El expresidente del Gobierno José María Aznar emitió ayer un comunicado en el que reclama "explicaciones oportunas por la manipulación pública de datos fiscales" relativos a su actividad y anuncia que interpondrá una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por "revelación de datos tributarios" ante "la gravedad de la desinformación, injurias y falsedades" vertidas contra él.
Aznar explica que la Agencia Tributaria realizó en 2013 una comprobación fiscal sobre sus declaraciones de IRPF y las de la empresa Famaztella S.A., que gestiona algunas de sus actividades que "se cerró de conformidad en 2014". Según el expresidente del Gobierno, hubo "diferencias de criterio en la forma de tributación", por lo que "es injurioso hablar de defraudación", puesto que se "habían declarado íntegramente todos los ingresos y los gastos" y achaca la revelación pública de esta información a "una tentativa más de verter graves falsedades e injurias" con "intención que nada tiene que ver con la regeneración de la vida política, sino todo lo contrario, perjudicarla".
EL MUNDO titula en portada: "Aznar desafía a Montoro y abre otro frente en el PP". Según el diario, "fuentes del PP temen que el trato de Moncloa al expresidente y a Soria pase factura". También EL PERIÓDICO señala que "Aznar abre la guerra con Montoro".
Rato acusa de "falsedad" a la Fiscalía y a la Onif
El abogado del exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, ha entregado al juez que investiga la causa sobre su patrimonio un informe pericial en el que trata de desmontar las acusaciones de delito fiscal y de blanqueo de Hacienda y la Fiscalía Anticorrupción. En el documento, el defensor tacha de "falsedad" la denuncia de la Fiscalía y acusa a Hacienda de actuar contra Rato con datos utilizados "torticeramente".
El escrito asegura que el informe de la Oficina Antifraude (Onif), dependiente de Hacienda, sobre el que se basa la denuncia de la Fiscalía que provocó la detención "está plagado de evidentes errores" y solicita la nulidad de los registros y el caso. Argumenta que los fondos movidos en el extranjero en 2012 y 2013 no fueron opacos y que Hacienda "tenía y tiene" la información necesaria para comprobarlo. Explica que Rato se acogió a la amnistía fiscal de 2012 para regularizar parte de esos fondos y que otros procedían de unas acciones de Lazard "cuya adquisición era conocida por la Agencia Tributaria y fue objeto de tributación".
Además, considera que la "denuncia temprana" de la Onif que dio pie a la investigación era "claramente insuficiente" para que el juez ordenara la entrada y registro de su domicilio y su despacho, por lo que esa prueba "ílicitamente obtenida" contamina todo el procedimiento. Y acusa a la oficina de Hacienda de partir de "premisas faltas" y de "evidente mala fe".
