Indicó también que "hay que trabajar de forma conjunta para transformar esos retos en oportunidades, y los ejemplos de ciudades como Barcelona, Dublín, Hamburgo, Lille, Praga y Turín demuestran que se puede".
El estudio presentado ante un centenar de autoridades locales reunidas en Bruselas analiza las políticas de inclusión de ciudadanos extranjeros en esas seis ciudades, escogidas por la gran presencia de distintas nacionalidades en su composición demográfica.
En el caso de Barcelona, un 13 % de la población residente proviene de países no comunitarios y un 4,3 % de otros Estados de la UE, singularmente Italia (31,6%), seguida de Francia (16,6 %), Rumanía (9,5 %), Alemania (9,2 %) y Reino Unido (7,7 %).
En concreto, el informe destaca el programa "BCN Anti-rumores", una iniciativa destinada a combatir estereotipos culturales empleando a asociaciones y empresas.
Según el estudio, la percepción de los barceloneses sobre la población extranjera ha mejorado, reduciéndose del 15,1 % de ciudadanos que en 2008 la consideraban negativa al 2,3 % cuatro años después.
La CE también resaltó el programa "Barcelona Activa", que asiste a emprendedores para en el desarrollo de su actividad profesional en la ciudad condal y cuenta con financiación europea.
No obstante, el estudio asegura que los extranjeros en el mercado laboral catalán están "muy polarizados, con aproximadamente un tercio de ellos ocupando trabajos poco cualificados (32,4 %) y otro tercio en puestos de alto nivel (30,3 %)".
En este sentido, el paro afectó en España con más intensidad a los ciudadanos de la UE, con registros superiores de desempleo durante la última década, según datos del estudio.
Por otra parte, el informe también da cuenta de la presencia de comunidades españolas en las otras cinco ciudades analizadas, como en Lille (Francia), donde es la quinta en importancia, o en Turín (Italia), donde ocupa el tercer puesto.
De forma general, el estudio afirma que aunque el perfil de ciudadanos europeos que se mueven es joven y con alta cualificación, "suelen recibir un salario menor y no siempre se benefician de la misma manera del acceso a la vivienda y la educación".
Amor y odio entre Cataluña y la UE
Esta noticia viene en un momento en el que Cataluña se ve amenazada de abandonar la Unión Europea si siguiese con sus pretensiones y lograse independizarse de España. Como ya indicó Ibercampus, la separación de la comunidad autónoma traería consigo "nefastas consecuencias", ya no solo a nivel económico, sino también de cara a la política supra nacional.
De ser una de la regiones más avanzadas y valoradas por la Unión Europea en materia de movilidad y aspectos multiculturales, pasaría a avandonar su indentidad y se aislaría del resto de países de su entorno.
Esta separación también acarrearía la limitación de los ciudadanos a la hora de circular libremente por los terrotorios miembros. En principio, pasaría a ser un Estado independiente, sin afiliación de ningún tipo con otra potencias de naturaleza superior. Este significaría la necesidad de pedir visados para poder salir y entrar del territorio, lo que se traduciría en una gran pérdida para el mercado económico, laboral y turístico de la región condal.
