Según publica Expansión, ya existen acuerdos de colaboración con la Universidad de Valencia -pionera en este ámbito-, con
“Muchos de los recién licenciados no conocen bien qué es lo que hacemos y debemos ocuparnos de poner en valor nuestra actividad y, además, de captar talento", señala el abogado general del Estado, Joaquín de Fuentes Bardají, en este periódico. "Es indudable -prosigue- que ha habido un descenso acusado del número de licenciados en Derecho que salen de las facultades, así como un descenso menos acusado del número de opositores, lo que nos ha llevado a tener que intensificar nuestra actividad de búsqueda de buenos expedientes".
Los bufetes
Estos jóvenes profesionales se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza para los despachos de abogados, que han intensificado sus esfuerzos para hacer atractivas las firmas a través de ofertas laborales estructuradas que combinan remuneraciones competitivas con programas de formación y otros beneficios. Al inicio del curso, sólo entre los cinco mayores bufetes del país, según el ránking de Expansión (Garrigues, Cuatrecasas, Uría Menéndez, Landwell-PwC y Clifford Chance), ficharon a más de seiscientos abogados junior.
La abogacía del Estado se ha convertido, a su vez, en un óptimo trampolín para entrar en estas firmas. El reconocido prestigio de los miembros de este cuerpo jurídico ha hecho que sean uno de los objetivos prioritarios en el mercado de fichajes. Este éxodo se ha dejado notar en
"El Estado no debe competir con los bufetes o las empresas del Ibex 35 en las remuneraciones que ofrece a estos profesionales, pero sí hay que intentar crear un paquete retributivo más atractivo, con una compensación económica mayor y que combine con las ventajas de trabajar en la Administración pública", apunta el abogado general del Estado.
Fuente: Expansión