jueves,18 agosto 2022
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Estudio de AEF: sigue la confusión y el vacío estadístico

Un 80% del Tercer Sector, sin transformación digital; las grandes fundaciones, «casos de éxito»

Redacción
El 80% de las entidades del Tercer Sector (sin ánimo de lucro y no gubernamentales) carecen de un plan estratégico para incorporar la transformación digital en su modelo operativo, y además son reticentes a hacerlo, según un estudio encargado por la Asociación Española de Fundaciones (AEF), encargado a Fundación Altran y hecho por tres periodistas.Con este motivo, intentamos clarificar la dispersión, confusión y vacío estadístico sobre el Tercer Sector en España y la necesidad de regularlo.

La Asociación Española de Fundaciones agrupa en torno a 800 fundaciones españolas de las más diversas dimensiones, finalidades y ámbitos de actuación, si bien estima que todo el sector fundacional español está formado por alrededor de 8.900 fundaciones activas,  emplea a 256.867 trabajadores, genera un gasto superior a los 8.000 millones de euros, realiza actividades en ámbitos diversos de interés general (social, educativo, medioambiental, de investigación o cultural, entre otros) y constituye el 0,8% del PIB español.

Estas fundaciones forman partes de las entidades del tercer sector, que incluye también entre otras a todo tipo de entidades no lucrativas, como las asociaciones y otro tipo de ONGs, así como en algunos casos las cooperativas, y persiguen en general la cohesión e inclusión social y hacen un papel importante en la sociedad,  aunque la digitalización atera cuanto menos los ritmos, como en otros sectores. "La integración tecnológica nos permite hacer más con lo mismo o, como mínimo, lo mismo con menos", afirmó Óscar Codón, director general de la Fundación Altran durante la presentación del informe de los retos de la transformación digital en el tercer sector en unas jornadas técnicas organizadas en el Centro Niemeyer

En el estudio de la AEF, titulado Impacto digital en las fundaciones: Revolución digital en lo social, se analizan las principales necesidades del tercer sector, que dice pasan por mejorar la comunicación, la transparencia, la innovación, la eficiencia, la protección de datos o la inmediatez. La metodología del trabajo se centra en encuestas para una redacción periodistica carente en princpio de conclusiones elaboradas y que termina con la exposición de una serie de "casos de éxito", todos ellos de grandes fundaciones.

"La transformación también está dirigida para las personas que forman parte de las entidades o fundaciones. Si no se lo creen, habrá dificultades para la gestión del cambio. Si se apuesta por acometer ese cambio, tienen que estar todos de acuerdo", afirmó Codón, quien aseveró que el coste de la tecnología ya no puede ser una excusa para sumarse a esa digitalización. "La propia tecnología permite que haya herramientas más económicas y estas nos permite hacer cosas que si no son ad hoc, son a un 70 u 80%. La tecnología es una inversión que hay que incluir ya en nuestras cuentas", abundó. Codón recomendó a las entidades o fundaciones del tercer sector que empiecen poco a poco con ese cambio: "No hay que empezar al 100%; se puede comenzar con proyectos pilotos y luego ir avanzando". Aconsejó "tener paciencia" ya que la transformación "lleva procesos de cambio que pueden incomodar". La jornadas técnicas "La transformación digital en el tercer sector" contaron con representantes de diversas entidades y fundaciones, como de Proyecto Hombre, el Banco de Alimentos, la Fundación Princesa de Asturias, la Fundación Accenture, Thyssenkrupp o la Fundación CTIC. Participaron en sendas mesas en las que se abordaron los errores cometidos y las lecciones aprendidas  y la transformación digital de los puestos de trabajo.

Al explicar por qué es importante la digitalización y la transformación digital es más que una moda pasajera, como ya apuntaron hace 20 años dos españoles en su libro Digitalismo (Taurus 2001) y había señalado el miembro del consejo asesor de Ibercampus.es Gustavo Matías el año 1995 en su introducción a un libro del BBVA y Telefónica titulado Telecomunicaciones en el umbral del infolitico: una introduccion prospectiva,  el estudio presentado por la Asociación Española de Fundaciones señala que las nuevas tecnologías son fuente de eficiencia y productividad. Al tiempo, internet abre la puerta a la internacionalización y a métodos para conocer mejor a los clientes, y la posibilidad de imaginar nuevos modelos de negocio. Hoy, la actividad digital representa el 20% del PIB mundial, porcentaje que irá en aumento. Se calcula que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son responsables de más del 40% del crecimiento anual de productividad en la Unión Europea, y de casi el 25% del impulso del PIB. Se estima también que un incremento del 10% en la digitalización puede llegar a producir un aumento del 40% en el PIB per cápita. Otros cálculos apuntan a que, por cada euro invertido en banda ancha, el producto interior de un país gana 3 euros. A su vez, cada empleo creado en el sector TIC genera seis puestos de trabajo inducidos, la mayoría de alta cualificación. De ahí la importancia, por ejemplo, de que las operadoras de telecomunicaciones inviertan en desplegar redes más rápidas. La próxima generación de conectividad móvil, llamada 5G, será una realidad a partir de 2020 o 2021. De ella dependerá la explosión definitiva de tendencias tan significativas como el Internet de las Cosas o el coche autónomo.

También las fundaciones en el mundo digital pueden prestar mejores servicios. Todos los consultados subrayan que, en el contexto de la digitalización, las fundaciones pueden prestar servicios de interés público. Y en algunos ámbitos mejor que el Estado, con más eficiencia, más estabilidad, más proximidad y más capacidad de innovación. La prestación se servicios de interés general por parte del Sector No Lucrativo no es un fenómeno nuevo. Lester M. Salamon lleva desde hace años estableciendo la dimensión del Tercer Sector en buena parte del mundo desde el Center for Civil Society de la Johns Hopkins University. En su informe The State of Global Civil Society Volunteering (2013) llega a la conclusión de que “desde hace 30 años se está produciendo en el mundo una revolución asociativa global”. El sector no lucrativo, según el mencionado estudio, es una “fuerza económica considerable con una importante capacidad de empleo que da trabajo en muchos países al 10% de los contratados y que realiza una contribución sustancial en el PIB”. Hay países como Portugal donde protagoniza el 76% del valor añadido de los servicios sociales

"Casos de éxito"

Los autores del libro han recogido algunos casos de éxito, coincidentes con grandes fundaciones de la Asociación que realiza la publicación y que presentan como orientados a satisfacer necesidades en campos como:

Acceso. Fundación Amancio Ortega y Fundación Santiago Rey Fernández-LatorreFundación Esplai y Fundación IE (Instituto de Empresa).

Formación. Ayuda en AcciónFundación Aquae,  Fundación BBVA y Museo Thys – sen-Bornemisza y Fundación Tomillo

Empleo:Fundación Integra,  Fundación Personas y Empresas y Fundación Youth Business Spain

Innovación: Fundación COTECFundación Innovación y  Fundación Altran para la Innovación

Inclusión social y laboral (migración, generacional, discapacidad, cultural…): Fundación CERMI Mujeres, Fundación La Merced Migraciones, y Fundación Promete

Sostenibilidad: Fundación Biodiversidad,  Fab City y Fundación Desarrollo Sostenible

Asistenciales: Fundación Lukas, Fundación Orange Fundación Tecnologías Sociales TECSOS

Culturales. Fundación Botín, Fundación Contemporánea, Fundación Social District

Sigue la dispersión, confusión y vacío estadístico sobre el Tercer Sector en España

En España, como en general en todos los paises desarrollados,  puede conocerse y seguirse muy al detalle la actividad, peso y evolución del sector público. También la del sector privado, aunque en este caso con las aproximaciones que impone la llamada economía oculta o sumergida, que por sus características es opaca a las estadísticas y por ello los institutos oficiales como en España el INE ultimamente incluyen en sus estimaciones de las cuentas nacionales o del país a las actividades ilegales porque generan valor añadido o de mercado, guía  básico para elaborar tales estadísticas. Pero el llamado Tercer Sector, por situarse entre el público y el privado, sigue siendo una incógnita, al incluirse en el mismo las actividades realizadas por las actividades sin ánimo de lucro, aunque generen valor añadido. De ahí que la mayoría de los estudios privados, como hace este de la Asociación Española de Fundaciones, se sitúen en la misma línea y recurran como instrumentol de trabajo a encuestas más o menos representativas, pero que al ser elaboradas con métodos muy diversos y poco o nada homogéneos generan dispersión y confusión a la hora de comparar unos y otros estudios.   

La tónica se ha mantenido en la última década, que por estar marcada por la crisis ha generado la duda si las entidades incluídas en el Tercer Sector Español y sus actividades — en general dirigidas a la atención, inclusión o cohesión social– han contribuido a paliar esa crisis o por el contrario han sido seguido el mismo ciclo o lo han ampliado. Muchos de esos estudios pretenden indicar que la entidades incluidas en ellos han ayudado al conjunto o a una parte de la sociedad en la adversidad, las más de las veces sin precisar los términos de la medición, que pueden seguir gran diversidad de criterios, por ejemplo ir expresados en tñerminos de empleo, valor monetario, magnitudes constantes o corrientes, absolutas o relativas, brutas o netos, o en otras muchas perspectivas posibles. Esta es la conclusión de Ibercampus.es tras prestar especial atención durante la última década a noticias como las incluidas en sus seccciones de políticas de inclusión, sean de inclusión digital o financiera, de otras politicas de inclusión, estrategias verdes, otros contenidos e indicadores del desarrollo sostenible y sus objetivos (caso por ejemplo de los objetivos del milenio seguidos hasta el 2015 o ahora los ODS 20-30 de la ONU) incluidos a veces también en secciones como Empresa, Sociedad, Tendencias o Empresas y RSC (Responsabilidad Social Corporativa).   

A veces se ha hablado con total falta de rigor de que ese Tercer Sector aporta en España hasta el 10% del PIB, lo que requeriría estimar el valor aportado y no solo el empleo, como sí tienden a hacer otras estimaciones últimamente mñas rigurosas. En un caso está el informe 'Dimensión, localización y riesgos asociados al tercer sector', publicado en 2011 por Axexor, indicando que aportaba al PIB español en un 10%, 152.000 asociaciones activas y un volumen de gasto de más de 23.000 millones de euros, al englobar tanto a cooperativas, asociaciones, fundaciones y organizaciones no gubernamentales, si bien las metodologías y definiciones de entidades incluidas en el tercer sector alteran las diversas estimaciones. De las 152.000 entidades que se comentaban, 27.000 eran asociaciones de acción social, que operan en el ámbito de la exclusión social o de los más necesitados, con un volumen de gasto de cerca de 13.500 millones de euros.Uno de sus analistas de este informe, elaborado por la consultora Axesor, Javier Ramos-Juste, explicaba que “la estabilidad laboral ha sido mayor que en las sociedades mercantiles porque, al buscar el bien social, se ha preferido recortar de otros apartados antes que despedir a los profesionales”.

Por otra parte, la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), máxima institución representativa de la Economía Social en España, asegura esta representa en España el 12,5% del empleo y ofrece "una facturación" (ingresos por ventas)  "en torno al 10% del PIB" (que es la diferencia entre ingresos y gastos). Esta plataforma de diálogo institucional con los poderes públicos, integrada por 26 socios que representan los intereses de más de 43.000 empresas sociales: Cooperativas, Sociedades Laborales, Mutualidades, Empresas de Inserción, Centros Especiales de Empleo, Asociaciones del sector de la discapacidad, Cofradías de Pescadores, etc. Llidera la Confederación el murciano Juan Antonio Pedreño, presidente de la Unión de Cooperativas de Trabajo Asociado de la Región, Ucomur. 

Chaime Marcuello de la Universidad de Comillas ha inventariado los resultados de otros estudios sobre el tercer sector, concluyendo que se ha producido un incremento en el número y en el impacto sobre el empleo..En el informe coordinado por García Delgado, a través de la Encuesta a Directivos de Entidades FONCE-2001 y FONCE-2005, se estima la situación del sector mostrada en la tabla, cuando  en 2001 el total de asociaciones y fundaciones con actividad era de 126.994, mientras que el total estimado en 2005 era de 141.242. Dice que 2001 ocupaban a 414.319 personas y en 2005 a 533.845.El informe de Monzón, publicado en 2011, Las grandes cifras de la Economía Social en España, dedica una parte a la cuantificación de las diferentes familias de la Economía Social con información hasta 2008, donde se incluyen los datos de las asociaciones y las fundaciones. El total de entidades estimado es de 156.007, el número de socios de 29.281.679, mientras que el empleo remunerado ascendía a 588.056. El número de socios hay que tomarlo con cautela, porque un comportamiento habitual es la pluripertenencia (tabla 2).Los datos anteriores se completan con el Anuario del Tercer Sector publicado por la Fundación Luis Vives en 2010 y 2012, donde se pretende comenzar a sistematizar el estado de la cuestión del Tercer Sector de Acción Social en España.

En cuanto a la posición relativa de España con respecto al resto de los países europeos, hay muy pocos estudios que permitan realizar esta comparación. La tabla 3 recoge los datos comparados publicados en el estudio de Monzón y Chaves (2012) –en diferentes países europeos y en dos períodos diferentes (2002-2003 y 2009-2010)– del empleo en asociaciones, fundaciones y entidades similares. El empleo en España en este lapso creció, pasando de 380.060 en 2002-2003 a 588.056 en 2009-2010, un incremento del 54,73%.El gráfico que sigue muestra la posición relativa de España con respecto al tamaño del sector, medido en términos de empleo. De acuerdo con la información publicada en el estudio de Monzón y Chaves, España se sitúa en el puesto catorce:

G01

Estudios del Tercer Sector a cargo de PWC

En 2013 la investigación de PWC "Estudio sobre el presente y futuro del Tercer Sector Social en un entorno de crisis”, indicando que el impacto de la crisis en el sector en cuanto a financiación llegó a las entidades del TS Social en 2010, aunque desde el inicio de la crisis económica la población en situación de exclusión social y pobreza no ha dejado de aumentar debido al decrecimiento del PIB per capita que generaba un incremento de las situaciones de pobreza que afectó desde 2010 a más de un cuarto de la población, amento que se debe principalmente a un mercado laboral de difícil acceso y mal remunerado. Con datos de 2012 estimaba en 8.000 millones de euros la financiación recibida durante el último año (1% del PIB), alta remunerados dependencia de la financiación pública (70% del total), más del 20% de la financiación privada (proveniente de la obra social de Cajas de Ahorros), más de 400.000 empleados, más de 3 millones de socios, 70% de los recursos humanos formado por voluntarios y más de 12 millones de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión.

En el 2014 se publicaba una actualización de esa investigación La reacción del Tercer Sector Social al entorno de crisis por parte de la Fundación de PwC, la Fundación La Caixa y el Instituto de Innovación Social de ESADE y con encuestas a 93 etidades, si bien con datos de 2012. Si bien decía que era eñ segundo año consecutivo de decrecimiento del sector (al -13% anual), el número de personas en riesgo de pobreza/exclusión había aumentado en un millón durante el último año, llegando a 13 millones de personas. Y concluía entre otras con las siguientes estimacióones: 3,5 millones de socios particulares, disminución de la cuota media aportada de más del 20% de la financiación privada, reducción del 10% de trabajadores remunerados del sector (alta dependencia de la financiación pública (más del 60% del total), alta participación de voluntarios (63% plantilla total) y 20-30% de las entidades extinguidas o que habían cesado en su actividad.

A mediados de 2018, la  Fundación PwC revelaba en su informe 'Radiografía del Tercer Sector Social en España: retos y oportunidades en un entorno cambiante', que la financiación del Tercer Sector no superará hasta el 2022 los niveles previos a la crisis. Espera un crecimiento del 4,7% entre 2018 y 2022 hasta alcanzar los 12.872 millones de euros y superar, en términos reales, los niveles de inversión previos a la crisis. L evolución marcada a esos recursos financiero apunta a que, tras un periodo de crisis 2008-2012 en el que la financiación total cayó a un ritmo del 2,3%, y un periodo posterior de recuperación entre 2013-2017 con un crecimiento del 6,1% se espera ese crecimiento de la financiación del 4,7% para 2018-2022. Pero agrega que, para que se cumplan estas perspectivas, será necesario que las Administraciones se comprometan y que no se vuelvan a producir situaciones como el descenso en la financiación procedente de los Presupuestos Generales del Estado de 2017.  

No obstante, mientras que ese crecimiento vendrá impulsado fundamentalmente por el aumento de la financiación estatal, autonómica y local (+4,4%), el  incremento de las aportaciones del sector privado se estima algo mayor, del +5,1%.  Para la obra social de las antiguas cajas de ahorro (ahora convertidas en fundaciones bancarias) se espera un aumento del 1,72%, secún estimaciones de la CECA (confederación de cajas de ahorro). La cuota anual media de los socios aumentaría al 1,90% en los años 2017-2021, en línea con el crecimiento del consumo privado y la inflación en los próximos años, según la Asociación Española de Fundraising, IHS y entrevistas de PwC. Además, el porcentaje de declarantes de donaciones corporativas o empresariales aumentaría en 0,01 puntos tras el incremento histórico 2011-2015 de 0,05 puntos, pues los responsables de RSC confirman la continuación de esa tendencia a futuro, asi como la Agencia Tributaria y las entrevistas de PwC. 

El Tercer Sector de Acccion Social. estudios de su Plataforma

Una parte de ese conjunto es el llamado tercer sector de acción social, conjunto de entidades que cumplen los criterios definidos para ello por la Universidad Johns Hopkins ( centrar sus actividades en el ámbito de los derechos, la participación ciudadana y/o las necesidades sociales).  Habian sido objeto del Anuario del Tercer Sector de Acción Social en España, Ediciones 2010 y 2012, pero una vez constituida la Plataforma de las ONG de Accción Social publica diversos estudios, entre ellos El Tercer Sector de Acción Social en 2015: Impacto de la crisis constatando que, tras un crecimiento del sector prolongado en el tiempo durante prácticamente cinco lustros, en los últimos años se contrae de forma tardía en términos estrictamente económicos. Los ingresos del ejercicio 2013 son de 14.470,77 millones, un descenso del 17,2% desde 2010, lo que se traduce en una aportación al PIB del 1,51%, con una caída de 0,11 puntos en este periodo.

Esa Plataforma de ONG de Acción Social, en el marco del Programa de Ciudadanía Activa , había realizado inicialmente una fotografía de las entidades de acción social en España que muestra la situación de un sector que trabaja en red y que está al lado de las personas más vulnerables en nuestro país, cifrándose en 53 millones el número de atenciones directas. Sus datos eran referidos al año 2013, cuado el 60% de las organizaciones tenía más de 20 años de experiencia, era juvenil y feminizado (en 20,7 puntos porcentuales más de presencia de mujeres respecto al resto de sectores). Las personas que lo integran representan el 4,6% del volumen total de asalariados de la Encuesta de Población Activa (EPA),  El número de personas que colaboraban con el Tercer Sector de manera altruista y solidaria era entonces de 1,3 millones de personas, concluyéndo que habia aumentado el voluntariado como respuesta de la crisis.En cuanto a la forma de financiarse se observa que la dependencia directa de las Administraciones Públicas es cada vez menor.

Al terminar el año 2018 esa Plataforma había ya impusado el  III Plan Estratégico del Tercer Sector Social (PETSAS), que presentaba los avances, retos y conclusiones del periodo 2017-2018 indicado que ya se había trabajado en anteriores sesiones en transformación digital con la consultora Barrabés, como el Foro Transformación Digital para el Tercer Sector Social.

Estudios de la Asociación Española de Fundraising

Tambien la citada Asociación Española de Fundraising, además de colaborar con el estudio de la Fundacion PwC,  publicó durnte el año 2018dos estudios, uno tituldo El fundraising como herramienta de responsabilidad y compromiso social. Situación legal en la Unión Europea. Estado de la cuestión en España y propuestas de reforma” y “El estudio perfil del donante 2018”, según el cual el 55% de la población española (21.832.559 ciudadanos) ha colaborado económicamente en alguna ocasión con alguna entidad no lucrativa y el 36% (14.290.403 ciudadanos) afirma haberlo hecho en los últimos 12 meses.  

El primero de esos dos informes concluye que España se encuentra lejos de los países de la Unión Europea que alcanzan mayor número de donaciones privadas, como Reino Unido, Alemania, Italia y Francia. Según el estudio, que analiza datos europeos en el año 2017, el volumen de estas donaciones benéficas superó los 85.000 millones de euros. Los países con mayor volumen fueron el Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, Holanda y España que con 3.700 millones millones se encuentra en séptimo lugar, a la cola de los principales países europeos, que duplican o cuadruplican el volumen de donaciones respecto a España.  No obstante, la implicación creciente de la sociedad española en actividades de interés general queda reflejada en cerca de 9 millones de asociados en ONGs. Son casi 30.000 las entidades que conforman el sector,  más de siete millones de personas las atendidas por ellas anualmente y unos 10.500 millones de euros gestionados, además de estimar más de dos millones de personas entre voluntarios y empleados que trabajan en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

Además, a través de otras investigaciones realizadas, desde la AEFr tienen constancia que los donantes españoles aportan una media anual de 133 euros a las causas de interés general. Más o menos, la media de cuota anual de socio de una entidad no lucrativa.

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