jueves,18 agosto 2022
Espacio euroiberoamericano de diálogo sobre la innovación social, profesional y académica
InicioEmpresaBBVATres millones de personas menos en las clases medias
La crisis redujo la renta disponible familiar hasta el 20%

Tres millones de personas menos en las clases medias

Redacción
Unos 3,5 millones de españoles han dejado de pertenecer a la clase media por efecto de la crisis, mientras la desigualdad se ha incrementado 3,2 puntos entre 2004 y 2013, al pasar de 32,2 puntos a 35,4 puntos. Así se desprende del ultimo estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y el BBVA. La renta disponible de las familias se redujo hasta en un 20% de media desde el año 2007 de inicio de la crisis hasta el año 2013 en que empezó la recuperación en toda Europa.

La crisis ha variado los niveles de renta y la renta disponible de las familias ha menguado año a año desde 2007, haciéndolo además de manera desigual. El estudio constata que en 2007 el 60,6% de la población española formaba parte de la clase media, el 26,2% de la clase baja y un 12,8% de la alta. En 2013, los hogares con rentas medias disminuyeron hasta el 52,3%, mientras que los de rentas bajas se incrementaron hasta el 38,5%. 

"La impresión que predomina es que las políticas públicas han perdido fuerza redistributiva, pero en realidad lo que ha ocurrido es que no han compensado por completo los cambios que la crisis y el deterioro del empleo han provocado en la distribución de la renta entre los hogares", explica el catedrático de Análisis Económico que ha dirigido el estudio, Francisco Goerlich. "El factor más importante es el cambio en la intensidad de trabajo: aumento del desempleo, del trabajo temporal y del trabajo a tiempo parcial", indica, y añade: "Tres cuartas partes del incremento de la desigualdad se deben a la disminución en la intensidad de trabajo de parte de los hogares".

Por su parte, el BBVA señala en un estudio sobre las "deficiencias crónicas del mercado laboral español" que la existencia de prestaciones por desempleo es de una duración "elevada" y "tiende a reducir la intensidad de búsqueda de empleo", por lo que "sería deseable reducirla, al menos durante la fase expansiva del ciclo económico" y propone "establecer una regla automática que vinculase el tiempo máximo de percepción de la prestación a la evolución de algún indicador del mercado de trabajo", así como crear una "cuenta individual" con aportaciones de las empresas para pagar el paro.

La renta disponible de las familias hasta 2007 crecía, y llegó a acercarse a una media de 28.000 euros, pero desde entonces no ha hecho más que caer, hasta que en 2013 (inicio de la recuperación y último año  templado en el estudio) bajó a poco más de 22.000 euros, un 20% menos que seis años antes. Esta reducción no ha sido uniforme. La distribución de personas según el nivel de renta de los hogares en que residen lo muestra con claridad. En 2007, el 60,6% de la población española, formaban parte de familias que se podían considerar de clase media. En la clase baja, el 26,6%. El resto, 12,8% en la alta.

Seis años después —el estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y el BBVA analiza el periodo comprendido entre 2004 y 2013— la parte de abajo de la pirámide había crecido significativamente. Las personas que se podían considerar clase baja habían pasado a 38,5%.

Los integrantes de hogares con rentas medias bajaron en más de ocho puntos porcentuales, hasta el 52,3% y cayeron hasta poco más de 24 millones. En seis años, este colectivo ha menguado en unos 3,5 millones de personas.

La metodología seguida por el catedrático de Análisis Económico, Francisco Goerlich, y su equipo para clasificar a los hogares según su nivel de ingresos comienza por hallar la mediana, los ingresos que dividen a la población en dos mitades exactas según tengan una renta mayor o menor. Una vez hallada la medidana establece la división en tres grupos: los que disponen ingresos menores al 75% de la mediana, los que ingresan entre el 75% y el 200% de la mediana y los que se sitúan por encima del último dato.

Sube la desigualdad

La consecuencia ha sido el incremento de la desigualdad. Según el índice Gini (un termómetro que mide la igualdad en la sociedad en el que cero sería la igualdad absoluto y 100 la máxima), se aprecia que entre 2004 y 2013 ha subido de 32,2 puntos a 35,4.

“El principal origen de estos resultados es lo sucedido en el mercado de trabajo”, señala Francisco Goerlich, “la impresión que predomina es que las políticas públicas han perdido fuerza redistributiva, pero en realidad lo que ha ocurrido es que no han compensado por completo los cambios que la crisis y el deterioro del empleo han provocado en la distribución de la renta entre los hogares”.

“El factor más importante es el cambio en la intensidad de trabajo: aumento del desempleo, del trabajo temporal y del trabajo a tiempo parcial”, abunda la presentación del estudio. “Tres cuartas partes del incremento en la desigualdad se deben a la disminución en la intensidad de trabajo de parte de los hogares”, continúa Distribución de la renta, crisis económica y políticas redistributivas.

Explican los investigadores del IVIE que la caída de ingresos ha sido más importante en los hogares con menores niveles de renta, “lo que, además, ha empeorado su posición relativa debido, en especial, a factores relacionados con el deterioro del mercado de trabajo”, insiste.

Una de las conclusiones sobre salarios a las que llega el estudio es que “la distribución salarial es cada vez más homogénea en estos años si se comparan solo los ingresos de los asalariados a tiempo completo, porque la crisis expulsó del mercado a una proporción mayor de empleados con bajos salarios”. “La heterogeneidad aumenta cuando se incluyen en la comparación los asalariados a tiempo parcial y, sobre todo, los autónomos, un colectivo entre cuyos miembros hay una gran disparidad de ingresos”, zanja.

El impacto de las políticas redistributivas

Las políticas públicas contribuyen a aliviar los efectos que la crisis ha producido sobre la desigualdad en España, especialmente las de transferencias monetarias. Según los cálculos del IVIE y la Fundación BBVA, esta es un 45,7% menor de lo que es actualmente gracias a ellas. 

El mayor impacto procede de las pensiones. Detrás de ellas están las prestaciones y los subsidios de desempleo y la educación. Completan el elenco el desembolse sanitario y las exenciones sobre los impuestos directos.

De interés

Artículos Relacionados

Centro de preferencias de privacidad