Miguel Mattea, de 58 años, murió a causa de quemaduras en las vías respiratorias que además afectaron al 50 por ciento de su cuerpo, indicaron portavoces del Instituto del Quemado de la ciudad de Córdoba, capital de la provincia homónima.
La tragedia en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de la ciudad cordobesa de Río Cuarto también se cobró la vida de cinco docentes y un alumno y causó heridas a 20 más.
El incendio, seguido de una explosión, ocurrió en un laboratorio en cuyo interior profesores y alumnos trabajaban con tambores que contenían aceites.
Una decena de víctimas de la explosión que sufrieron heridas de menor gravedad se reponen satisfactoriamente en centros asistenciales de Río Cuarto.