En una rueda de prensa conjunta tras la reunión que mantuvieron en Berlín, Macron abogó por "articular mejor la responsabilidad y la solidaridad en el plano económico y monetario", mientras que Merkel insistió en que los gobiernos deben hacer "esfuerzos nacionales" en disciplina presupuestaria y reformas estructurales para que sus economías sean más competitiva.
En opinión de Merkel, quien apoyó el reciente nombramiento del ex ministro español de economía Guindos como vicepresidente del Banco Central europeo, la única institución que funciona adecuadamente desde 2012, en los últimos años, las reformas emprendidas en Portugal, España e Irlanda proceden de una "sabia combinación" de responsabilidades asumidas por cada país y de la solidaridad europea.
Merkel también mostró sus reticencias a la propuesta de Macron de tener un presupuesto y un ministro de Finanzas propios para la eurozona, y reiteró su rechazo a poner en práctica en un futuro inmediato la creación de un fondo europeo de garantía bancaria para depósitos de particulares.
En cualquier caso, Merkel se mostró convencida de que "desde ahora y hasta el consejo de junio" tomarán "decisiones importantes para el relanzamiento de Europa. "Estamos de acuerdo en que la eurozona no está todavía protegida frente a la crisis", dijo. Macron aseguró que no falta "voluntad" en ninguno de los dos gobiernos para llevar adelante un "titánico trabajo" de presentar una "visión común".
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, presentarán una propuesta en junio.
Tras reunirse en Berlín para preparar esa propuesta conjunta, Macron ha defendido el hecho de que Alemania no participara en los bombardeos a Siria que llevaron a cabo EEUU, Francia y el Reino Unido por razones constitucionales, y ha destacado que Berlín respaldó el ataque explícitamente: "Necesitábamos una marco constitucional que permitiera una acción confidencial, sin esperar varias semanas de debate parlamentario. Esa ha sido la elección de Theresa May, aunque no haya sido siempre la preferencia del Reino Unido y ella la ha asumido para poder ser eficaz. Es una decisión que la constitución alemana no permitía bajo el control de la canciller, por lo que nos hemos coordinado de manera muy estrecha y lo seguiremos haciendo en relación con este tema".
Los dos viajarán a Estados Unidos la semana que viene, por separado, para reunirse con el presidente Donald Trump. Merkel no esconde las discrepacias existentes: "Hay diferencias pero, desde mi punto de vista, también tengo que decir que la alianza transatlántica es un gran tesoro ante muchos acontecimientos no democráticos que se registran en todo el mundo, y en cualquier caso, a nosotros nos gustaría enriquecerla y mantenerla".