En muchas ocasiones denuncié la sociedad del miedo a la que estábamos sometidos. Cómo nos ponían una mordaza que generaba en nosotros un proceso de autocensura castrante. Algo que se podía comprobar en el entorno laboral, en la universidad, e incluso en la vida familiar. Con el tema de la corrupción hemos visto cómo funciona esa desdichada autocensura. ¿Cuántas cosas nos callamos por miedo?, y sólo nos libramos de ese miedo con una de las armas más tradicionales del pueblo español: el humor. Parafraseando a Bernard Shaw “mi manera de decir la verdad, es hacer bromas”, y creo, sinceramente, que pronto oiremos y veremos multitud de bromas sobre el presidente Rajoy.
Esto es uno de los síntomas que nos indican que se ha iniciado la decadencia de una idea o de una persona. Que se ha empezado a dejar de tener miedo.
Han sido muchas las proclamaciones de advertencia de que viene la izquierda, y con ella el desastre económico, la miseria, el hambre y la necesidad. Proclamaciones realizadas y consentidas por el Sr. Rajoy que ya no son efectivas, pues gran parte de la sociedad se encuentra inmersas e ellas, y se sabe que de esta crisis sólo se han salvado los que la produjeron, es decir, la banca. Mientras, cada día se aumenta la distancia entre ricos y pobres, y por cierto cada día hay más procedentes de las clases medias.
Vivir en democracia sólo se conseguirá cuando nuestros políticos empiecen a legislar sobre todo para el conjunto de la mayoría de los ciudadanos y no para unos pocos.
De las elecciones siempre se aprende, pues a muchos se les cae la careta. Vemos, por ejemplo, cómo el que eliminó el método de análisis marxista en el PSOE realiza declaraciones contrarias a un posible pacto con Podemos. Es paradójico ya que él consiguió que el Partido Socialista Obrero Español se convirtiera en un partido liberal. Olvidando las tendencias “Largo Caballeristas”, “Prietista” o “Besteiristas” de su partido y reprimiéndolas al prohibir las tendencias dentro de su organización.
Supongo que esto que está pasando es el triunfo temporal de la sociedad capitalista y de su sentido de libertad. Ésta puede ser reprimida de muchas maneras, y cada vez se más evidente la falta de debate. Dicen que es como a una epidemia, que se manifiesta con los síntomas de la gripe. ¡Tengan cuidado!
Está claro que en su momento se inició un proceso de cambio de ideología por liderazgo, y con Pedro Sánchez da la impresión que se está intentado volver a la ideología. Y han iniciado una campaña de desprestigio personal, como hicieron con Zapatero.
El liderismo fue siempre un método que anulaba el debate ideológico y de análisis social y sólo interesa a aquellos que consideran que están por encima de las organizaciones y de las ideologías. Para comprobar lo que digo sólo es necesario dejar pasar tiempo, y todo, como en la época de González, saldrá a la luz.