La Asociación teme que esta medida finalmente desfavorezca a los consumidores, ya que imponer límites sobre las tasas de intercambio sin garantizar la total y absoluta transparencia del sistema perjudicará a los consumidores pues los bancos pueden reaccionar subiendo otras comisiones. Una reducción de las tasas de intercambio propuesta por la Comisión y aprobadas por el pleno del Parlamento Europeo podría provocar resultados contrarios a los esperados; pues empujaría a los bancos a compensar la pérdida de ganancias subiendo los costes asociados a las tarjetas como son los de uso y mantenimiento de las mismas, costes no regulados y asumidos siempre por el consumidor.
Pese a que el ponente Pablo Zalba manifestó que el objetivo de esta “regulación es que los consumidores conozcan en todo momento cuánto pagan por el uso de su tarjeta de crédito al adquirir un producto,” el Parlamento Europeo tan sólo ha regulado las tasas que pagan los comerciantes por las tarjetas y no los costes que asumen los consumidores por el uso de las mismas. Las tasas de intercambio que pretende reducir el Parlamento Europeo apenas representan una cuarta parte de los costes al final repercutidos a los consumidores.
Según ASGECO, una reducción de las tasas de intercambio sin abordar el resto de los costes del sistema animaría a los bancos y los demás intermediarios de las tarjetas a compensar la disminución de ingresos mediante alzas de las comisiones. Así sucedió en España entre 2005 y 2011, cuando las tasas interbancarias se redujeron más del 60% y la reacción de los bancos para evitar pérdida de rentabilidad fue casi duplicar los costes de diversas comisiones, principalmente las de emisión y mantenimiento.
Tras la votación del Parlamento Europeo, desde ASGECO pedimos ahora al Consejo Europeo con el que tendrá que ponerse de acuerdo el Parlamento Europeo que analicen detenidamente cómo puede afectar esta regulación a los consumidores de los diferentes Estados miembros, pues el ejemplo de España demuestra que los grandes perdedores de la reducción de las tasas de intercambio en la pasada década fueron los consumidores. Además, entiende que la falta de estudios de impacto hace que este paquete legislativo esté incompleto.