Paneles solares producirían energía durante el verano. Un sistema osmótico generaría una mezcla de agua salada y agua dulce, para proporcionar el resto del suministro necesario. El espacio albergaría una población de 800 personas.
El objetivo es "explorar los límites que esta granja hidropónica (que cultiva sin poner en tierra) puede proporcionar, no sólo para la agricultura, sino también para la investigación y en la producción de energía limpia para proveer las necesidades de una comunidad" aseguran sus creadores. La ciudad está inspirada en “las urbanizaciones compactas habituales en los pueblos de Groenlandia, junto a la bahía", añaden.
Con este sistema se podría usar el agua dulce del iceberg en invernaderos hidropónicos para cultivar frutas y hortalizas, que luego serían entregados a las ciudades a lo largo de la costa. El centro de producción de energía de la ciudad sería sostenible y “un jardín de hielo, ofrecería espacios sociales e invernaderos flotantes comunales para ser usado por los habitantes", ha apuntado uno de los estudiantes que han diseñado el proyecto.
Meriem Chabani, una de las autoras de esta iniciativa, explica: “Nos llamó la atención la idea de que los icebergs son ecosistemas localizados ricos, un iceberg es un oasis, mientras que, por otro lado, hay una falta de productos de la tierra por otro”.