viernes,19 agosto 2022
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Bolonia protagoniza el comienzo del nuevo curso

ibercampus.info
Los campus y facultades ya han recuperado su pulso habitual. Centenares de jóvenes estudiantes llenan sus aulas y recorren sus pasillos. El curso 2009-10 ha comenzado y no se trata de un curso cualquiera. Será recordado como aquel en el que se dijo adiós a las licenciaturas y diplomaturas y se dio la bienvenida a los grados. Bolonia con todos sus cambios se ha instalado en nuestras universidades y ha venido, guste o no guste, para quedarse.

 

Todo empezó en 1999, cuando 29 países firmaron la llamada Declaración de Bolonia con dos claros objetivos: facilitar el intercambio de titulados y adaptar el contenido de los estudios universitarios a las demandas sociales. Algo que así, a simple vista, podría parecer sencillo, pero que a la hora de la verdad ha supuesto muchos quebraderos de cabeza y muchas horas de trabajo para los responsables de Educación de los distintos países.

Diez años después, Bolonia o el llamado Espacio Europeo de Educación Superior ya son una realidad, a pesar de las críticas recibidas desde un fuerte movimiento contrario a su desarrollo que el pasado curso tuvo una importante presencia en las universidades españolas.

Polémicas al margen, ¿qué les espera a los estudiantes que estos días comienzan sus clases?

Por un lado, desaparecen licenciaturas y diplomaturas. En su lugar, nacen los llamados grados, que podrían definirse como un primer ciclo genérico con una duración de 3 o 4 años dependiendo de la titulación. Además, aparece en escena un segundo ciclo de especialización, el máster.

Otro de los cambios fundamentales se produce dentro del propio aula. El objetivo es que el alumno gane protagonismo dentro de la misma, con lo que se va a intentar reducir el número de estudiantes por clase. La evaluación será continua, con lo que no basta con pasarse de vez en cuando por clase y aprobar el examen final. Las tutorías, seminarios o trabajos que el alumno hace en casa también serán contabilizados dentro del nuevo sistema de créditos a la europea conocido como ECTS. Por lo tanto, el papel del profesor en el aula también sufrirá una metamorfosis, y las clases magistrales irán perdiendo poco a poco peso en los campus.

Finalmente, no podemos olvidarnos de otra novedad significativa: el nuevo calendario académico a la europea que están adoptando cada vez más universidades y que consiste en un adelanto del comienzo del curso, unas dos semanas con respecto a lo que venía siendo habitual, y en que la convocatoria extraordinaria del mes de septiembre pasaría a realizarse en la segunda quincena de junio.

Consulta nuestro especial sobre Bolonia

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