jueves,18 agosto 2022
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Según OCDE, lo primero mermaría otro 1% el PIB mundial

Aplazan otro año el abuso fiscal de las grandes digitales y EEUU y UE miran sus daños al mercado

Redacción
Mientras las bigtech se benefician de las medidas de distancia física y monetarias durante la pandemia, España y otros países han vuelto a anunciar impuesto para acabar con la elusión fiscal de esas empresas y la OCDE ha decidido aplazar otro año el control de esos abusos fiscales. Un informe de OCDE publicado horas antes de la cumbre prevista para este miércoles por el G-20 las diferencias en cómo atajarlo mermarían otro 1% el PIB mundial.EEUU y la UE intentan frenar otros abusos:el oligopolio

La noticia de que la OCDE ha aplazado las negociaciones encaminadas a establecer una fiscalidad digital global hasta mediados de 2021, presentada varios días antes de la cumbre de ministros de finanzas y de gobernadores de bancos centrales en los países del G-20 reunidos este miércoles bajo la presidencia de Arabia Saudí, coincide con otras muchas sobre los proyectos de un creciente número de países como España de poner nuevos impuestos a las digitales, y de Estados Unidos y la Unión Europea para mejorar las políticas de competencia a fin de evitar abusos de su poder de mercado, en los EEUU con acciones ex-post y en la UE con acciones preventivas o ex-ante.

La OCDE decidió posponer hasta mediados de 2021, sin dar una fecha concreta, la puesta en marcha de la conocida como tasa Google, que aspira a gravar a las grandes multinacionales digitales norteamericanas, como Apple, Facebook, Amazon o el propio gigante de internet, aunque también podría afectar a las emergentes bigtech chinas, como Alilaba y Alipay en la medida en que se abren al exterior.Pero la Comision UE avisó este martes a la OCDE de que fijará su propia tasa Google si no hay acuerdo a mediados de 2021. La explicación es que, además de numerosos países  como España, la propia Unión Europea (UE) busca recaudar con esa nueva tasa demorada ya más de una década al menos 1.300 de los 42.000 millones con los que piensa financiar los 750.000 millones de transferencias fiscales y créditos para ayudar a combatir la pandemia a sus países miembros, impuestos donde la mayoría recaerán sobre el carbono en formas como los impuestos sobre el diesel y otros combustibles no renovables. 

Aunque de diferente naturaleza, los intentos reiterados aunque nunca realizados plenamente en los últimos años de atajar esos dos problemas coinciden a su vez con noticias sobre el gran aumento de  la actividad y beneficios de las bigtech durante  la pandemia, que convive con la crisis acentuada en otros sectores tradicionales y con la aceleración de las desigualdades. Pero una y otra vez la OCDE y el G-20 aplazan el control fiscal de las grandes digitales, como sucedió hace más de un año en la cumbre del G 20 en Osaka que esperaba aprobar el impuesto sobre las digitales el 28 y 29 de junio de 2019 

Sin embargo, a los problemas de fiscalidad,  competencia y aprovechamiento de las desigualdades (agravados por la evidencia de las alzas bursátiles de los últimos meses, alimentadas por las políticas de expansión monetaria teoricamente dirigidas a evitar el cierre de empresas tradicionales) se suman otros no menos relevantes: los de privacidad o tráfico de datos privados y los de resistencia a las regulaciones que afectan a otros sectores (casos de banca y seguros y las nuevas fintech e insurtech que crecen desreguladas), apalancados por la falta de gobernanza democrática, mientras algunas de esas grandes digitales se hacen más poderosas que la gran mayoría de los estados-nación del mundo. 

En materia fiscal, inicialmente la OCDE  se había propuesto cerrar un marco consensuado por los 135 países implicados antes del fin de 2020. No obstante, el organismo promovido por los EEUU tras la II Guerra Mundial para favorecer el desarrollo en Europa ha presentado un borrador que espera que sirva para avanzar hacia el acuerdo: en él se plantea que las empresas tecnológicas paguen impuestos en los lugares donde obtienen beneficios y que todos los países fijen un umbral mínimo de recaudación, si bien de forma más suave y nuevamente con demoras que ya acumulan lustros en el debate, hasta el punto de que son casi medio centenar los países que por su cuenta tienen proyectos de imposición a las digitales,  aunque en algunos países como España también  sucesivamente aplazados hasta ahora.

En este contexto, la OCDE anuncio el lunes (ver recuadro inferior) que la comunidad internacional ha logrado avances sustanciales para encontrar una solución a los desafíos fiscales derivados de la # digitalización de la economía y acordó llevar el proceso a una conclusión exitosa a mediados de 2021.

Entre tanto, medios periodísticos de referencia internacional como The Economist dudan esta semana que políticas de competencia como la de abrir expedientes de investigación  y multas a digitales como Google, Facebook, Amazon y otras, extendidas antes en la UE a gigantes de los pagos como Visa y Mastercard,  lleguen a soluciones distintas que las aplicadas contra Microsoft; es decir, a que la prueba se prolongue  durante años y sea una distracción para Google, aunque es probable que termine en un acuerdo olvidable, incluso bajo el presidente Joe Biden.

Los cambios reguladores, mayor preocupación de las bigtech

Lo que sí preocupa a las grandes digitales es que los intentos de regulación y control ex-ante se extiendan por por la UE y afecten incluso también a los EUU, como esta sucediendo este mes de octubre.

En efecto, el pasado día 6 de octubre un comité del Congreso norteamericano publicó un informe de 449 páginas sobre cómo Estados Unidos debería actualizar su ley de competencia, tras hacer comparecer durante varios dias a principios de verano a los principales presidentes o CEOs de las bigtech y que según los expertos retrata con precisión cómo Apple, Amazon, Google y Facebook han utilizado su poder de monopolio para actuar como guardianes del mercado. Días antes se filtró una larga lista de medidas que se incluirán en la Ley de Servicios Digitales de la UE, un ambicioso paquete regulatorio que se espera para principios de diciembre.

Ha sido resultado de una investigación parlamentaria de 16 meses en la Cámara de Representantes, dirigida por el demócrata David Cicilline. A pesar de la polarización política de los EEUU gran parte del diagnóstico cuenta con el apoyo de demócratas y republicanos. Pero pese a esos acuerdos en el diagnóstico los dos grandes partidos discrepan sobre qué hacer al respecto. Los demócratas quieren que las grandes tecnológicas digitales separen su línea principal de negocios de otras actividades, mientras que los republicanos rechazan estas medidas por considerarlas demasiado intervencionistas y proponen modificar las leyes antimonopolio existentes.

No obstante, las grandes digitales han salido en tropel y han tocado a rebato con sus criticas.  Amazon cuestionó el informe diciendo que la presunción de que el éxito sólo puede ser el resultado de un comportamiento anticompetitivo es simplemente incorrecta, mientras que Apple, Facebook y Alphabet (matriz de Google) emitieron declaraciones similares. Pero como dice The Economist  para que se apruebe algo significativo en el Congreso, el próximo mes de noviembre los demócratas deben ganar no solo la presidencia  de los EEUU, sino también una gran mayoría imposible mas que en la fantasia en el Senado.

En cambio, preocupa especialmente a las bigtech lo que se mueve en Europa, donde tras haber intentado sin apenas éxito cambiar el comportamiento de los gigantes tecnológicos con investigaciones antimonopolio y multas, la UE está apostando por más políticas ex ante: prohibir en primer lugar que los grandes guardianes se involucren en “prácticas desleales”. El documento filtrado enumera 30 prácticas de este tipo, que van desde plataformas que favorecen sus propios servicios hasta su negativa a trabajar con competidores.

Los reguladores de la UE preparan una lista de 20 compañías (todas las grandes de EEUU y alguna de China) a las que forzarán a dar pasos como compartir información con sus rivales, según informó este lunes el ‘Financial Times’. El objetivo de las autoridades europeas es reducir el poder descomunal que estas empresas han adquirido en el mercado. Las grandes compañías de la lista tendrán unas exigencias más estrictas que los competidores más pequeños, según publicó ayer el Financial Times, citando como fuente dos personas familiarizadas con el asunto.

Las nuevas normas obligarán a las compañías a compartir datos con rivales, así como a ser más transparente sobre cómo recopilan información. Las compañías de esta lista serán elegidas según una serie de criterios, como la participación de mercado en los ingresos y el número de usuarios, así como aquellas que son consideradas tan poderosas que los rivales no pueden comerciar sin emplear sus plataformas.Compañías como Facebook, Google, Amazon o Apple podrían estar entre las 20 tecnológicas del listado. “El inmenso poder de mercado de estas plataformas no es bueno para la competencia”, indicó una de las fuentes citadas por el diario británico.

Esta iniciativa es parte de un movimiento más amplio con el que Bruselas trata de forzar a los gigantes tecnológicos a cambiar sus prácticas empresariales sin necesidad de completar una investigación que demuestre que han violado las normas vigentes. La idea es ir más allá de las multas, que logran un efecto menor en empresas que nadan en millones de liquidez, y empujar a estas compañías a dar pasos más efectivos, como compartir información con sus rivales.

Valoraciones sobre la decisión fiscal de OCDE y G20 

Javier Esteban• 1erPeriodista especializado en los nuevos retos del empleo y miembro del consejo editorial de Ibercampus:

La OECD – OCDE ha lanzado una advertencia clave ante el retraso en la negociación del #impuesto #digital global y consensuado:

⚠️ Que cada país acabe imponiendo su propia #tasaGoogle puede desembocar en una escalada de conflictos comerciales que podría restar un 1% al Producto Interior Bruto mundial.

Para ponernos en contexto, la caída provocada por el coronavirus se estima en alrededor del 2,4%.

Precisamente el organismo que dirige  también destaca que es pronto para estimar el efecto de la #covid19 en sus escenarios, pero el negocio de los gigantes digitales ha salido claramente reforzado de estas crisis.

España acaba de aprobar su tasa Google de forma preventiva, hasta que se logre acuerdo en París. Pero, ¿qué ocurriría si fracasa?

Seguramente seríamos uno de los grandes perdedores en ese conflicto, que terminaría de socavar los cimientos fiscales de la #UniónEuropea en un momento tan delicado como la reconstrucción tras la pandemia.

Si los países más generosos fiscalmente con los emporios digitales se enfrentan a Bruselas, y esta a su vez con Estados Unidos, nos pillará completamente en medio. Así que nos conviene que este acuerdo se logre

 

La comunidad internacional "renueva el compromiso de hacer frente a los desafíos fiscales derivados de la digitalización", según  OCDE
Con estas palabras, que suenan nuevamente falsas a la luz de la falta de medidas de dicha comunidad internacional según fuentes del consejo editorial de Ibercampus.es, y en concreto de los 34 países más desarrollados de la OCDE, con  los EEUU a frente, así anuncia la OCDE su nuevo aplazamiento y el estudio que llevara este miercoles 14 de octubre a la cumbre de ministros de finanzas del G20 y de gobernadores de los bancos centrales, donde junto a los países OCDE estarán representados otros como China, India, Rusia, Brasil, entre otros emergentes: 

"El comunicado de la OCDE empieza diciendo que "la comunidad internacional ha realizado avances importantes en el logro de una solución a largo plazo y consensuada para los desafíos fiscales derivados de la digitalización de la economía, y ha convenido seguir trabajando para alcanzar un acuerdo a mediados de 2021, según la Declaración publicada hoy (12/10/2020 . Vea la retransmisión en directo.

El Marco Inclusivo OCDE/G20 sobre BEPS, que agrupa a 137 países y jurisdicciones en igualdad de condiciones para negociar a nivel multilateral las normas tributarias internacionales, acordó durante la reunión que se celebró los días 8 y 9 de octubre, que el enfoque basado en dos pilares que han estado desarrollando desde 2019 ofrece una base sólida para alcanzar un acuerdo en el futuro.
Los miembros del Marco Inclusivo reconocieron que la pandemia de COVID-19 y las diferencias políticas han ralentizado las negociaciones, pero manifestaron que los planes generales del enfoque basado en dos pilares publicados hoy reflejan opiniones convergentes sobre las características, los principios y los parámetros clave en materia de políticas de un acuerdo futuro. Señalaron los problemas políticos y técnicos en los que todavía existen diferencias de opinión que se han de solventar, y los próximos pasos a seguir en el proceso multilateral.
Los participantes aprobaron presentar a consulta pública un nuevo Plan General del Pilar Uno del proyecto, que establecería nuevas normas sobre el lugar en el que deberían pagarse los impuestos (normas sobre el «nexo») y una manera totalmente nueva de compartir las potestades tributarias entre países. El objetivo es garantizar que las empresas multinacionales con un fuerte componente digital u orientadas al consumidor paguen impuestos en el lugar en el que operan de manera sostenida y significativa, aunque no tengan presencia física, como se exige actualmente en virtud de la normativa tributaria vigente.
Los participantes también aprobaron presentar a consulta pública un nuevo Plan General del Pilar Dos del proyecto, que establecería un impuesto mínimo mundial que ayudaría a los países de todo el mundo a resolver el resto de los problemas relacionados con la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios por parte de las empresas multinacionales.
Por otra parte, según la OCDE, la falta de una solución consensuada podría dar lugar a la proliferación de impuestos unilaterales sobre servicios digitales y un aumento de litigios nocivos en materia comercial y tributaria, que menoscabarían la certidumbre fiscal y la inversión. Si no se llega a un acuerdo, en la hipótesis más pesimista —una guerra comercial a nivel global a causa de los impuestos unilaterales sobre los servicios digitales establecidos en todo el mundo—, el PIB mundial podría disminuir más de un 1 % al año.
El Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, afirmó: «Está claro que es necesario aprobar urgentemente nuevas normas para garantizar la justicia y la equidad de nuestros sistemas tributarios y para adaptar la arquitectura fiscal internacional a modelos empresariales nuevos y cambiantes. Si no se logra una solución mundial consensuada, el riesgo de que aumente la descoordinación y unilateralidad de las medidas será real, y aumentará progresivamente.  Es imprescindible que completemos este trabajo. Si no lo hacemos, se corre el riesgo de que las guerras de impuestos se transformen en guerras comerciales en un momento en el que la economía mundial ya se está resintiendo considerablemente.»
Un nuevo análisis del impacto económico publicado hoy muestra el efecto combinado de la solución basada en los dos pilares que se está examinando. Hasta un 4 % de los ingresos mundiales derivados del impuesto sobre la renta de las sociedades (ISR), o 100 000 millones de dólares estadounidenses de  recaudación adicional anual, podrían derivar de la implementación del impuesto mínimo mundial previsto en el Pilar Dos. El análisis también muestra que podrían redistribuirse otros 100 000 millones de dólares estadounidenses a las jurisdicciones a través de los planes del Pilar Uno para garantizar un marco fiscal internacional más justo.
El trabajo en curso se presentará en un nuevo Informe Fiscal del Secretario General de la OCDE y se debatirá durante la próxima reunión de los ministros de finanzas del G20 y los gobernadores de los bancos centrales que se celebrará el 14 de octubre bajo la presidencia de la Arabia Saudita.
Para obtener más información sobre el Proyecto BEPS OECD/G20 y tener acceso al folleto con la información más sobresaliente y preguntas frecuentes, visita: http://www.oecd.org/tax/beps/beps-actions/action1/
El lunes 12 de octubre a las 15:00 CEST, los expertos del Centro de Política y Administración Tributaria de la OCDE presentaron una actualización con más detalles y respondieron preguntas a través de una videoconferencia en vivo con duración de una hora (  Para registrarse: https://oe.cd/taxtalks) ".

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