos relacionar con sus vinculaciones con movimientos islámicos, no es lógico el rechazo del líder de Podemos a adherirse al pacto contra el terrorismo yihadista.

Desafortunado tuit de Rivera (Puntazos. LA RAZÓN) El tuit que escribió ayer el líder de Ciudadanos, con motivo de los atentados de París -"El año pasado en estas mismas fechas estuve en París celebrando mi cumpleaños"- es de una banalidad impropia de un dirigente político que aspirar a gobernar una gran nación.

La amenaza yihadista en Francia (Fernando Reinares. EL PAÍS) En 2015 los servicios franceses dedicados a prevenir y combatir el terrorismo yihadista, otrora muy eficaces, estaban ya desbordados. Lo ocurrido el viernes no va a ser lo último.

De nuevo es la libertad (Juan Pablo Colmenarejo. ABC) Otra vez volvemos a jugarnos lo básico en esta guerra, y no es más que la libertad de caminar por nuestras calles, sin miedo a resultar ametrallados.

Cambiar el rumbo (Julio Rodriguez. EL PAÍS) El Estado Islámico es un problema real, pero su solución no puede ser únicamente militar. Ninguna política de seguridad puede, por sí misma, reducir a cero el riesgo de nuevos atentados. Lo que sí podemos hacer es comenzar a corregir el rumbo para dejar de alimentar al monstruo.

Los palos del sombrajo (Ramón Pérez-Maura. ABC) O plantamos cara a quien ha desatado el éxodo y lo confrontamos en su terreno, arriesgándonos a que asesine aquí a nuestros hijos o los cientos de miles de refugiados serán millones y dejaremos al Daesh y adláteres un territorio rico a su disposición para seguir conquistando a Occidente desde allí.

La brocha gorda (Alfonso Rojo. LA RAZÓN No sé si es la presión social o la proclividad de los medios de comunicación a la brocha gorda, pero nos pasamos por el arco del triunfo los detalles. Viven entre nosotros. Disfrutan del Estado del bienestar y gozan de todas las garantías legales.

Dolor por la muerte de inocentes (Sami el Mushtawi. EL MUNDO) A nosotros, los musulmanes, nos envuelve un sentimiento de dolor por la muerte de inocentes en París. Sin lugar a dudas los autores de esta masacre son asesinos y terroristas.

En guerra (José Ignacio Torreblanca. EL PAÍS) Ante una amenaza tan brutal, las democracias tienen todo el derecho a emplear la fuerza militar.

Y seguimos sin ser conscientes (Ángel Expósito. ABC) Nuestro mundo en guerra y aquí, en España, perdiéndonos con catetadas independentistas de quinta.

París: la guerra ya no es lo que era (Moisés Naím. EL PAÍS) Con nuevas armas y formas de combate, los actos bélicos ya no son monopolio de los Estados.

Una escalada del terrorismo (Felipe Sahagún. EL MUNDO) Lo más grave de lo sucedido es que se esperaba y se había pedido una respuesta adecuada a la amenaza.

El horror (César Vidal LA RAZÓN) Occidente ha persistido en una política que sólo ha aumentado la inestabilidad en Oriente.

El siglo de las luces (Jesús Lillo. ABC) Así no hay manera de hacer una guerra. Las naciones de Europa que han dedicado sus mayores esfuerzos.

Matanza juvenil (Cristina López Schlichting. LA RAZÓN) Dicen que algunos eran chavales de 20 ó 22 años, hablando en perfecto francés. Gente criada en Europa, crecida en nuestras escuelas, en nuestros barrios. ¿En qué momento la gozosa juventud se trocó en odio y ganas de matar?

Las campanas de Hemingway (Ignacio Camacho. ABC) Cuando subas a tu red social una velita por los muertos, sube otra por ti. Acuérdate de las campanas de Hemingway.

La mirada del otro (Reyes Monforte. LA RAZÓN) Todos almacenamos lo mismo en el fondo de nuestra mirada. Todos menos los asesinos, que no ven ni miran, sólo braman su grito de guerra: "Alá es grande".

Resistencia o aniquilación (Lucas Haurie. LA RAZÓN ) Ante un puro acto de guerra, la República habrá de erguirse para defender sus valores. De lo contrario, como en 1940, será aniquilada.

La guerra ha empezado (Jean Chalvidant. LA RAZÓN) Hay cien barrios en Francia donde la policía no se atreve a entrar; habrá que conquistarlos. La guerra ha empezado. A ver si la queremos ganar, tanto en las tierras del EI como en nuestro país.+

Guerra sin cuartel (José Mª Carrascal. ABC) Ahora se ve en toda la amplitud la estupidez de Bush hijo al invadir Irak y destruir el frágil equilibrio del Oriente Medio y el infantilismo de la progresía europea al saludar la "primavera árabe" como un triunfo occidental".

El enemigo en casa (Inocencio Arias. LA RAZÓN) Francia estima que tiene 250 yihadistas retornados de Siria dispuestos a atentar en su país. El 13-N traerá un cambio en los protocolos de seguridad como ocurrió en el 11-S.

Alemania, en alarma múltiple (Hermann Tertsch. ABC) Merkel es consciente del riesgo de que atenten en Alemania recién llegados a quienes abrió la puerta.

Es la guerra (Alfonso Ussía. LA RAZÓN) A un ejército de asesinos y terroristas no se le detiene con la negociación, los pactos y las palabras. O se acepta que vamos a ser vencidos por quienes odian a nuestra civilización o se combate abiertamente contra ellos para que el siglo XI sea derrotado.

Una guerra (Gabriel Albiac. ABC) La alternativa hoy en Europa no es paz o guerra. La guerra está aquí: Europa es territorio de yihad para los musulmanes piadosos.

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